Fibromialgia

Sergi Jover, Autor e Investigador

En la actualidad, a pesar de que aún no está muy arraigada en Chile, la fibromialgia se ha extendido descontroladamente afectando de manera radical a millones de personas en todo el mundo. De ahí, que cada día sean más las personas diagnosticadas con fibromialgia en Chile, sobre todo, mujeres.

Síntomas característicos

  • Entumecimiento muscular, depresión, ansiedad, insomnio
  • Dolor de cabeza, fatiga, malestar general, migrañas, cansancio
  • Dolor en cuello y hombros
  • Dolor en mandíbula y cara
  • Diarrea, estreñimiento, mareos
  • Vejiga irritada, hormigueo en las extremidades, dolores de pecho
  • Falta de concentración, lapsos de pérdida de memoria, pérdida del equilibrio
  • Hipersensibilidad a los olores, humedad, etc.
  • Cambios repentinos de humor
  • Frío y cambio de color en las extremidades
  • Dolores menstruales

La fibromialgia sigue clasificada como una enfermedad producto de inflamación (de músculos, ligamentos, tendones y articulaciones) o un defecto bioquímico. El problema de tales afirmaciones es que no existen pruebas concluyentes para decretar que los nudos musculares sean los responsables de dicha enfermedad. Investigadores en todo el mundo han demostrado que no se trata de un trastorno muscular.

Estamos hablando de una enfermedad en la que sus síntomas musculares (dolor muscular crónico y generalizado, fatiga, insomnio) ya quedaron bien referenciados en el siglo XIX por los doctores Juan Canoso y Martínez-Lavin, al vislumbrar que la pintora Frida Khalo padeció fibromialgia a raíz de un grave accidente. Sin embargo, el modelo médico oficial sigue empeñado en hacernos creer que la fibromialgia es “una enfermedad reumatológica de causa desconocida”, como la definieron la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1992 y la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) en 1994.

De hecho, del mismo modo que catalogan a la fibromialgia como una enfermedad desconocida, también lo hacen con todas las enfermedades modernas, y aseguran que hay que lidiar con ellas para siempre. Es decir, enfermedades crónicas que hay que tratar bajo el protocolo convencional.

¿Qué o quién provoca todos los síntomas?

Podemos afirmar con total seguridad que la fibromialgia no es más que la respuesta biológica del organismo en busca de la supervivencia.

Es una alteración, supuestamente crónica, que se produce en el sistema sensorial/motor que afecta a los neurotransmisores de los músculos, ocasionando dolores generalizados a través de todas las zonas musculares, tendinosas, articulares y viscerales del cuerpo.

Es obvio que cuando hablamos de enfermedades “crónicas”, influyen factores multidimensionales, tanto internos como externos, como por ejemplo, tener una depresión del sistema inmune; sentir miedo a la vida, a las responsabilidades, a lo que los demás esperan de mí; sentirse incapacitado o atrapado, con culpabilidad, vergüenza, etc.

Por ello, desde hace mucho tiempo me atrevo a catalogar la fibromialgia como un estado mental –que afecta al cuerpo de forma muy real– y no como una enfermedad. Así lo planteo en mi libro, Tu salud en los nuevos tiempos (Ediciones Obelisco).

Re-pensar la fibromialgia es la clave para su recuperación

¿Qué hacer?

Simplemente, hay que abordarla desde una perspectiva muy diferente a la actual, comprenderla a niveles biológicos y tomar las medidas pertinentes en el día a día.

1. ¡Mueva su cuerpo!

Ejercítese cada día de su vida. A pesar de que se sienta incapaz y que le duela hasta el último pelo de la cabeza, ¡hágalo! No caiga en la trampa de evitar el ejercicio y quedarse en reposo. ¡Todo lo contrario! Ni se imagina lo beneficioso que le resultará la práctica diaria de ejercicios de estiramiento, pilates, tai chi, natación, caminata… Usted decide.

Los estiramientos junto con un buen control de la respiración y la incorporación de pensamientos reflexivos para mejorar su autoestima, crearán un antes y un después en su vida. Su cuerpo secretará enormes cantidades de serotonina, melatonina y otras muchas endorfinas, todas ellas sustancias indispensables para su buen funcionamiento. Entre sus propiedades destacaremos su efecto analgésico, tranquilizador, reparador, de bienestar, etc.

El ser humano ha sido creado para el movimiento, nunca para el constante reposo.

2. Incorpore alimentos antiinflamatorios

Es requisito indispensable introducir todos aquellos alimentos que impidan el proceso de inflamación y que actúen como inhibidores del dolor y depurativos del organismo. Eliminaremos todos aquellos alimentos que promueven la inflamación y el estrés (ver recuadro).

La ingesta de alimentos crudos de origen vegetal juega un papel indispensable para erradicar la fibromialgia. Grandes cantidades de jugos de verduras y frutas tendrán un contundente y beneficioso efecto nutricional específico para combatirla.

 Para cocinar, siempre le recomendaremos el aceite de coco. Es el único aceite que no presenta oxidación al someterlo a altas temperaturas. Por supuesto que en su dieta debe estar otro gran aliado, el aceite de oliva extra virgen.

 Incorpore en su día a día una salsa elaborada a base de ajo, cebolla, jengibre y cúrcuma. En una sartén de greda, cobre, porcelana o acero inoxidable realice un sofrito con un poquito de aceite de coco, cebolla en rodajas bien finas y un trozo de jengibre rallado. Revuelva y espere hasta que la cebolla esté a punto de caramelizar. Acto seguido añada los ajos previamente machacados junto con una o dos cucharaditas de cúrcuma y una pizca de sal marina. Continúe revolviendo hasta conseguir una salsa un poco espesa, y ya estará lista para acompañar sus guisos a base de quínoa, todo tipo de verduras, sopas, arroz integral, etc.

La fusión de estas maravillas de la naturaleza hace que sus contundentes efectos antidolor, antiinflamatorios, antidepresivos, antioxidantes, desintoxicantes, etc., sean ideales para combatir la fibromialgia.

 Para endulzar le recomendamos utilizar stevia en polvo, en hojas frescas o secas, y miel cruda de muy buena calidad en pequeñas cantidades.

 Como cereales, entre otros le recomendamos ingerir quínoa y arroz integral.

 La ingesta de proteína animal debe proceder de huevo y pescado. Idealmente pescado azul (atún fresco, salmón salvaje, arenques, anchoas, sardinas, jurel) por contener ácidos grasos esenciales que evitan la inflamación y el dolor.

 Incorpore algas marinas en su dieta y alimentos fermentados no industriales para fortalecer todo su cuerpo y favorecer la evacuación, ya que un gran número de las personas que acuden a consulta con fibromialgia tienen severos problemas de estreñimiento (agravado por el uso de medicamentos).

ALIMENTOS A SUPRIMIR

  • Cualquier tipo de endulzante artificial: azúcar refinada blanca, azúcar rubia, sacarina, sucralosa, aspartamo, ciclamato, curculina, sorbitol, etc.
  • Sal procesada: irrita los músculos y estresa el sistema inmunológico.
  • Todos los productos lácteos: yogurt, leche, queso, mantequilla, margarina. Aumentan la inflamación y provocan depósitos de pequeños cristales de calcio en las articulaciones.
  • Todo tipo de harinas refinadas y alimentos procesados, en especial todos aquellos que contengan gluten: pan, arroz blanco, avena, trigo, en general todo tipo de pastas, repostería, galletas, etc. Debilitan el sistema inmunológico produciendo inflamación.
  • Aceites vegetales de maíz, canola, cártamo, girasol, soja. Todos ellos promueven la inflamación.
  • Café, té rojo, té negro, bebidas azucaradas, alcohol, tabaco y bebidas excitantes.

Dato extra:

A muchos les ha ayudado evitar la exposición o cambiar de productos de limpieza y aseo personal: detergentes, desinfectantes, desodorantes, limpiadores de WC, champús, lociones, perfumes, filtros solares y otros productos aromáticos.

Suplementos estabilizadores del sistema nervioso

  • Ácidos grasos omega 3: por aliviar el dolor y la rigidez y disminuir la inflamación.
  • Alga spirulina y chlorella: por rebajar considerablemente el nivel de dolor y ayudar en los cuadros de ansiedad, insomnio y problemas intestinales.
  • Magnesio: por actuar como relajante muscular y aliviar los cuadros de dolor.
  • Litio: por aliviar el dolor y la rigidez muscular.
  • Vitamina D: por regular los niveles de calcio en la sangre y ser importante para el funcionamiento saludable de nervios y músculos.
  • Cartílago de tiburón: por su acción analgésica.
  • Multivitamínico del grupo B: por inhibir el dolor y propiciar un efecto reparador en el sistema nervioso.
  • Probióticos: por mejorar la absorción y el metabolismo de las vitaminas del grupo B.

3. Potencie la relajación

Será de mucha ayuda incorporar a su rutina diaria o semanal las siguientes técnicas y herramientas:

 Masajes de relajación.

 Baños de tina, de vapor o sauna.

 Aguas de hierbas sedantes (melisa, cedrón, boldo, manzanilla, etc.).

 Música clásica/suave/relajante, o silencio si lo disfruta.

Con gran amor, le transmitimos que nunca se rinda ante la adversidad. Usted es único e irrepetible. Existe un mundo ahí fuera que está deseando que sea usted mismo. Deje de mirar al pasado, deje de poner excusas para no actuar y refugiarse en su enfermedad. Todo es una cuestión de actitud con respecto a la vida y hacia usted mismo. Acéptese y aprecie lo que es.

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