Por Paola Ramírez, Nt en Medicina Ortomolecular /Diplomada en Homotoxicología y GNM
Esta hortaliza es todo un regalo de la naturaleza y su consumo debería ser algo habitual, pues son muchos los beneficios que podemos obtener de ella. Es rica en azúcares y se aconseja en casos de anemia, enfermedades de la sangre y convalecencia debido a su alto contenido de hierro, además de vitaminas C, B y potasio.
Sus vitaminas y minerales más destacados
- La vitamina B2 (riboflavina) se relaciona con la producción de anticuerpos y de glóbulos rojos, y colabora en la producción de energía y en el mantenimiento del tejido de las mucosas.
- La niacina o vitamina B3 colabora en el funcionamiento del sistema digestivo y nervioso, en el buen estado de la piel y en la conversión de los alimentos en energía.
- La vitamina B6 (piridoxina) participa en el metabolismo celular y en el funcionamiento del sistema inmunológico.
- El ácido fólico (B9) previene defectos de nacimiento del tubo neural y ayuda contra enfermedades cardíacas. Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos en el sistema inmunológico.
- Minerales: rica en yodo, sodio y potasio. También están presentes en menor cantidad el magnesio, el fósforo y el calcio.
- La betarraga cruda aporta bastante fibra insoluble, que nos ayuda a mantener el tracto intestinal trabajando bien, y fibra soluble, que mantiene los niveles de azúcar en la sangre y colesterol controlados.
Salud y potencia cardiovascular
La betarraga, más que sólo carotenos, contiene flavonoides llamados antocianinas, pigmentos de acción antioxidante y antiinflamatoria que le dan su color característico. La relación entre antioxidantes y la prevención de enfermedades cardiovasculares está hoy bien sustentada. Por otro lado, gracias a su gran aporte de potasio, la betarraga ayuda a regular el ritmo cardíaco. Y además, esta hortaliza multifacética potencia la producción de óxido nítrico, favoreciendo así la dilatación de los vasos sanguíneos y el rendimiento cardiovascular.
Mayor función renal y metabolismo más activo
Por su contenido de potasio, es una gran aliada para combatir la retención de líquidos, siendo beneficiosa en caso de hipertensión, hiperuricemia, gota y cálculos renales (salvo de oxalato de calcio). Con el aumento de la producción de orina se eliminan sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico, urea, etc.
Además, el yodo presente en las betarragas es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides que regula el metabolismo, mientras que el potasio y el sodio que aporta son necesarios para la transmisión y generación de impulsos nerviosos y la actividad muscular.
¿Cómo elegirla?
Conviene que el manojo seleccionado contenga hojas verdes, ya que indica que la raíz, o sea, la betarraga, es joven. A pesar de que las hojas estén blandas, la raíz está en buenas condiciones si se la siente firme al tacto. Debemos mantenerlas refrigeradas y en el interior de una bolsa plástica, así duran de dos a tres semanas. Si se desea hacer uso de sus hojas, deben estar verdes y tiernas. También han de conservarse en una bolsa de plástico por separado, sin lavarlas.
Curiosidades
- Las hojas de la betarraga se pueden aprovechar, cocidas y condimentadas, como si fueran acelga.
- Es un catalizador que ayuda al organismo a utilizar el hierro en la producción de hemoglobina (que le da el color rojo a la sangre). Resulta especialmente indicada en las anemias que no responden bien al tratamiento con hierro, y que suelen estar causadas por una baja producción de sangre en la médula ósea (anemia perniciosa o megaloblástica). El mayor efecto antianémico de la betarraga se obtiene tomando de 50 a 100 ml de zumo antes de las comidas, dos veces al día.
- La betarraga proporciona además un buen suministro de cobre orgánico, cuyo déficit también puede causar anemia.
- El manganeso ha sido llamado el elemento que despierta un hígado inactivo, y además aquieta los nervios perjudicados por un esfuerzo excesivo; es por esto que los alimentos ricos en manganeso, como la betarraga, son recomendados para los dolores de cabeza.
Unos consejos
Podemos consumir la betarraga cruda (rallar y aliñar con un poco de aceite de oliva y/o limón, para conservar todas sus propiedades), cocida o asada (sólo hay que asarla en el horno hasta que esté tierna; puede hacerlo con la piel y quitársela después). No es aconsejable comprarla cocida ni envasada pues ha perdido gran parte de sus atributos.
Debemos consumir betarraga con moderación si somos propensos a padecer gases, acidez estomacal o al desarrollo de cálculos renales de oxalato de calcio (debido a su contenido de oxalatos).
Si se encuentra débil, convaleciente o con anemia y desea resultados rápidos, le sugerimos probar el siguiente remedio milagroso. Tómelo en ayunas y prepárelo en la licuadora con un poco de agua para que quede como batido: una betarraga cruda con media manzana, medio limón, una zanahoria y una cucharada sopera de levadura de cerveza.
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