Rosácea

Por Paola Ramírez, Nt. en medicina ortomelecular /Diplomada en Homotoxicología y GNM

“Rosácea” viene del latín y significa “como rosas” por el color que caracteriza esta condición que afecta la piel del rostro. Algunos síntomas básicos ocurren directamente con el lavado de cara a diario, donde la piel muestra una gran sensibilidad a este simple hábito y ardor al aplicar cremas o maquillaje. Suele iniciarse con una tendencia a que el rostro se ponga “colorado”, y en ocasiones este enrojecimiento puede extenderse al cuello y el escote.

Sus cuatro formas
Rosácea eritemato-telangiectática: En esta variante se presentarán eritemas (coloración rosa-rojiza permanente) con tendencia a un enrojecimiento mayor debido a la dilatación de los vasos sanguíneos situados más cerca de la superficie de la piel, principalmente en el centro de la cara. La piel de estos pacientes suele ser muy sensible, seca, rugosa con o sin escamas, y con sensación de ardor o quemazón. No rasque ni manosee su rostro, ya que esto hará que progrese a un enrojecimiento más persistente

Rosácea papulopustular o vascular: Piel enrojecida, oleosa, muy sensible y con telangiectasias (arañas vasculares). Es más frecuente en mujeres de edad mediana. Aparecen bultos pequeños enrojecidos (pápulas) que pueden contener pústulas (pus). Llega a ser muy dolorosa y se extiende por todo el rostro. Este tipo puede ser fácilmente confundido con acné. En los hombres, hay una mayor acumulación de tejido en la nariz y alrededor de ésta.

Rosácea fimatosis: Es más severa y mucho menos frecuente; en general, se presenta en la evolución de algunos de los otros subtipos de rosácea. La piel de estos pacientes está muy engrosada, con poros muy abiertos, superficie rugosa, enrojecida y oleosa. La nariz suele ser la más afectada dando lugar a lo que se denomina rinofima (deformidad de la nariz) y nódulos de superficie irregular en el resto del rostro.

Rosácea ocular: Es un problema grave que afecta a los ojos, se puede presentar de forma aislada o acompañado de cualquier rosácea. Sus síntomas comunes son: ardor, irritación ocular, sensación de sequedad, disminución de capacidad visual, sensibilidad a la luz, inflamación evidente en los párpados o conjuntivitis. Consulte con un oftalmólogo, ya que si no se trata puede provocar pérdida de visión.

Cabe señalar que para cualquiera de sus formas, los factores desencadenantes son importantes y varían de persona a persona; pueden ser emocionales, químicos, alimentarios o ambientales.

¿Será importante la alimentación?

¡Claro que sí!, siempre la alimentación debe ser considerada importante en nuestra salud. ¿Usted podría esperar frutos de una planta que crece en terrenos contaminados y con falta de nutrientes? Bueno, es lo mismo, no se puede esperar salud óptima si nuestro organismo no es buena tierra. Aquí radica la importancia de consumir alimentos sanos. Seguir un tratamiento tomando bebidas de fantasía con cero aporte nutricional, no es lo mismo que tomando jugos naturales de frutas altos en antioxidantes y enzimas, ¿me hago entender?

¿Qué hacer?

Beba agua purificada (el ideal es  de 30 a 40ml por kilo de peso). Los jugos naturales de fruta (no de pulpa) también se consideran agua.

-Consuma al menos 3 frutas al día (enteras o como jugo natural). Los bioflavonoides cítricos son de especial interés cuando hay rosácea porque fortalecen los vasos sanguíneos más pequeños (capilares). Asegúrese de que 2 porciones sean naranjas, mandarinas, limones o pomelos con su piel interna.

-Ensaladas crudas. En el almuerzo y la cena, procure comer unas 3 variedades distintas de vegetales, considerando a modo de hábito que siempre al menos una porción sea de hojas como lechuga, espinaca, rúcula, etc. Las otras pueden ser de lo que guste evitando aquellas que sean irritantes.

-Por ser inflamatorios, no consuma alimentos refinados: harinas blancas, azúcar, arroz y fideos blancos, bebidas, sal de mesa, condimentos irritables, ají, alcohol, café (u otros estimulantes), maní, cigarrillo, leche y quesos curados, aunque sí puede consumir kéfir (yogurt de pajaritos), queso fresco y ricota.

-Aumente el consumo de alimentos con vitamina B2 (riboflavina). Su déficit está asociado con la rosácea. Fuentes: nueces, vegetales de hoja verde, pescado, germen de trigo, legumbres, cereales integrales y kéfir. Procure tomar además un suplemento de complejo B para ayudar a absorber la B2 y potenciar su efecto sinérgico.

-Condimente sus ensaladas con aceites prensados en frío, como el de oliva, rico en vitamina E y omega 9.

-A medida de que se recupera, al menos por unos 15 minutos, comience a exponerse al sol a diario, aunque evite el sol directo sobre su rostro. Así estará recargando su organismo con la preciada vitamina D.

Un revolucionario estudio

El Dr. Tanweer Sed, dermatólogo de la Universidad de California, San Francisco, reportó que una crema que contenga polyphenone (complejo activo en el extracto del té verde) produce una mejora del 70% en la rosácea en comparación con una crema inactiva. (Descripción de cómo aplicar té verde en casa más adelante).

La virtud de los aceites esenciales

Los aceites esenciales de grado terapéutico pueden ser usados con éxito para eliminar los síntomas. Sea cauteloso al elegir los aceites, pues deben ser esenciales, prensados en frío y 100% naturales.

Esta condición tiene dos fases, una activa y una pasiva. Cuando usted sienta su rostro inflamado, con calor, quizás irritado o con dolor, estará en una fase activa, y deberá usar aceites que le ayuden a calmar esta actividad como aceite de árbol de té, de eucalipto o de rosa mosqueta. Suavizarán y fortalecerán los tejidos dañados por la inflamación de los capilares, actuando como astringentes (que producen constricción de los tejidos), para reducir el enrojecimiento.

Si no cuenta con aceite, refresque con rodajas de pepino o gel de aloe vera.

Se aconseja beber té verde a diario, y también se recomienda usarlo a modo de loción refrescante varias veces al día. Es altísimo en antioxidantes (polifenol).

Modo de uso:
Tome un puñado de hojas de té verde, colóquelas en una taza y agregue agua caliente recién hervida. Deje reposar al menos media hora, y luego aplique el líquido con motas de algodón en el rostro al menos 4 veces durante el día. No se maquille.

Suplementación

Si bien cada persona tiene una bioquímica completamente distinta, con necesidades completamente diferentes, dejaré una sugerencia vitamínica media, la cual podría variar a menor o mayor cantidad dependiendo de la persona.

Vitamina C (ascorbato de sodio) 1000mg, cuatro veces al día
Complejo B 600mg al día
Vitamina D3 600mg al día
Omega 3 1000mg, dos veces al día

No olvide…

Evite todo lo que usted cree y sienta que podría desencadenar un brote. Sería muy educativo llevar un diario de sus brotes para que pueda identificar las posibles causas: comida, productos químicos que usa y las emociones que experimenta.

Proteja su cara del sol en las horas en que está más alto, en invierno protéjala del frío. Evite tocar o frotar la piel de su rostro y utilice productos de limpieza y humectación 100% naturales.

Los cambios de hábitos y aplicaciones de sustancias naturales son más eficaces cuanto antes se inician.

Fuentes:
http://www.genomasur.com/BCH/BCH_libro/capitulo_07.htm-http://www.naturalnews.com/030424_rosacea_essential_oils.html#ixzz2htPZNJx0

http://www.naturalnews.com/029326_rosacea_remedies.html#ixzz2htOHvZgr

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