Por Carolina Pérez A.
El estilo de vida fácil y relajado que experimentaban nuestros ancestros ya no existe, y ni siquiera estamos al tanto de la cantidad de estrés a la que nos vemos sometidos a diario. ¿El problema? “Nuestros estilos de vida han cambiado, pero nuestros cuerpos no”, dice el doctor estadounidense James L. Wilson, DC, ND, PhD, quien acuñó el término fatiga adrenal en 1998 para identificar un funcionamiento adrenal por debajo de lo óptimo como resultado del estrés, y distinguirlo de la enfermedad de Addison (deficiencia hormonal causada por daño a la glándula adrenal). El Dr. James Wilson es reconocido como un experto en medicina alternativa, especialmente en el área de estrés y función adrenal, con más de 20 años de experiencia.
Las glándulas adrenales se encuentran localizadas en la parte superior de cada riñón, donde juegan un papel muy significativo, secretando más de 50 hormonas necesarias para la vida, incluyendo la epinefrina (adrenalina), cortisol, progesterona y testosterona. Dado que producen tantas hormonas esenciales, las glándulas adrenales son responsables de numerosas funciones necesarias para permanecer vivos y saludables, entre ellas:
– Producción de energía – conversión de carbohidratos, proteínas y grasas a glucosa sanguínea para energía
– Balance de líquido y electrolitos
– Almacenamiento de grasa
Una hormona en particular, el cortisol, es extremadamente importante para mantener los sistemas corporales en equilibrio, así como para proteger nuestras células. Esta hormona:
– Controla la fortaleza del sistema inmunológico: demasiado cortisol debilita el sistema inmunológico, desencadenando una mayor susceptibilidad a las infecciones y al cáncer, mientras que muy poco conduce a un sistema inmune hiperactivo y a enfermedades autoinmunes.
– Normaliza el azúcar sanguínea.
– Regula la presión sanguínea.
Estas pequeñas pero poderosas glándulas también trabajan con otros hormonas y sistemas del cuerpo en lo que el Dr. Wilson llama “sinfonía”.
Desafortunadamente, la salud de las glándulas adrenales es paradójica. Como fabricantes de adrenalina, son las “glándulas del estrés”, pero son también las primeras glándulas en fallar durante periodos de estrés intensos o prolongados. El problema con los estresores es que son “acumulativos”, en el sentido de que su impacto tiende a acumularse con el tiempo en el cuerpo hasta que tus glándulas adrenales (y probablemente tu estado mental) no pueden soportarlo más.
Algunas personas llaman a este punto “colapso nervioso”. Sin embargo, los nervios no colapsan, las glándulas sí. Un colapso nervioso es en realidad fatiga adrenal, cuando las glándulas adrenales no pueden lidiar con la cantidad de estrés que reciben.
La fatiga adrenal solía ser una condición rara, pero ahora es demasiado común debido a nuestra falta de relajación y a otros factores de estilo de vida, tales como la privación del sueño, el tabaquismo, los malos hábitos alimenticios, la ingesta excesiva de café, y también como resultado de alergias.
Adicional a esto, la respuesta que la medicina le da a los problemas adrenales son usualmente un medicamento. Sin embargo, la respuesta debe ser en realidad la eliminación de todas las drogas (recreativas o medicamentos) que uno ha consumido durante su vida. Es importante remover todos los metales y químicos tóxicos, y volver a nutrir el organismo completo, para que las glándulas adrenales comiencen a funcionar normalmente de nuevo y la energía retorne.
No obstante, para empezar a enfrentar el problema, debemos partir por reconocer los síntomas de fatiga crónica que, por lo general, tienden a durar más de 6 meses:
– Falta de energía
– Fatiga matutina, aun después de haber dormido por varias horas
– Somnolencia en horas de la tarde
– Ansiedad por alimentos altos en sal y grasa
– Necesidad de consumir café, bebidas energéticas, bebidas gaseosas o golosinas como impulso para continuar con el día
– Aumento de los síntomas del síndrome premenstrual o de la menopausia
– Depresión leve
– Falta de memoria y/o problemas de concentración
– Menor capacidad para manejar el estrés
– Debilidad y/o dolor muscular y/o articular
– Aumento de alergias
– Disminución del deseo sexual
– Dolor de cabeza
– Agotamiento extremo después de realizar alguna actividad física
Causas de la fatiga adrenal
• Estrés excesivo. Puede agotar las glándulas adrenales, especialmente cuando la persona está débil por una nutrición inadecuada. El exceso de trabajo y el estrés emocional (exceso de preocupaciones, penas, enojos o temores) suelen ser los factores más comunes. En las ciudades, la polución acústica y electromagnética (celulares, antenas, televisores, microondas y computadores) también son factores contribuyentes.
• Deficiencias nutricionales. Cuando estamos bajo estrés, la necesidad de nutrientes es mucho mayor. Hoy en día la mayoría de las dietas son bajas en los nutrientes que requieren las glándulas adrenales. Esto, porque la mayoría de los alimentos se cultivan en suelos desgastados, a lo que se suma el procesamiento y refinamiento que se les hace a dichos alimentos, agotando aún más los nutrientes. Finalmente, las reacciones alérgicas a los alimentos tales como al trigo o a los productos lácteos dañan los intestinos y reducen la absorción de nutrientes.
• Químicos y metales tóxicos. Influyen mucho en el desgaste adrenal. Todos estamos expuestos a miles de químicos en el aire, agua y alimentos. Otras fuentes son los materiales que se usan en los tratamientos dentales y el contacto cotidiano de la piel con químicos presentes en jabones, cremas, lociones, detergentes, etc.
Los medicamentos de venta libre y con receta se suman a la carga tóxica del cuerpo. Pero las toxinas también pueden ser generadas en el organismo por infecciones crónicas y por una mala digestión. Cuando los alimentos no se digieren en forma apropiada, fermentan o se pudren en los intestinos, produciendo muchas sustancias dañinas que son absorbidas en el cuerpo. Cuando el organismo está saludable, tiene la capacidad de eliminar muchas toxinas a diario. Sin embargo, cuando se desarrolla debilidad adrenal, la capacidad de eliminación del cuerpo disminuye. Esto produce un círculo vicioso en el que las glándulas adrenales debilitadas perjudican la eliminación de toxinas, lo que a su vez debilita aún más las glándulas adrenales.
• Uso de estimulantes. Entre los más comunes está la cafeína, el azúcar y el alcohol. Otras actividades que funcionan como estimulantes son el ejercicio vigoroso, la obsesión sexual y el uso de drogas recreacionales. A menudo, estos aportan una subida temporal de energía, lo que es causado en parte por la secreción de altas cantidades de hormonas adrenales. Sin embargo, con el tiempo, terminan por debilitar a las glándulas adrenales. Y mientras estos estimulantes pueden causar o contribuir a la debilidad adrenal, algunas personas los usan para aumentar su energía porque ya tienen agotamiento adrenal.
• Debilidad congénita de las glándulas adrenales. Muchos niños nacen hoy con esta debilidad debido a las deficiencias nutricionales de sus padres. No se trata de un problema genético, sino que es producto de desequilibrios nutricionales durante la concepción y el embarazo. Para la edad de tres o cuatro años, estos niños ya tienen agotamiento adrenal. Afortunadamente, es algo que se puede corregir en la infancia con una buena alimentación, sin embargo, es mejor prevenirlo durante el embarazo.
Tratamiento integral de la fatiga crónica
De acuerdo al Dr. Wilson, “la salud adrenal óptima es una de las principales claves para el goce de la vida”. Si tienes fatiga adrenal, puedes volver a vivir tu vida al máximo haciendo los cambios dietarios y de estilo de vida necesarios para tratar este desorden.
Estrategias de vida
– Adopta una dieta rica en alimentos integrales (evita la harina blanca y otros granos procesados).
– Evita la comida rápida o chatarra (muy procesada y baja en nutrientes).
– Bebe agua de calidad (filtrada o purificada, no de la llave).
– Consume entre cinco y seis porciones de vegetales a diario, agregándolos a tus comidas o en forma de jugos.
– Reemplaza la sal común de mesa por sal de mar rica en minerales.
– Reemplaza los productos químicos de limpieza de tu hogar por opciones no tóxicas (vinagre, bicarbonato, etc.).
– Exponte unos minutos al sol cada día (para que tu cuerpo produzca vitamina D).
– Intenta descansar lo más posible.
– Minimiza los factores estresantes de tu vida, o dale un vuelco a la forma en que te tomas muchos de los problemas.
– Aléjate de las personas negativas de tu vida.
– Haz algo de ejercicio dentro de tus posibilidades… una caminata al aire libre un par de veces por semana podría ayudarte también a liberar tensiones.
Suplementos beneficiosos
– Ginseng. Esta hierba ha sido usada en Asia por siglos para aumentar la energía y combatir la fatiga.
– L-Carnitina. Presente en casi todas las células del cuerpo, es responsable de transportar los ácidos grasos de cadena larga dentro de la mitocondria, el centro productor de energía de las células. Esto permite que esos ácidos grasos sean convertidos en energía.
– Vitaminas del complejo B. Tienen un rol fundamental para combatir la fatiga crónica puesto que el cuerpo usa estas vitaminas para metabolizar la energía. Y dado que muchas personas sufren hoy de anemia por deficiencia de vitamina B, suplementar con estas vitaminas, particularmente la vitamina B12, puede hacer toda la diferencia en el alivio del cansancio extremo.
– Vitamina C. Otro poderoso nutriente energizante que apoya el funcionamiento adecuado de los órganos del cuerpo y puede ayudar significativamente a aumentar los niveles de energía. (Consumo óptimo: de 2 a 5 gramos diarios –en forma pura, sin colorantes ni saborizantes).
– Maca. Es un ‘súper alimento’ que normaliza las hormonas y aumenta los niveles de energía. Debido a que ayuda a equilibrar una variedad de sistemas del cuerpo, la maca es un tratamiento viable para muchas personas que buscan curar los síntomas de fatiga crónica. (Pruébala al desayuno, idealmente en polvo mezclada con yogurt natural o de pajaritos).
– Polen de abeja. Considerado por muchos como el ‘alimento perfecto’, tiene un equilibrio único de enzimas, proteína, aminoácidos, vitaminas y minerales, convirtiéndolo en una excelente opción para ayudar a aliviar el cansancio físico e intelectual, y aportar energía prolongada durante el día.
Si te comprometes con este plan de tratamiento, puedes esperar que tu fatiga adrenal se sane en:
– 6 a 9 meses para fatiga adrenal leve
– 12 a 18 meses para fatiga moderada
– hasta 24 meses para fatiga severa
“Y si en estos momentos estás viviendo una etapa de mucho estrés sin haber alcanzado el agotamiento, puedes ir regulando tu respuesta al estrés y así evitar llegar al nivel de fatiga crónica adoptando las estrategias de vida mencionadas en este artículo, y también por medio de un consumo adecuado de los siguientes nutrientes reguladores: calcio, magnesio y vitamina B3 (niacina).”
Fuentes:
-foodmatters.tv/articles-1/treating-chronic-fatigue-and-adrenal-fatigue-naturally
-www.naturalnews.com/041690_chronic_fatigue_natural_remedies_treatments.html
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