Por: Paola Ramírez, Nt. en Medicina Ortomolecular / Diplomado en Homotoxicología y GNM
Por naturaleza, los niños están llenos de energía, entusiasmo y ganas de jugar. Entonces, ¿cómo saber cuándo considerar “anormal” a un niño que es un volcán de energía?
Muchos pequeños son inquietos y activos en los momentos menos adecuados. Cuando unos niños están sentados escuchando, estos “otros” están inquietos, agitados, jugando con cuanta cosa se le ponga en frente o payaseando para llamar la atención.
¿Qué es para usted ser normal?
Pensándolo detenidamente, ¿no le gustaría tener la energía, valentía y creatividad que tiene su hijo etiquetado como “hiperactivo”?
De verdad le digo, sólo hace falta un estanque de gasolina para viajar al sur, pero se necesita un cohete lleno de combustible para llegar a la luna. Piénselo, es cierto que su hijo tiene más energía que el común de los niños, pero también tiene el combustible necesario para llegar lejos. Recuerde que los cohetes en realidad no son más que explosiones sumamente bien canalizadas.
Hoy en día son muchos los niños etiquetados como hiperactivos, cuyo único pecado ha sido ser demasiado movidos, o demasiado insistentes a la hora de demandar un poco más de atención.
Algunas personas famosas diagnosticadas con hiperactividad
Los niños “hiperactivos” son muchísimo más brillantes de lo que son capaces de manifestar en el colegio y las pruebas. Estos pequeñitos están dotados de energía, creatividad y entusiasmo sin límites, los cuales usted puede ayudar a enfocar para que su hijo logre lo necesario para alcanzar el éxito en la vida. Tratados de manera amorosa pero firme, son flexibles y muy espontáneos. Muchos de ellos tienen la tenacidad de no rendirse.
Jamie Oliver, el famoso chef británico de FOX Life fue diagnosticado con TDAH en la infancia. En su sitio de Internet, él declaró recientemente que maneja sus síntomas de TDAH con una dieta saludable. Como resultado de ello, Oliver ahora trata de ayudar a los niños con TDAH a mejorar en la escuela a través de una mejor nutrición. No se medica.
Will Smith también ha declarado que sufre de déficit atencional e hiperactividad. En una entrevista para la revista Rolling Stone, el famoso actor cinematográfico contó: “Yo era el payaso del curso que tenía problemas para prestar atención.
Hoy me entero que fui un niño con TDAH. Yo era un estudiante que sacaba B (el equivalente a la nota 5,5) y debería haber estado dentro de los destacados. Era muy difícil para mí leer un libro entero en dos semanas. Hoy compro libros y tengo a alguien que los lee por mí, así como los guiones de las películas”. No se medica.
Tom Cruise, fue diagnosticado con trastorno de déficit atencional, hiperactividad y dislexia a una edad temprana. No se medica.
Isaac Newton, “busquilla”, inteligente e impetuoso, en esta época, habría sido diagnosticado igualmente, por su manera irreverente y tenaz de llevar su vida.
¿Qué puede decir ahora? Es fantástico que su hijo sea el volcán que es, sólo hace falta canalizar su energía y entusiasmo, inculcándole amor a sí mismo y hacia los demás.
¡Ayudando al despegue!
Organización: Estos inquietos angelitos tienen la inteligencia y creatividad necesarias, pero la falta de organización suele impedir que logren sus metas. Necesitan que se los ayude a organizarse, para tomar las cosas con más calma y triunfar. Es necesario tener horarios establecidos para dormirse, levantarse y comer, y también obligaciones en casa como poner la mesa, regar el jardín, etc.
Expectativas claras: En vez de un montón de reglas pequeñas, fije unas pocas reglas clave de respeto y consideración para todos los miembros de la familia en casa. Ejemplo: “no gritar”.
Limite las distracciones perjudiciales: Limite la televisión y los videojuegos a una hora diaria los días de semana (una cosa o la otra) y a máximo 3 horas los días de descanso. Cuando llegue el momento de estudiar, apague la televisión o cualquier cosa que pueda distraer su atención, así podrá fomentar su concentración. Hágale un favor y libérelo, ya que sólo estando aburrido su creatividad se manifestará al máximo. Cómprele libros de su interés, invítelo a cocinar, a jardinear, cantar, bailar, ¡qué juegue con tierra y se ensucie!
Ejercicios: Comience a establecer hábitos de bienestar físico que constituyan un fundamento permanente en su vida. Pregúntele qué deporte o actividad física le gustaría practicar. Los deportes en general y en especial las artes marciales son fabulosos para estos pequeños, ya que enseñan disciplina y respeto. Ahora si es más pequeñito y le encanta correr, dese un tiempo y juegue con él a la pinta, a la pelota o al básquetbol. La energía y fuerza de su hijo son una bendición, déjelo llegar de la escuela y que derrame cuanta energía pueda en actividades deportivas.
Estudio: ¿Quién dijo que es obligatorio estudiar sentado? Tal vez a su hijo le resulta más productivo y entretenido estudiar caminando o estando en movimiento. Preocúpese de que aprenda, no de cómo lo aprenda. Resulta lindo estudiar “haciendo”, maneje plastilinas, pinturas, lápices, papeles de colores, una verdadera caja de arte; déjelo crear y aprender. Se sorprenderá.
Recalque lo positivo: Debe hacerlo en el momento. Felicítelo cuando haga algo que para él sea importante y cuando lo encuentre haciendo algo bueno. Valore sus comentarios y dígale a diario lo mucho que lo ama y lo muy importante que es para usted.
Complementando con nutrición
Existen neurotransmisores importantes claves para la concentración y el aprendizaje de su pequeño. Estos son la acetilcolina (en yema de huevo, germen de trigo, lecitina de soya granulada, maní tostado sin aceite) y la serotonina, también llamada hormona del estado de ánimo. La serotonina entrega sensación de bienestar y regula el proceso de sueño/vigilia. Para que pueda formarse es necesario comer alimentos ricos en triptófano como huevo, plátano, semillas de maravilla, almendras y granos en general. Los neurotransmisores norepinefrina y dopamina los conseguiremos de alimentos ricos en proteína como el huevo a la copa, carnes y pescados. Cabe señalar que la mayoría de todos los alimentos mencionados entregarán, además, vitaminas del complejo B, y minerales como hierro, calcio y zinc, entre otros nutrientes.
Haga de la alimentación de su hijo la salud misma. Fomente el consumo de frutas, verduras, huevos, harinas y arroz integral, jugos naturales, semillas, frutos secos y agua pura. Elimine de su dieta azúcares refinados, bebidas gaseosas y energéticas, jugos industriales, café, y los productos que en su etiqueta contengan glutamato monosódico, aspartamo, sacarina, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar, colorantes, etc. pues todos estos son excesivamente activantes y alteran más su comportamiento. Cambie los snacks chatarras por frutas o frutos secos. Maneje una frutera variada y colorida, y sustituya el azúcar por miel.
Con este tipo de alimentación usted tendrá la seguridad de que su hijo está recibiendo lo necesario para triunfar, a nivel orgánico e intelectual.
Si quisiera suplementar, las vitaminas más aconsejables serían las del complejo B, en especial B3, y omega 3.
Y para asegurar el éxito… ¡ame y sea paciente!
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