¿Sabías que el aceite de coco contiene moléculas que son eficaces contra el coronavirus?

Una nueva investigación de Filipinas ha descubierto otro candidato potencialmente viable para tratar y prevenir el coronavirus de Wuhan (COVID-19), sin la necesidad de productos farmacéuticos o vacunas, y muchos de nuestros lectores lo conocen con cariño como aceite de coco.

 

Compilado por Equipo GS

El Dr. Fabian M. Dayrit, PhD, de la Universidad Ateneo de Manila, junto con la ayuda de la Dra. Mary T. Newport, MD, de Spring Hill Neonatology en Florida, analizaron los beneficios antivirales conocidos del aceite de coco con el fin de determinar si pueden aplicarlos también contra el COVID-19. Lo que encontraron es ciertamente prometedor, en especial, porque no hay otro remedio o cura conocida para este nuevo virus.

Desde hace muchos años se sabe que el ácido láurico, junto con su derivado monolaurina, posee actividad antiviral natural. El ácido láurico es un ácido graso de cadena media que comprende aproximadamente el 50 por ciento de la composición del aceite de coco, y es ampliamente reconocido como un supernutriente, al igual que la monolaurina, que es producida por las propias enzimas del cuerpo al ingerir el aceite de coco. Estos nutrientes funcionan en conjunto para desintegrar las “envolturas” que rodean a los virus, explican los doctores Dayrit y Newport, y esto incluye el COVID-19. Estos dos nutrientes también parecen poder inhibir la maduración en etapa tardía en el ciclo replicativo de los virus, así como prevenir la unión de proteínas virales a la membrana de la célula huésped.

Este modo de acción triple hace que el aceite de coco sea una solución muy prometedora para la pandemia, especialmente porque está muy disponible, es relativamente económico y fácil de consumir. En teoría, las personas de todas partes podrían tomar unas pocas cucharadas de aceite de coco al día para ayudar a protegerse contra la infección del virus, o tomar un poco más si ya lo tienen.

Otro compuesto antiviral encontrado en el aceite de coco que también juega un papel protector es el ácido cáprico, junto con su derivado monocaprina. Aunque solo representa aproximadamente el siete por ciento del aceite de coco, el ácido cáprico ha demostrado su eficacia contra el VIH-1, lo cual es importante porque ha aparecido evidencia que sugiere que el COVID-19 puede contener ADN del VIH.

Los investigadores recomiendan que el aceite de coco simplemente sea reconocido como una sustancia preventiva general contra la infección viral y microbiana “dada su seguridad y amplia disponibilidad”.

Varios estudios in vitro, en animales y humanos, respaldan el potencial del aceite de coco, el ácido láurico y sus derivados como agentes efectivos y seguros contra un virus como el COVID-19”, concluyen. “Este tratamiento es asequible y prácticamente libre de riesgos, y los beneficios tienen potenciales enormes”.

 

Fuente:

www.naturalnews.com

Miedos y ansiedades generados por la pandemia

Por Hugo Peralta, Naturópata Holístico UAC

 

Sin duda hoy las noticias sobre la pandemia en redes sociales, televisión, diarios o radio pueden ser interminables y atemorizantes, lo que está alterando emocional y mentalmente a muchos, en especial

a quienes ya padecen alteraciones o condiciones como ansiedad, crisis de pánico o trastornos obsesivo compulsivos. Así, esta crisis ocasionada por el coronavirus ha sumergido a la mayoría de las personas en la más completa incertidumbre e inseguridad. Es importante tener presente que el Covid-19 se caracteriza principalmente por síntomas leves, como dolor de garganta, tos y fiebre, y la enfermedad solamente suele llegar a ser más grave e incluso mortal en aquellas personas con un sistema inmune más débil, como ocurre en ocasiones con los adultos mayores, o las personas con afecciones como asma, diabetes, cardiopatías o fumadores, pudiendo ocasionarles dificultades respiratorias o neumonías graves.

Esta crisis de la pandemia que arrasa en el mundo está dejando distintas secuelas. Lo primero tiene que ver con la crisis sanitaria. Como consecuencia de esta, se genera una crisis económica y social, que tiene a su vez un gran impacto en las emociones y en los comportamientos individuales y sociales de las personas.

Las personas somos, básicamente, seres emocionales. Nos desplazamos por la vida sobre la base de nuestros pensamientos o ideas inducidas por las emociones. Estas emociones son eventos de cambios ciertos y complejos frente a diferentes circunstancias de la vida, e integran diversos elementos orgánicos y sentimientos individuales internos. Se trata de un sendero alternativo de proceso de información al pensamiento consciente más elaborado, que nos orienta a tomar decisiones en circunstancias rápidas. Sin las emociones nos sería imposible solucionar situaciones que exceden las capacidades de análisis lógico racional, ya sea porque nos falta información más detallada, o por la rapidez de las circunstancias para las cuales la decisión racional puede llegar a ser muy lenta. En este sentido, el cerebro parece estar programado para asociar ciertos estímulos con determinadas respuestas, como las reacciones de miedo y ansiedad que tenemos frente a una amenaza como el coronavirus.

El miedo es un período emocional generado por la percepción de un peligro o amenaza cercana, tiene un empleo predominante, porque a diferencia de  otras emociones esenciales, el miedo no puede ser pospuesto; hace que todo alrededor se detenga, que todo el resto entre en una pausa hasta que el peligro sea resuelto de algún modo.

La interpretación más desarrollada del miedo es la ansiedad que hoy se vive por el coronavirus. La ansiedad es una respuesta adaptativa que hoy puede ser muy útil, ya que también nos ayuda a la estabilidad y supervivencia, y de este modo nos permite superar todo lo que estamos viviendo como comunidad a nivel mundial.

 

Algunas recomendaciones naturales y entusiastas para enfrentar los acontecimientos que estamos

viviendo actualmente: Las flores de Bach constituyen una terapia natural que permite regular o estabilizar las emociones. Es una terapia inofensiva y pasiva que, de forma energética, nos ayuda a superar los procesos emocionales que son difíciles de estabilizar u ordenar. Entre otras esencias florales, para enfrentar esta pandemia están: Ceracifera, Impaciencia, Rosa silvestre, Castaño dulce y también Rescate.

Esta combinación de flores permite el control emocional y mental. Es en estos momentos donde debemos poner especial énfasis en elevar nuestro sistema inmunológico, porque representa las defensas de nuestro organismo, y una inmunidad fuerte nos permite afrontar mejor los embates de esta emergencia sanitaria que no tiene piedad con nadie. La vitamina C en dosis altas, es decir, sobre los tres gramos al día, es fundamental.

 

Otras recomendaciones ligadas a la salud mental y emocional:

Limita el flujo de noticias y ten cuidado con lo que escuchas, ves y lees, porque esto nos puede generar más ansiedad.

-Haz una pausa en las redes sociales. Muchas veces, estas pueden ser un desencadenante de una crisis de pánico, por ejemplo. Pero mantente conectado con tus seres queridos. La idea es tratar de lograr el equilibrio.

-Asegúrate de que cada día sea un poco diferente.

-Evita el agotamiento mental y emocional. Es importante el descanso, pero también es significativo tener contacto con la naturaleza y la luz solar, hacer ejercicio, comer bien, e ingerir mucha agua.

Fuentes:

-https://elpais.com

-www.bbc.com

 

5 Formas de detener la ansiedad financiera ante la crisis global

 

Por Mel Robbins, Presentadora de televisión, autora y oradora motivacional estadounidense

 

Este es un problema colectivo, y si estás asustado ahora mismo, si has perdido tu trabajo, si te preocupa quedarte sin dinero, no estás solo. El 58% de los estadounidenses tienen menos de US$1.000 en ahorros… (Nota: en Estados Unidos, el arriendo mensual promedio de un departamento pequeño es de entre $1.000 y $ 2.000 dólares). Entonces, si te preocupa el dinero, si no tienes los ahorros para llegar hasta el final del verano… (Nota: el verano termina a finales de agosto en EE.UU.) no estás solo, eres parte de la mayoría. Es por eso que quiero hablar sobre esto, y vamos a hablar sobre las cinco cosas que quiero que hagas:

 

1.Acepta la nueva normalidad

Todos deben detenerse y aceptar la nueva normalidad. ¿Qué significa esto? En mi opinión, la nueva normalidad significa que deseas detenerte y evaluar si esto continuará –en términos de aislamiento social– durante un par de meses, lo que creo que probablemente será así, y luego saldremos de esto, pero va a tomar un poco de tiempo.

 

2.Enfrenta tu temor y ve los hechos

Esta es la parte más importante. ¿Estás listo? Quiero que saques dos meses de tus estados de cuenta bancarios y que los imprimas. Y luego que los revises con detención. Necesitarás dos cosas: un marcador y un lápiz. Resalta todas las deducciones de tu cuenta. Eso te dirá dónde gastas tu dinero y luego harás una lista de todas esas empresas a las que les pagas. Ahora que has resaltado todas las deducciones y has enumerado todas las empresas, es el momento de levantar el teléfono y ser proactivo.

 

3.Pasa de estar paralizado a ser proactivo

Así que esto es lo que quiero que hagas: si no necesitas algo, deshazte de eso. Si hay una suscripción a algo que no necesitas, deshazte de ella. Es hora de enfrentar la realidad de todos, y descubrir qué gastos pueden ser prescindibles y qué aplicaciones te están cobrando sin que ni siquiera te estés dando cuenta. ¿Está vinculada la X-Box de tus hijos a tu tarjeta de crédito? Ahora es el momento de tomar el control de estas cosas.

 

 4.Utiliza el poder de la objetividad

Y ahora aquí hay un gran consejo para la mente. Imagina que las facturas que estás viendo y la realidad financiera que estás viendo son de tu mejor amigo o de tu hermano o hermana. ¿Por qué? Si finges que las facturas que estás viendo, o la realidad financiera que estás viendo, son de otra persona, estás aprovechando el poder de la objetividad. Lo que significa que tú o yo podríamos estar mirando las facturas de otra persona y hacer comentarios como: “Dios mío, amigo, tienes que deshacerte de esa factura de cable. ¡No están los tiempos!” Así, tendríamos un nivel de objetividad único y por ende… ¡de prosperidad! Así que puedes hackear eso en tu propia mente cuando miras tu estado bancario, y decir, “si este fuera mi hermano, o mi hermana, o mi mejor amigo, ¿cómo lo ayudaría a ver la realidad? ¿Qué servicio le sugeriría que elimine.

 

 5.Comprueba tu ego

Y aquí está el último consejo: tienes que “Dejar tu ego en la entrada”… (Nota: esta es una expresión idiomática que significa ‘guárdate tu ego bien lejos’). Esto no solo te está sucediendo a ti, le está sucediendo al mundo. Esta no es tu crisis personal, es una crisis global. Y necesito que te consueles con eso. Todas las personas están enfrentando cierto nivel de crisis. No es algo exclusivo para ti. Y dentro de eso hay una enorme oportunidad,porque estamos pasando por algo en forma colectiva. Y colectivamente, las personas se están uniendo a nivel local. Y hay recursos disponibles para ayudarte que se lanzaron en la última semana. Así que este es el momento de guardar tu ego, pedir ayuda y aceptarla, ya sea si esa ayuda viene de tu familia, o de tus amigos, o de tu comuna, o de tu gobierno local.

Has sido despedido de tu trabajo y te preocupa el dinero, pero no todas las empresas están reduciendo su personal. Hay negocios que están creciendo. Walmart acaba de anunciar que estaban contratando a 150.000 personas, trabajadores temporales. Dollar Tree acaba de anunciar que estaban buscando a 25.000 trabajadores. Dominó está buscando a 10.000 personas. Las cadenas de supermercados están buscando personas.

Quiero que bajes tu nivel de ansiedad ahora y aceptes que hay una nueva normalidad. Has enfrentado tus miedos y has aclarado tus cuentas respecto a la situación en la que estás parado. Pasaste de estar paralizado a abrir esas facturas, a hacer esas llamadas, a hacer esas tareas y ser proactivo. Has aprovechado el poder de la objetividad. Y finalmente, te has guardado tu ego en este momento, y has pedido ayuda, o has postulado a un trabajo que normalmente no solicitarías…  Esto es por lo que tendrás que pasar, porque esto es lo que hacen las personas resilientes; haces lo que sea necesario para salir adelante en los tiempos que estás enfrentando.

18 Consejos rápidos para cambiar tu ansiedad para siempre

Si experimentas pensamientos  acelerados, opresión en el pecho y dificultad para respirar, puedes leer todos los consejos contra la ansiedad en el mundo, pero ninguno de ellos importa a menos que tomes medidas.

Para sentirte más relajado, dormir profundamente por la noche y poner energía en lo que importa, compromete entre 15 a 60 minutos por día para poner en práctica algunos de los consejos anti-ansiedad que te entregamos a continuación. Y ten en cuenta que, cuanto más te comprometas, mejor te sentirás.

 

Compilado por Equipo GS

 

1.Comienza respirando profundamente

-Siéntate con los ojos cerrados y dirige tu atención a tu respiración. Respira en forma normal, preferiblemente a través de tu nariz, sin intentar controlar tu respiración.

-Ten en cuenta cómo se siente la respiración cuando entra y sale de las fosas nasales. Coloca una mano sobre tu vientre y la otra sobre tu pecho. Respira hondo mientras cuentas hasta cuatro; aguanta la respiración contando hasta tres, y exhala contando hasta cuatro. La mano en tu vientre debe sentir cómo se infla al inhalar y cómo vuelve a entrar al exhalar.

-Concéntrate en tu respiración y olvida todo lo demás. Repite esto tantas veces como sea necesario hasta que tu mente se detenga en la respiración. Cuando implementas la respiración abdominal, comienzas el día en un estado de ‘aquí y ahora’. Mejor aún, no estás perdiendo el tiempo preocupándote por el futuro o reviviendo el pasado.

 

 2.Medita

La calma es un trabajo interno. Regálate la serenidad y comienza el día con 10 minutos de soledad y energía positiva. Puedes orar o pensar en forma tranquila, mesurada y con la mente abierta, y tus actividades diarias se corresponderán con esto.

 

3.Practica el autocuidado

Realizate una manicura o pedicura. Regálate 15 minutos para hacerte un baño de crema capilar. Dedica un tiempo para frotar tu cuerpo con crema o algún aceite natural después de la ducha. Una apariencia bien cuidada ayuda a que nos sintamos más seguros y proyectemos esta seguridad hacia los demás.

 

 4.Elimina las gaseosas cola

Cambia las bebidas colas por aguas de hierbas relajantes como el cedrón o la manzanilla por ejemplo. La cafeína presente en este tipo de gaseosas no solo estimula tu sistema nervioso central, sino que también agota las reservas de vitaminas y minerales que tienes en tu cuerpo y causa estragos en tus nervios.

 

 5.Recorta los gastos superfluos de tu presupuesto

El estrés financiero te mantendrá despierto por la noche y contribuirá a sentimientos de baja autoestima y desesperanza. Hazte cargo de tus finanzas y deja de gastar en productos o servicios no esenciales.

 

6.Libérate del desorden

Lo más probable es que tengas demasiadas cosas obstruyendo tu espacio vital. Los momentos de cuarentena pueden resultar excelentes para hacer una selección de las cosas que te sirven y aquellas que ya no. Un espacio ordenado te dará paz mental

 

7.Trata de exponerte a la luz solar

En tiempos de cuarentena, donde la condición es estar encerrados en nuestros hogares, puede ser difícil recibir algunos cuantos rayos de sol. Sin embargo, es importante hacerlo, aunque sea desde el balcón. Cuando expones tu piel a la luz del sol, no solo estás produciendo vitamina D, esencial para los huesos y un sistema inmunológico fuerte, sinoque también estás recargando tu mente de energía, sobre todo si acompañas esta exposición con pensamientos positivos. (Recuerda que no sirve la exposición al sol a través de un vidrio –como una ventana por ejemplo. Debe ser directa).

 

8.Acuéstate temprano

Para muchos, la llegada de la noche es el momento para hacer lo que les gusta. Ver una película, deambular por Internet, etc. Sin embargo, es importante romper con este hábito y aprender a acostarnos temprano, sobre todo si debemos levantarnos temprano al día siguiente. La falta de sueño es uno de los grandes culpables de la ansiedad. Es imposible tener un funcionamiento emocional saludable sin un sueño adecuado.

 

 9.Despierta 15 minutos antes

Este punto está relacionado con el anterior. Si te acuestas temprano no te costará programar tu despertador 15 minutos antes de lo que sueles hacerlo. De esta forma podrás empezar tu mañana con más calma y prepararte para un día con menos estrés por delante. Y si comienzas a preocuparte por la lista de tareas pendientes, respira profundamente y piensa: hay suficiente tiempo.

 

10.¡Sácale partido a la lavanda!

El aceite de lavanda tiene muchas propiedades curativas y puede usarse como un remedio natural para reducir la ansiedad y otras afecciones nerviosas. El dulce aroma a madera del aceite de lavanda te relajará.

 

11.No uses la comida como vía de escape

En momentos de encierro y ansiedad, puede resultar tentador recurrir a la comida como una forma de relajo y disfrute. Y esto puede dar resultado en el momento. Sin embargo, si caemos en este tipo de indulgencias muy a menudo, el resultado inevitable será un aumento de peso no deseado. ¿Y adivina qué? Esos kilos de más empezarán a afectar más tu autoestima, aumentarán los pensamientos negativos hacia ti mismo y eso solo contribuirá a que tengas mayores niveles de ansiedad.

 

12.Reduce el consumo de cafeína, azúcar y alimentos procesados

La cafeína puede causar palpitaciones cardíacas y desencadenar ataques de pánico o ansiedad si ingieres demasiada. El azúcar actúa como un estimulante suprarrenal y también puede causar ansiedad. Otros alimentos ofensivos incluyen aquellos que contienen productos de harina refinada e incluso trigo, ya que pueden causar inflamación.

 

13.¡Hazte verde!

Como vimos en el punto anterior, lo que comes tiene un efecto en tu ansiedad. Un vaso de jugo verde por la mañana puede llevarte al lado correcto de la calma. Los batidos verdes son una forma diferente y deliciosa de comer la cantidad de verduras que necesitas a diario. La clave está en mezclar las verduras con fruta para darle un rico sabor. Combina un plátano o una manzana verde, con un puñado de espinaca, unas rodajitas de jengibre, el jugo de un limón, rodajas de pepino, unos cubitos de hielo y una taza de agua en una licuadora o exprimidor. Si lo deseas más dulce puedes agregarle unas gotas de stevia o una cucharadita de miel.

 

14.Date cuenta que los sentimientos no son hechos reales

Los sentimientos de baja autoestima, culpa y vergüenza no representan una realidad establecida y se pueden modificar, pero debemos partir por modificar nuestros pensamientos. Los pensamientos negativos causan sentimientos negativos. Esto es complicado, porque muchos de nuestros pensamientos negativos son automáticos, profundamente internalizados y arraigados en el inconsciente. ¡Pero sí se pueden cambiar!

 

15.Desafía las creencias negativas intrínsecas

Recuerda que los pensamientos preceden a los sentimientos. Los pensamientos negativos conducen a emociones negativas que, a su vez, conducen a comportamientos negativos.

Cómo desafiar tu estado de ánimo negativo:

  1. Está pendiente de tus pensamientos periódicamente. Presta especial atención cuando te sientas estresado.
  2. Escribe los sentimientos que acompañan tus pensamientos. Piensa en respuestas de una palabra como frustrado, enojado, inútil, derrotado, etc.
  3. Desafía tu versión actual de la realidad. Esto es difícil, porque tendemos a carecer de objetividad sobre la verdad cuando se trata de nosotros mismos. Si te comprometes a registrar tus pensamientos y sentimientos cotidianos, y te edicas a contrarrestarlos con la realidad, verás que muchos de tus sentimientos negativos se crean en tu mente y no se basan en la realidad . La buena noticia es que así como creaste el pensamiento negativo, lo puedes deshacer.

 

16.Practica la gratitud

Por mala que sea tu situación, siempre hay alguien en una situación peor. Toma nota mental de las cosas positivas en tu vida. Recuerda que todo en la vida es temporal: lo bueno, lo malo y lo feo.

 

17.Participa de una reunión social on line (incluso si no quieres)

Si eres propenso a la ansiedad social, es importante que hagas tiempo para la socialización. Ser introvertido puede tener muchas cosas positivas, pero debes saber que vivimos en un mundo que gira en torno a la conexión con los demás.

 

18.¡Ejercicio, ejercicio, ejercicio!

El ejercicio es el remedio de la naturaleza contra la ansiedad. Además de despejar la mente, activar las endorfinas y ayudarte a dormir profundamente por la noche, los investigadores descubrieron que las personas que hacen ejercicio vigoroso y en forma regular, tienen un 25% menos de probabilidades de desarrollar un

trastorno de ansiedad en cinco años. Y no poder asistir a un gimnasio o salir a un parque para realizar actividad física no puede ser una excusa. Hay cientos de tutoriales en Internet de formas entretenidas e ingeniosas de hacer ejercicio en casa, con elementos tan básicos como un kilo de arroz o un bidón de detergente, por ejemplo.

Acepta que tendrás que trabajar duro todos los días para traer calma a tu mente, pero si pones en práctica estos consejos, podrás reducir tus niveles de ansiedad en forma natural y saludable, sin necesidad de medicamentos.

 

Fuente:

www.psychologytoday.com

Francisco Saavedra: “Me sanó empezar a hacer Lugares que hablan, porque me acepté, me quise, me dio lo mismo sacarme la camisa y tener un rollo más o un rollo menos”.

A los 40 años, cualquiera podría afirmar que este exitoso comunicador social se encuentra en el mejor momento de su carrera. Motivos hay de sobra: lidera los ratings de sintonía con su programa “Lugares que hablan”, de Canal 13, señal de televisión con la que tiene contrato hasta el 2020; el libro que publicó con el mismo título, en diciembre del año pasado –y cuyo segundo tomo anuncia para octubre–, estuvo en el tope de los rankings por varias semanas, totalizando más de 40 mil unidades vendidas; es rostro de comerciales de reconocidas marcas nacionales; y, próximamente, debutará en las redes sociales con una aplicación sobre viajes. Pero el también ganador del Copihue de Oro 2017 en las categorías “Mejor programa estelar” y “Personaje revelación” –quien, en abril de ese mismo año, se impuso como “Rey Guachaca”– cree que aún está lejos de ese momento, pese a encontrarse pleno laboral, emocional y físicamente.

Por Antonio Muñoz, Periodista PUC

 

Uno de tus rasgos característicos es la risa. ¿Siempre fuiste así?

“Es que yo soy bueno para reírme de chico. Si tú vas a una reunión familiar, mi papá, mi hermana y mi hermano se ríen igual que yo. Todos somos de risa fuerte. Y no solo de risa fuerte; todo es fuerte. Cuando hay que llorar, lloramos. Mi mamá una vez me dijo: ‘Francisco, el dolor se lleva por dentro. Uno tiene que saber controlarse’. Y cuando murió mi abuelo, yo era grito, llanto, me tiré arriba del cajón, hice todas esas cosas que mi mamá dice que no hay que hacer. Soy escandaloso, porque para mí así es la vida. ¿Para qué te vas a guardar las cosas, para qué te vas a reprimir? Las emociones, sean positivas o Negativas, las vivo con intensidad”.

 

¿Te parece que reprimirse es perjudicial para la salud?

“Creo que uno no tiene que disfrazar las emociones, porque la gente que lo hace tiene problemas. Cuando hay que llorar, uno tiene que llorar. Cuando hay que expresar dolor, uno lo tiene que expresar. Porque, de verdad, cuando tú  te vas guardando las emociones, te vas creando enfermedades, te van saliendo tumores, te van pasando cosas. Uno tiene que encontrar la manera de botar. Hoy, yo sufro de un trastorno del sueño que no he podido mejorar. Y todo esto es producto de los viajes, del estrés, de la cantidad de trabajo. Tengo que filmar un martes, no hay fines de semana, hay que darle tiempo a la familia, hay que darle tiempo a todo. Entonces, de pronto mi vida es un poco caótica. Pero no me gustaría no tener una vida caótica. Me
siento cómodo. Pero he encontrado en el ejercicio un refugio”.

 

Ante tantas responsabilidades, ¿cómo logras mantenerte bien?

“Conocí a la doctora Yaisy Picrin –ella es médico cirujano, cubana y hace muchos años llegó a Chile– por la famosa medicina
ortomolecular, en la que básicamente te inyecta a la vena una cantidad de vitaminas, porque lo que hace es aplicar un suero quelante que saca los metales pesados de tu organismo, te va limpiando. ¿Por qué? Porque uno envejece cuando las células envejecen. Eso te hace estar más cansado. Me hago este tratamiento una vez al año, cuando me siento estresado. Son 10 pinchazos por tratamiento. Pero como Yaisy ya es amiga, converso con ella y le digo: ‘Yaisy, me siento mal por esto’. Pum. 50 milígramos de vitamina C a la vena, que van directo al órgano que necesita ser reparado. Sientes un calor en el cuerpo  impresionante. Muy diferente a cuando tú disuelves la vitamina C en agua destilada. Me gusta atenderme con ella porque siempre trae técnicas, siempre está estudiando. De hecho, publicó el libro El Método Picrin. Comer bien para vivir mejor (2014)”.

 

¿Te viste obligado a cambiar de hábitos a causa de este tratamiento?

“Más que obligado, y como me gusta la buena mesa, he tenido que ir cambiando de a poco mis hábitos alimentarios. Hoy,
si la gente me ve un poco más flaco, es porque efectivamente cambié algunos productos en mi refrigerador. Tomo muchas
cosas, como los superalimentos. Me encanta leer sobre ese tipo de cosas, el poder de la vitamina C, de la cúrcuma, sus propiedades. Y empecé a meterme en ese rollo. Y, mientras hacía el programa, veía por ejemplo que la cocina mapuche
era muy saludable. De pronto, todo iba teniendo su aporte: los piñones, el fruto sagrado, por la cantidad de proteínas que tenía”.

 

¿Eres de cultura de gimnasio?

“Yo estaba erróneamente en un gimnasio para hacer ejercicio. Pero a mí no me gusta el ejercicio del hedonismo por el
hedonismo. Primero, voy a confesar que fui un niño flojo, ñoño, de pie plano, guailón, que no le gustaba hacer nada
más que comer y ver televisión. Bien sedentario. Entonces, obvio que fui obeso. Y tuve que ir cambiando, primero por mí mismo, porque también tuve varios dolores que tienen que ver con golpes a la autoestima en la época del colegio.
Pero también en la universidad, porque uno empieza a entrar en una época en que quieres pololear, te empieza a llamar la
atención alguien y te empiezas a poner un poco más pretencioso. Cuando estuve haciendo farándula en la televisión, fui
mucho más crítico conmigo. Me veía en cámara y no me gustaba cómo me veía. Pero ahí era desmedido, porque la vanidad está en su extremo. Estaba en televisión, y veía a todos mis compañeros con que el bótox, que el tratamiento para adelgazar, que esto o aquello. Puras tonteras. Me sentía ridículo. Entré en ese círculo vanidoso en que entra toda la gente que está en la televisión. Pero me empezó a molestar mucho una cosa de los gimnasios, que es esto de que uno no puede ir como quiera, porque están todos en lo hedonista, mirándose al espejo, para ver quién tiene el músculo más grande. Buscaba y no me gustaba, porque sentía que iba puro a perder mi tiempo. Me decía: ‘A estos gimnasios de cadena viene todo el mundo a sacarse fotos, a sacarse selfies, a mirarse en el espejo’. Me sentía como un guataca tirado en el suelo. Duré apenas 2 meses
en un gimnasio tradicional. Pero me sanó empezar a hacer Lugares que hablan, porque me acepté, me quise, me dio lo
mismo sacarme la camisa y tener un rollo más o un rollo menos. Me importó  un pepino. Empecé a querer cambiar físicamente no por ser el más musculosoni por ser el mino más rico. No. Fue porque de verdad quería estar sano, quería tener una capacidad cardiovascular que me permitiera llegar a la cima de unamontaña, que me permitiera caminar y no cansarme, subir una escalera y no cansarme; en definitiva, por salud. Y empecé a darme cuenta de que tenía que comer menos carne y comer menos de esto y aquello. Y empecé a leer”.

 

Entonces, ¿tu programa marcó un cambio en tu estilo de vida?

“Sí. Al principio, por el cariño de la gente, yo tenía que tomar 3 veces desayuno. Entonces, en los primeros capítulos, yo
estaba así de inflado, gordo. Ahora es un cafecito y, con suerte, media sopaipilla”.

 

¿Qué alimentos erradicaste?

“Saqué la mantequilla, frituras, sal, azúcar, bebidas, alcohol”.

 

¿Cuáles incorporaste?

“Es que cambié. En mi refrigerador hay jamón de pavo, frutas, huevos. En la mañana, al desayuno, tomo un batido gigante de frutas donde echo cúrcuma, acai, distintos superalimentos. A eso agrego una paila con 6 huevos revueltos, o en aceite de coco, o sin aceite, con unas gotas de agua. Ya no frío los alimentos, me acostumbré a no hacerlo. Me cargan las frituras. No como pescado frito. No como papas fritas. Y así me fui dando cuenta de que era impresionante cómo iba cambiando el organismo, cómo ibas adelgazando sin tener que hacer esas dietas macabras en que te tienes que comer 2 apios y media lechuga. Entonces, cuando cambias el hábito alimentario, te das cuenta de que tu organismo va a cambiar. Ah, también saqué el pollo. Fui sacando sobre todo las carnes rojas. Pero no me privo, porque como carnes rojas una vez a la semana, ‘el asaíto’, jajaja. Me encantan los asados. Pero como la carne sin grasa. Y no tengo para qué acompañarla con papas. Puede
ser con apio, con palta, con lechuga, con verduras. Ahí está el gran secreto. Creo que es lo que dicen los abuelitos: No combinar. Pura proteína. Saca las masas y tu vida va a cambiar. No a las bebidas con gas y tu vida va a cambiar”.

 

¿Qué líquidos tomas para acompañar tus comidas?

“Agua. De repente, me tomo una copa de vino tinto, pero muy poco, solo por el tema de los antioxidantes. Pero en la semana, nada. De repente, el día sábado, me gusta tomarme una piscola con un picoteo acompañado con algunos amigos, viendo el programa. Se rompe la regla una vez a la semana, que también lo recomiendan los doctores, el día de la “chanchería”, como diría el método Grez. Antes, iba al Pronto que está debajo de mi casa y era capaz de zamparme dos completos por noche.
Creo que hace más de un año que no como hot dogs. Las hamburguesas dejé de comerlas para siempre. Por ejemplo,
cuando voy a alguna parte, en los hoteles, residenciales, hostales o donde me toque estar, veo que mis compañeros piden hamburguesas y yo me hago una ensalada saludable, con semillas de zapallo, con pasas, con de todo. Y me llevo mis tupperwares. En casos extremos, cuando debemos subir una montaña, ando con un paquete gigante de maní sin sal, que es calórico, pero que para soportar el frío es lo que se necesita; si no, te vas a andar desmayando. Ando con mucho café, eso sí, tomo harto café. También tomo té verde. Antes, tomaba veinte latas de bebida gaseosa light al día. Hoy, tomo una con suerte. Tomo mucha agua con clorofila. Se agrega un chorro de clorofila líquida en el agua ypum. Es súper depurativo»

 

¿Te costó adaptarte al cambio?

“Fue un período, porque la ansiedad era una de las cosas que me caracterizaba. No fumo, no tomo, no me drogo. Tomo
muy poco, socialmente. Y con respecto a las drogas, no voy a hablar de la marihuana, porque para mí, la marihuana no cae dentro del saco de las drogas duras. Si alguien, alguna vez, saca un pitito social como para compartir, podría aceptarlo. Pero no me gusta, porque me provoca hambre. Cuando me he fumado una pitiá, me muero de hambre. Además, quedo con la boca abierta y con sueño. Entonces, no me gusta, no me inspira. Hay gente que fuma marihuana y se pone creativa. A mí no me pasa nada. Si hoy me sacaran un pelo para hacerme un examen de drogas, no verían ninguna en mí”.

 

¿Retomaste los gimnasios?

“Entreno en un gimnasio acá cerca. Cuando puedo, 3 o 4 veces a la semana. Hago crossfit, TRX, todas esas cosas que ojalá
no tengan mucha pesa. Soy constante cuando puedo, porque a veces pasa que me voy a grabar 5 días y el fin de semana
filmo. Pero, ¿qué hago? Ando con unTRX para arriba y para abajo metido en mi maleta, o con una cuerda. Entonces, cuando llego a Chiloé, y está lloviendo, hago dentro de mi pieza una rutina que me enseñaron unos profesores: 300 abdominales, 100 flexiones de brazo, planchas. Y me ha funcionado mucho. Puedo llegar muy cansado, puedo estar raja, pero digo: ‘Si subí un cerro, ya hice la cuota de ejercicio de un día, para qué voy a hacer más’. Lo otro ya es matarme”.

 

¿Y cómo te sientes ahora?

“Siento que me falta un poquitito, pero me siento bien. Mido 1,89 y peso 91 kilos. De hecho, la doctora Yaisy, que es la que siempre me ve, me dijo hace poco: ‘Tienes muy poco porcentaje de grasa en tu cuerpo. Lo único que tienes que hacer es tonificarte un poco más’. Es verdad: tonificarme un poco más. Pero cuando uno ya tiene 40 años, la cosa se va poniendo un poquito más difícil en cuanto a lograr musculatura y el resto. Pero, como estos últimos tiempos han sido de estar trabajando constantemente en eso, no me ha costado tanto. Y me cuido. Soy de los que hacen televisión sin maquillaje. En el set no lo uso. Y los maquilladores me dicen: ‘Oh, tu piel es increíble’. Incluso las de Unimarc me lo dicen. Puedo amanecer con así una
bolsa, con así unas ojeras y así tengo que hacer la televisión. No me veo en el campo con una señora que está matando un cordero y yo maquillado. Sería una ridiculez, una estupidez del porte de un buque. Además, no me gusta maquillarme, porque siento que se encochina la piel. Con mi cremita estoy bien, suficiente. Con suerte, que me echen un polvo para que no brille
en cámaras. Pero es lo único. A mí no me metas ni tierra de color ni nada de nada. Me ofrecieron ser embajador de marcas superimportantes, y no acepté. Pero lo que sí hago es, sagradamente, visitar al doctor Pablo Serrano, quien es cirujano plástico, y me hace un tratamiento de láser en la cara, muy bueno, que te estimula la piel y te va sacando todas las impurezas, todas las manchas. Como yo me expongo mucho a climas tan distintos, al frío extremo, al calor extremo, me voy insolando y por eso siempre ando con un buen bloqueador”.

 

¿Y para la afeitada?

“Más que un aftershave común y corriente, trato de usar buenos productos, algunos de la línea orgánica, algunos no, pero todos son productos caros. Ahí me gasto la plata. Ese es un gustito que me doy. Por ejemplo, me echo una fase 0 que te queda rica la piel”.

 

¿Qué proyectos tienes en el corto plazo?

“Aparte de los comerciales, estoy escribiendo el volumen 2 de Lugares que hablan. Diario de viajes de Pancho Saavedra, que debería aparecer en octubre. Y estoy trabajando en una aplicación, de la que no puedo entregar más detalles por ahora, lamentablemente, que es como mi versión de una Turistel, con todos mis datos, para que la gente descargue una especie de guía y diga: ‘Quiero ir a esta comunidad mapuche, la misma donde fue el Pancho Saavedra’. Y ya, contáctese con tal persona. Es como Perico trepa por Chile, jajaja”.

 

Francisco Javier Saavedra Guerra nació en Curicó, el 25 de noviembre de 1977. Es el mayor de 3 hermanos. Estudió Comunicación Audiovisual en Santiago. Antes de comenzar a trabajar, se fue con un amigo a recorrer Europa por 4 meses. Su primera aparición en televisión fue en el programa “Una vez más”, que conducía Raúl Matas, en 1993, donde fue hipnotizado” por Tony Kamo. Así lo recuerda: “Es una experiencia bien vergonzosa, porque fui el primer tipo que él hipnotizó en Chile. Y que, aprovecho de confesar, era una farsa. Tuve que haber estado medio atontado, porque, la verdad, es que nos hicieron a todos entrar en una pieza, donde nos practicaron técnicas de relajación. Éramos muchas personas y perdí un poco la vergüenza y el pudor”. Profesionalmente, debutó en “El futuro de Chile” (1999) –donde, nos cuenta, “aprendí a hacer de todo: entrevistar, editar, post producir”–, a los que siguieron los programas “Extra Jóvenes” (2001), “Juntos, el show de la mañana” (2008), “Viva la mañana” (2009-2010), “Alfombra roja” (2011- 2013), “Bienvenidos” (2011-presente), “Lugares que hablan” (2014-presente)  y “Contra viento y marea” (2017-presente). En sus inicios, también incursionó con una productora de medios. En enero de este año, animó el Festival de Dichato. Quizás, por eso se creyó que animaría el Festival Internacional
de la Canción de Viña del Mar, pero sus prioridades son otras: “Hay gente que cree que Viña es la cumbre de la carrera de alguien. Y eso no es así. Hay mil festivales igual de importantes. Ahora, no es lo que me quita el sueño. Me quita el sueño, por ejemplo, el proyecto de la Ley Celino (por Celino Villanueva, considerado el hombre más longevo del mundo y que falleció en abril de este año), en el que estoy trabajando con unas personas del gobierno del Presidente Sebastián Piñera”.

Entrevista publicada originalmente en la Edición 171 de El Guardián de la Salud en Agosto del 2018.

Alejandro Cohen: “Esta escuela (Seiki Shiatsu) apunta, específicamente, a llegar al plano inconsciente del paciente para activar sus propios sanadores internos”.

A los 42 años, y en el peak de su carrera teatral y televisiva, habiendo protagonizado varios clásicos en las tablas y también en la pantalla chica junto a Sonia Viveros, como la exitosa serie Martín Rivas –la primera en transmitirse en colores en Chile–, Alejandro Cohen tomó una decisión radical: irse a Israel con una maleta y una bicicleta al hombro, permaneciendo allá durante 11 años. A su regreso, en 1999, tomó otra decisión radical, como varias en su vida: abandonar la profesión que estudió en la Universidad de Chile –y que lo catapultó en la memoria del espectáculo nacional– para dedicarse con la misma pasión al Seiki Shiatsu, disciplina a la que está consagrado hoy a tiempo completo, al igual que a su escuela, donde forma nuevos terapeutas, y a las charlas motivacionales.

 

Por Antonio Muñoz, Periodista PUC

Gracias a su profesionalismo y talento, pero también a su facha, fue elegido para protagonizar varias teleseries en los 80. ¿Cómo cuidaba su apariencia?

“Aunque se me elogiaba el aspecto físico, nunca hice roles de galán. Nunca pensé que lo fuera. Los personajes eran de tipo
tranquilo, buena persona y colaborador. En lo personal, siempre fui amante del deporte. Desde muy joven hice atletismo,
natación, tenis de mesa, Aikido y esgrima durante muchos años. En este último caso, por ejemplo, practicaba en la Federación Chilena de Esgrima, en la calle Tarapacá, a las 6:30 de la mañana, porque luego tenía que ir a grabar a los
estudios de TV. El problema fue que se me desarrolló toda la parte derecha, porque yo era sablista, y todo lo hacía con el lado
derecho. Entonces, cuando me probaban vestuario en las teleseries y me tenían que probar las camisas y los pantalones,
no entraban de este lado. Parecía medio Hulk. Y por el lado izquierdo era flaquito, porque era el lado normal”.

 

¿Cómo compensó ese desequilibrio?

“Haciendo yoga y danza para equilibrar y elongar. Hacía mucho deporte en la década de los 70 y hasta hoy. En Santiago, me desplazo todo el día con mi bicicleta. Tengo buen estado físico y, además, voy a la piscina prácticamente todos los días a nadar y a hacer ejercicios. El deporte es parte de mi vida”.

 

¿Tuvo algún cuidado especial con la alimentación?

“Yo fui uno de los primeros en ser vegetariano, en el año 72. Incluso tengo por ahí un artículo. Tenía unos 24 o 25 años. Se
produjo este cambio alimentario a partir de mi afición a la carne. Una vez nos fuimos Tomás (Vidiella), Pina Brand y yo,
a hacer un café concert al Cap Ducal en Viña del Mar (Teatro El Túnel). Mandé a Tomás y a la Pina al hotel, y me puse
a trabajar en la iluminación, porque ese era mi cargo, al margen de la actuación. Una vez finalizado, me volví por la playa
hacia el Hotel San Martín y, de pronto, me ataca un dolor estomacal terrible y paralizante. Al otro día era el estreno. Y llega
el médico, un caballero mendocino, con unos ojos azules penetrantes. Entonces, en medio de todo este dolor, me mira profundamente y me dice: ‘Alejandro, ¿por qué no se hace vegetariano? Y nunca más va a tener problemas’. ‘Sí, sí, doctor, pero sáqueme esto ahora’. Y, a partir de ese minuto, como yo soy ariano, soy severo, y corté para siempre. En Santiago, me fui a Salud Natural, al centro de sanación natural de Manuel Lezaeta en Tomás Moro. Vamos con las abluciones, vamos
con las limpiezas, vamos con los baños de cajón hasta acá (señala el cuello). Dos años comí solamente frutas, verduras y
semillas crudas. Solo eso; limpieza total. Y hasta el día de hoy. Claro que hoy tengo una alimentación más equilibrada”.

 

¿Qué pasó con su cuerpo en el tránsito de un estilo de vida carnívoro a otro vegetariano?

“Me limpié. Me sentí maravilloso. Luego partí con el Tai Chi, así es que el deportey la meditación han estado acompañándome
toda mi vida. Inicialmente, hice este cambio muy violento, no hice transición. De modo que me salían espinillas por los poros, más diarreas y vómitos. Fue espantoso. Y la parte terrible fue lo social, porque en los años 70 iba a fiestas y reuniones con amistades con mi tupperware con alimentos vegetarianos. Fui bastante perseverante al no doblegarme frente a la tentación. En medio de todo esto, viene mi inquietud por las comunicaciones. Conocí a Agie Kraus, psiquiatra y terapeuta que utilizaba un método psicológico muy en boga en aquel  minuto, el Análisis Transaccional, cuyo fundador es Eric Berne. Según Berne,
nosotros estamos compuestos de 3 círculos: el Padre, el Adulto y el Niño. Tú te relacionas creando transacciones con el otro, de modo que las comunicaciones, cuando son cruzadas, tienen un resultado fatal. Yo estudié este método. Luego, con
Agie Kraus y otra socia, abrimos un centro de crecimiento en la calle Hannover, en La Reina. Estamos hablando del año
83. Hacía televisión y teatro, y me las arreglaba para participar en este Centro de Crecimiento y Desarrollo Personal”.

 

Cinco años después, en 1988, y en el mejor momento de su carrera televisiva, se va a Israel. ¿Qué lo motivó a tomar esa decisión?

“La verdad es que estaba un poco harto. Yo soy así, de decisiones radicales. Volvamos un poco atrás. Toda mi vida, y gracias a Dios, y a mi esfuerzo, profesionalismo, dedicación y constancia, hice todos los roles que yo quise. Rechacé todos aquellos que no quise. Cuando me di cuenta de que, en el año 83-84, los contenidos de las teleseries tomaron un giro que no me llamaba la atención, ofreciéndome roles que no estaba dispuesto a interpretar –además que no sabía hacerlos–, a lo que se sumó que desde hacía un tiempo el teatro clásico estaba en franca desaparición, entonces tomé la decisión de viajar a Israel. Por supuesto, la sociedad cambió y había que ir junto con eso, no rechazarla. Entonces, dar un A los 42 años, y en el peak de su carrera teatral y televisiva, habiendo protagonizado varios clásicos en las tablas y también en la pantalla chica junto a Sonia Viveros, como la exitosa serie Martín Rivas –la primera en transmitirse en colores en Chile–, Alejandro Cohen tomó
una decisión radical: irse a Israel con una maleta y una bicicleta al hombro, permaneciendo allá durante 11 años. A su regreso, en 1999, tomó otra decisión radical, como varias en su vida: abandonar la profesión que estudió en la Universidad de Chile –y que lo catapultó en la memoria del espectáculo nacional– para dedicarse con la misma pasión al Seiki Shiatsu, disciplina a la que está consagrado hoy a tiempo completo, al igual que a su escuela, donde forma nuevos terapeutas, y a las charlas motivacionales paso al costado era lo más cuerdo. Para mí, el tema del sacrificio no; es decir, esfuerzo, trabajo, sudor, todo lo que tú quieras sí, pero dentro de lo que yo amo con pasión. Soy judío. Hice todo el trámite y partí con una maleta, mi bicicleta al hombro y acompañado de mi mujer de ese entonces y de nuestra hija. Tenía parentela allá, todos muy lejanos. Me fui legalmente como un nuevo emigrante. El Estado israelí me dio un lugar donde habitar con mi familia y, además, entre otros beneficios, dos años de estudios de hebreo. Todo gratis. Me vincularon con directores del teatro israelí para que empezara luego, una vez que el idioma comenzara a fluir. Mi hija y su madre se regresaron a Chile a los pocos meses”.

 

¿Y por qué tomó la decisión de volver?

“Tenía una cuenta pendiente: mis hijos. No me acuerdo si en el año 85 u 86, aparecieron en Israel unos productores del programa chileno Los Patiperros, que fue muy famoso en su tiempo, y dentro de la entrevista me preguntan por ellos. ¡Y la verdad es que eso me tocó profundamente! Y aunque era feliz allá, desarrollándome como actor en el Teatro Nacional Israelí (“Habima”), dictando clases de danza-teatro, haciendo cine, realizando coreografías para grupos teatrales independientes,
dirigiendo obras en un grupo latino, etc., me dije: ‘Yo no me voy a morir aquí sin saldar esa cuenta’. Tengo 5 hijos de 4 madres. Y regresé el año 99 a Chile, en busca de la reconciliación con mis hijos, a ver si podíamos reanudar nuestras
relaciones, considerando que fui un padre ausente. Se produjo el encuentro. Saldé completamente la deuda y, hoy,
todo ordenado y con buenos resultados, con malos resultados, pero absolutamente corregido. Y regreso, además, con mi nueva profesión: Seiki Shiatsu, inaugurando la Sede Internacional en Chile, que dirijo hasta hoy”.

 

¿Cómo se produjo su acercamiento con el Seiki Shiatsu?

“Tuve la fortuna de trabajar en un país culto y desarrollado en su totalidad. Como actor, vivir la experiencia de un teatro organizado, como es el teatro israelí, es lo más grande a lo que uno puede aspirar como actor, donde todo es ordenado… ¡y con las plateas repletas de espectadores! Tuve mucho tiempo para observar cómo trabajaban especialmente los directores. Maravilloso. Sin embargo, yo sentía que algo, esta llama interna que es la pasión, se estaba apagando. ‘Parece que la pasión y los sueños escénicos se apagaron’. Me dije: ‘Yo estoy mal. Por lo tanto, hay que buscar radicalmente otra actividad’. Me junté con una amiga y le pedí que llevara un lápiz y un papel. Nos fuimos a unas termas, que a mí me gustan mucho, al igual que a mi madre. Luego nos fuimos a un lugar precioso, de picnic, con calor, debajo de unos toldos, y le dije: ‘Ponga una línea al medio del papel y escriba Sí aquí y No acá. En el lado NO, la lista era eterna: nada con grupos, no quiero esto, no quiero esto otro. El lado SÍ, en blanco. No tenía nada claro. Hasta que ella, de repente, me dice: ‘Oye, Alejandro, yo conozco un tal Tzvika Calisar, que hace Shiatsu’. ‘¿Que hace qué?’ ‘Shiatsu’. ‘¿Y qué es eso?’ ‘Bueno, se presiona los puntos en el cuerpo, sanación, método japonés…”. ‘Pero, ¿esto es con pacientes?’ Entonces, ella me explica un poco y yo trato de entender algo que desconocía absolutamente. ‘Si quieres, yo te hago un enlace’. El maestro Calisar vivía en Tel Aviv,  donde tenía su escuela, cerca de mi casa. Fijamos un día y una hora. Llego a su consulta, que se veía como la mía. Abre la puerta, vestido igual a como yo estoy ahora. Me dice: ‘¿Tú haces Aikido?’ ‘Sí, llevo 20 años haciéndolo’. Esta escuela tiene mucha relación no con el Aikido propiamente tal, sino con el concepto del movimiento, el tándem, la energía. ‘¿Y cuándo partimos?’, le pregunto. ‘No, no; primero, te das una vuelta por las distintas escuelas y averigua. Si te decides por ésta, vuelves’. Y yo, con ese sentido del humor que tengo, me doy una vuelta sobre mis talones, y le respondo: ‘¿Cuándo partimos?’ Y nos reímos hasta el día de hoy. Inicié mis estudios con el maestro Calisar 3 años y medio antes de regresar a Chile, combinando mis
estudios de esta disciplina con el teatro”.

 

¿Se instaló con consulta apenas volvió?

“A mi regreso partí acá con un contrato desde Israel para dirigir una obra de Tennessee Williams, El zoo de cristal, con
Eliana Vidiella, en el Teatro El Conventillo. Entonces, dije: ‘Voy a estar dos meses ensayando, me aboco a esto y, una vez
que termine, aquí se acaba todo’. Cumplí con mi contrato, dirigí la obra en el teatro y, al próximo día del estreno, me voy con
mi sobrino al valle del Elqui a limpiarme de todo. Al regresar a Santiago, inicio mi búsqueda para encontrar consulta. Tuve
mi consulta durante 13 años en el Mall Panorámico. Pero, como la oficina no era propia, tuve que abandonarla a pedido
de la dueña y me trasladé acá, donde ya llevo unos pocos años”.

 

¿Cómo se hizo de clientela?

“Cuando regresé, evidentemente, todavía estaba la imagen de Alejandro Cohen en Los Patiperros, que lo repitieron muchísimo en la televisión, agregado a lo de Martin Rivas. Entonces, claro, abrí la consulta y se repletó, de modo que el
ser conocido me favoreció en un 100%. Fue muy simpático y yo agradecido. Me llamaban para pedirme una hora. La
gente me decía: ‘¿Usted hace chapsuí?’ ‘Sí’, les contestaba. ¡Qué me iba a poner a explicar! Otros creían que yo era
hechicero. Imagínate, si incluso ahora el Shiatsu no es tan conocido, ¿¡cómo sería en el año 99!? Hoy, la medicina
complementaria es conocida por todos.”

 

Cuéntenos en qué consiste esta disciplina.

“En general, y es muy importante también entenderlo dentro de un contexto de lo que significa el mundo holístico, apunta
hacia la unificación de mente, cuerpo y espíritu. Ese es el objetivo final de todas las disciplinas médicas que están relacionadas con el mundo holístico. Ahora, cada escuela tiene su propia metodología de aplicación de sanación para llegar a
este final. Y yo necesito reconocer que hay otras disciplinas que son tan buenas como ésta. Hay mucha gente esforzada
que hace un trabajo de mucha dedicación en el campo de la sanación, con amor, cariño, respetuosidad y profesionalismo.
Esta escuela (Seiki Shiatsu) apunta, específicamente, a llegar al plano inconsciente del paciente para activar sus propios
sanadores internos, para lo cual tiene que haber un mutuo acuerdo de autorizaciones entre el receptor y el emisor.
Y, para activarlos, se hacen presiones en distintos puntos en el cuerpo. Es como acupuntura, pero sin agujas. Todo se te
explica como paciente, todo se te informa, todo es cristalino. A medida que vas pasando de sesión en sesión, empiezan
a aflorar todos tus demonios, todo lo que te acosa, y empezamos a cambiar el programa de negativo a proactivo. Las
sesiones se realizan una vez por semana y con seguimientos, porque instalamos una especie de caja de distribución interna
energética que sigue operando durante toda la semana. En definitiva, tú eres tu propio médico. Sirve para todas las enfermedades que, básicamente, son psicosomáticas; incluso las adicciones también se pueden tratar, como por ejemplo
al alcohol”.

 

¿Dialoga con el paciente?

“Claro. Y bastante. Y mucho humor de por medio. También aparece la zona sombría. Te pongo un ejemplo, que pasa mucho. Llega una mujer de entre 40 y 45 años, con unos dolores de cabeza espantosos y, cada vez que le viene la menstruación, tiene que estar apagado todo, tirada en la cama, en silencio y en total oscuridad. Nos ponemos a trabajar, semana a semana. Se hace el seguimiento, se anota en una ficha y, en la cuarta o en la quinta sesión, se desata en llanto, desconsoladamente.
Uno espera en alerta. Nosotros, los terapeutas de Seiki Shiatsu, nunca vamos a decirle al paciente lo que tiene que hacer, nunca. ‘Llore, grite, patalee, haga lo que quiera, desahóguese…’ Y, de pronto, sollozando, declara que fue violada cuando niña, o que fue toqueteada, o que fue ultrajada por un familiar… Y durante 35 años de su vida lo ha estado ocultando. El miedo; el temor de no informar a sus padres, de no ser creída. Claro, siempre hay un tío, una tía, un primo, un vecino, un cercano próximo a la familia. El trauma o la fijación salen a flote, y sobre eso uno empieza a trabajar. Nosotros somos
acompañantes, somos facilitadores de esa persona que está viviendo por años la experiencia del dolor. Cuando llegamos a este punto crítico, uno le pregunta al paciente: ‘¿Qué piensa hacer ahora?’ La solución la propone siempre el paciente. Nosotros, los terapeutas de la escuela, jamás en la vida hacemos juicio de nada, ni emitimos ningún tipo de solución. Solo acompañamos en el proceso de recuperación”.

 

¿Le queda algún sueño por cumplir?

“Yo los cumplo todos los días. Me levanto cada mañana y me digo: ‘Vamos a ver qué es lo que hay que hacer hoy, qué hay que enfrentar’. Porque así es la vida: cambios, creatividad, solucionar, decidir a cada instante… Eso de levantarte en la mañana y decir: ‘Qué lata tener que ir a trabajar, no tengo ni una gana’, no me lo permito. Y lo otro que es muy importante es mi mujer (Mayeya), el apoyo, mi compañera de ruta, el impulso que gatilla el generador de mi tiempo presente”.

 

¿cómo conoció al fundador de El Guardián de la Salud, Ronald Modra Roberts?

Cuando regresé a Chile, en 1999, me integré a la Asociación de Salud Natural A.G., como socio y miembro directivo. A partir de ese momento tuve la suerte de conocer a Ronald Modra, un hombre de carácter fuerte y con poder de decisión, dotado de un ferviente impulso en la creación de la Asociación, junto a su señora e hija mayor. Al publicar su libro “Siempre Delgado, con Salud y Sabiduría”, me ofreció el honor de escribir el prefacio, lo que hice con enorme agradecimiento: “Finalmente, un manual que con sencillez y documentación, nos guía alegremente por el camino de la salud consciente

Contacto Alejandro Cohen:
Página web: www.seikishiatsu.cl
Email: info@seikishiatsu.cl
Teléfono: (56-2) 2233 34 79

Dr. Ricardo Soto: “Ha sido un tiempo doloroso, de profunda reflexión y gran aprendizaje”.

A casi un año de su salida del matinal de Canal 13 y de su desvinculación de Clínica Bicentenario, a raíz de sus  declaraciones sobre las propiedades curativas del dióxido de cloro (MMS), considerado tóxico por el Instituto de Salud Pública (ISP) y el Colegio Médico, el Dr. Ricardo Soto rompe por primera vez su silencio en ésta, la primera entrevista que concede a un medio de comunicación. La apertura del Instituto Consciente, la llegada de su segundo hijo y la vuelta a los medios –ahora con proyección internacional– son algunos de los temas que aborda en exclusiva con “El Guardián de la Salud”.

Entrevista publicada oficialmente en la Edición 169 (junio 2018) de El Guardián de la Salud.

 

Por Antonio Muñoz, Periodista PUC
Fotógrafo: Sergio Iglesias

 

A casi un año de su “congelamiento” en canal 13 y de su desvinculación de Clínica Bicentenario, en agosto de 2017, ¿cómo recuerda hoy ese momento?

“Ha sido un tiempo doloroso, de profunda reflexión y, por cierto, de gran aprendizaje. Conocí el sufrimiento y comprendí
el daño que puede causar la crítica y el juzgamiento desde paradigmas ya obsoletos, cuando uno permite que esto ocurra.
Se puede vivir todo ello desde el dolor y el sufrimiento o saltar a la otra vereda y reflexionar profundamente. Elegí reflexionar
sobre mi responsabilidad en la crisis y aprender de ella. Es así como lo recuerdo: una crisis que, como toda buena crisis,
nos permite una enorme oportunidad de cambio genuino. Puedo decir que fue doloroso, un dolor profundo, viendo incluso
afectada a mi familia. Aprendí por fin lo que es la “maledicencia” de otras personas o, lo que es lo mismo, la capacidad
de difamar sobre alguien. Eso me dolió muchísimo. Pero el dolor siempre enseña. Y, habiendo aprendido a reconocer eso,
empiezo a comprender la gran diferencia entre ser ingenuo e inocente. El ingenuo es el que juzga y luego le duele ser juzgado; en cambio, el inocente tiene un poder enorme, pues no juzga y, desde esa inocencia, hay potencial para crear algo
maravilloso. Yo creo que todos podemos revivir a ese niño interior, al Ser inocente que olvidamos ser, porque todo está bien
cuando dejamos de juzgar. Dejamos por fin de esperar de los demás y también de la vida. En la tradición Kun-li, en la que
estoy formado, se señala que ‘Todo está bien tal como está’. Esta experiencia me permitió comprender aquello, de alguna
manera, la aceptación sin resistencia, que es lo más parecido a vivir en el cielo”.

 

¿Se sintió discriminado por sus pares, los médicos?

“Discriminado no, pero sí juzgado. En su momento, puedo decir que me afectó y fue ahí cuando, en el medio de comunicación
masivo en el cual me encontraba, me sentí desamparado, tuve esa horrible sensación de abandono. Hoy puedo discernir
más claramente entre abandono y soledad. Me sentí abandonado y, cuando uno siente eso, es una señal de que está
percibiendo desde el ego, pues uno cree que existe aparte de los demás y, en ese momento, sientes que los demás no están
ahí, como esperabas. Entonces, todo se viene abajo. No obstante, cuando tomamos conciencia de que Todos somos Uno, una gran unicidad, comprendemos que el abandono es una simple ilusión, y, es más, la posibilidad de estar solo o en
soledad, es una bendición que permite incluso llegar a la felicidad, pues es un momento íntimo con la Totalidad. Son temas complejos de explicar, pero el comprender esa diferencia, posibilita el reconocer nuestra esencia, sacar la verdad más profunda de cada uno y empezar a vencerse a sí mismo”.

 

Durante ese período, ¿lo llamaron los panelistas de Canal 13 o algunos colegas suyos de Clínica Bicentenario?

“Por cierto que hubo apoyo de personas dentro del Canal y de la Clínica. Les agradezco muchísimo a todos ellos. Pero
no sólo de esas personas, sino también de muchas otras, de muchos amigos, de mi propia familia –siempre presente–
y, por supuesto, un gran apoyo, ayuda y orientación de mi maestra Yatiri Ma Xiwli Germain. Entendí que no estaba
abandonado, porque eso es sólo una ilusión, repito. Puedo recordar esa instancia como un gran hito de aprendizaje, y hoy
agradezco profundamente a cada una de las personas que me criticó y juzgó. En el fondo, comprendí que es imposible dañar
efectivamente a otro, porque por más intento que hagamos hacia eso, le estamos realizando a esa persona un maravilloso
“bien oculto”, del cual habitualmente somos inconscientes. Reforzamos lo que rechazamos y todos quienes me criticaron –o hablaron mal de mí– me estaban, en realidad, ayudando mucho. Y entonces, sinceramente, agradezco hoy a cada uno de ellos, pues me permiten ser el que hoy soy”.

 

¿Cerró en paz ese ciclo?

“Absolutamente. No sólo en paz, sino más crecido, agradecido y feliz”. Siente que, en este juicio, ¿tuvo derecho a una legítima defensa? “Nada es casualidad, sino causalidad, como el que recién hoy yo esté abriéndome a algún medio de comunicación masivo para conversar al respecto. Hubo varias oportunidades para hablar, pero fue decisión mía abstraerme por algunos meses, con la finalidad de reflexionar. Desde nuestra tradición Kun Li, de la cual soy candidato a discípulo, todo
aparente golpe en la vida debe utilizarse como medio de aprendizaje. Entonces, lo primero que hay que hacer ahí es una
profunda reflexión y es en lo que he estado todos estos meses. Al alero de mi maestra y de mi familia, he reflexionado
sobre mi responsabilidad respecto de lo ocurrido y, desde ahí, definir cuáles son los aspectos en los que debo cambiar.
En eso estoy”.

 

¿A qué cambios se refiere?

“Cuando uno determina cambiar, empieza a manifestarse en toda instancia de la vida. A ver, vamos de afuera para adentro. Hasta algo de cambio de look hay, porque me afeité un poco más, jajaja, me han dicho que me veo algo menos viejo, lo cual agradezco. Esto se lo debo a mi asesora de imagen, alias mi amada señora. Pero, sobre todo, he podido dedicarme a  medicina Consciente. Estamos creciendo bastante, muestra de ello es que ya no somos sólo un centro de atención en salud o centro médico, sino que hemos inaugurado recientemente el Instituto Consciente, para ofrecer formación en Medicina Consciente –y en algunos temas más específicos– a todas las personas que estén interesadas y también a profesionales
de la salud que se sientan alineados con lo que hemos podido mostrar sobre bioenergética de linaje Kun-Li, que es la base de Medicina Consciente. Hemos partido con tres cursos que, en su mayoría, son casi 100% online, permitiendo que se adscriban personas de regiones y extranjeras. Yo participo en el equipo docente de especialización. La base es entregada por Dharmashala Centro de Estudios Iniciáticos, directamente con mi maestra y su equipo,pues tienen gran experiencia docente
en medicina complementaria en nuestra tradición Kun-Li para, luego, incorporarnos nosotros con esta especialidad en Medicina Consciente. Somos unos convencidos de que este nuevo paradigma de atención en salud aporta la humanidad que le falta al actual, porque entendemos que curar una enfermedad tiene nada que ver con sanar. Reconocemos, ciertamente, que hacer un cambio genuino en la vida y sanar son lo mismo, pues esa enfermedad o dolor tiene un propósito, un sentido.
Nos está permitiendo reflexionar sobre qué tenemos que cambiar y enfrentar. Sentimos que el cambio es alcanzable
mediante un acompañamiento activo hacia la persona, quien se hace protagonista –ya no paciente– de su proceso de
sanación. Aparte del Instituto, estamos creciendo en otras aristas con vías de acoger más instancias de existencia, por ejemplo en el ambiente laboral a través de asesorías conscientes”.

 

¿Qué otros cambios ha habido?

“Un cambio que se nota en mi actual cara de cansado tiene que ver con la llegada, hace pocas semanas, de nuestro
segundo hijo, Luciano Ismael, que trae luz como su nombre lo dice. Y eso es una muy buena señal de que estos cambios están siendo logrados”.

 

¿Cómo recibió el apoyo de los grupos que se formaron en las redes sociales para brindarle respaldo cuando ocurrieron estos hechos, llegando uno de ellos a tener alrededor de 9 mil personas?

“La verdad es que yo, personalmente, no tengo redes sociales, pero sí Medicina Consciente. Sin embargo, me han dado información sobre ello. Me he enterado de ese grupo en particular. No es el único. Incluso, en algún momento, creo que se llegaron a juntar más de veinte mil personas, lo cual porsupuesto me impresionó. No sólo agradecerlesde corazón, porque me motiva mucho más a seguir cambiando, a seguir creciendo como Medicina Consciente, pues entiendo que esto está  generando un eco y cambios en otras personas. Me lo han dicho personalmente en charlas, en la calle, personas de distintos grupos etarios y socioeconómicos. Cuando hay un mensaje trascendente que entregar, uno debe tomarle el peso a eso, hacerse responsable y esforzarse en entregarlo de la mejor manera posible. Hoy entiendo que eso es alineado y apegado a
mi motivación de vida, mi dharma, que tiene que ver con el concepto amplio –la mejor traducción de nuestra tradición–
de Kun-Li, que significa “Luz en la tierra”. En definitiva, entregar luz tanto como sea posible”.

 

Si Canal 13 lo descongelara, ¿volvería al matinal?

“La verdad es que no tengo idea, pues considero que fue hermoso poder tener esa instancia de aparecer en televisión, una vez a la semana, en esa franja de la mañana que me dio la oportunidad de entrar en muchos hogares. De hecho, muchas personas que llegan a la consulta me dicen: ‘Pero si hemos tomado desayunito juntos’. No saben cuánto agradezco eso. No obstante, entiendo también que hoy en día hay otros medios. Hoy el medio de comunicación es digital. Hay una plataforma
digital de video de altísima calidad, con alcance internacional que estoy recién conociendo y está la posibilidad cierta de, a través de ésta, entregar un mensaje bastante más claro que exponerme nuevamente en vivo en un canal de televisión abierta. Lo que sí quiero es continuar entregando el mensaje de una forma más madura, responsable, respetuosa y amable. Entendí por fin que, lo cortés no quita lo valiente”.

 

En abril participó en el evento “El Encuentro”, que tuvo una concurrencia masiva. ¿Qué le pareció?

“Fue muy bonito. La verdad es que yo siento que, más allá del evento muy bien organizado, con alta convocatoria, con expositores reconocidos, se logró con creces el objetivo mayor. Mediante distintas posturas o visiones, todos los expositores compartimos una misma mirada y estábamos hablando del mismo concepto: una Consciencia que engloba todo, un gran despertar que ya no podemos negar. La Verdad está saliendo a flote. Hoy se está haciendo extremadamente patente cuando
miramos, por ejemplo, el noticiario y vemos que, en cada ámbito –la Iglesia, política, grandes empresas, etc.–, por fin se está transparentando todo. Esto también ocurre en cada uno de nosotros y hay una energía que engloba todo eso: es lo que llamamos Despertar de la Consciencia. Está escrito hace milenios que iba a ocurrir y lo estamos viendo ahora, aquí en Chile”.

 

¿Atiende en consulta particular?

“Sí. Ahora, junto a un gran equipo, estamos atendiendo en el Centro de Medicina Consciente, en Providencia, a pasos del Metro Los Leones, donde aplicamos un proceso de acompañamiento a esta persona que ya no la tildamos de “paciente”, sino de “protagonista”. Yo los recibo como primera consulta, les explico lo que hacemos y, después de una exhaustiva evaluación
en todas las dimensiones de la persona, diseñamos un tratamiento personalizado para que esa persona empiece su cambio, pues, para nosotros, lo único realmente terapéutico es recordar nuestro propósito trascendental, a lo que vinimos a la vida, que va mucho más allá que lograr “éxito” en la vida o crear una linda familia. Como individuos, vinimos a algo trascendental y,
cuando lo recordamos y nos alineamos con esto, estamos escuchando por fin lo que nuestro cuerpo inocente, sin juzgar, nos está intentando gritar. Y, a veces, se requiere un grito bien fuerte, como una enfermedad crónica, por ejemplo, para empezar a encauzarse hacia ese propósito. Nuestro objetivo es que el protagonista llegue a comprender el sentido de ese dolor, de esa
enfermedad, de esa crisis; lo enfrente y empiece, guiadamente, el cambio que esta crisis propicia”.

 

¿Es distinto entonces este diseño de una persona a otra?

“Por cierto. Aparte de ser una atención bastante más extensa, más calmada, a cada persona se le respeta, pues para nosotros esa persona es única en el Universo. Se le asesora y se le explica muy bien el proceso, considerando
la posibilidad de que esté buscando algo que nosotros tal vez no sabemos entregar. Y somos muy transparentes
en aclararlo, pues muchos acuden con la idea de recibir una receta o dieta milagrosa. Si bien el ámbito físico, la alimentación y el saber cómo utilizar las maravillas de la naturaleza son muy útiles, dedicarse sólo a eso puede constituir sólo un “parche”, si es que lo medular no se atiende, esto es resolver lo nunca antes enfrentado, que habitualmente reside mucho más
profundo, en nuestra mente o directamente en el alma”

 

¿Otros proyectos en lo laboral?

“Después de haber vivenciado la crítica descarnada, sin misericordia, sentirme abandonado por aquellos conocidos y volver a mi núcleo de amor para sanarme, me permitió comprender cómo viven aquellos que tanto dolor tienen en su alma. Por este motivo, le solicité a mi maestra Yatiri Ma Xiwli Germain que iniciemos una Unidad de Tratamiento del Dolor, que en los próximos días entrará en pleno funcionamiento en nuestro Centro de Medicina Consciente. Por otra parte, pronto regresaré a las comunicaciones, desde una nueva plataforma digital, ahora con alcance internacional”.

 

¿Está haciendo charlas motivacionales?

“Estoy comprometido ya para algunos eventos importantes durante el año. Nos piden charlas no sólo motivacionales –
creo que toda charla debe motivar–, sino de distintos temas, abordados desde nuestra tradición Kun-Li. Me atrevo a hablar
ahí sobre lo que está ocurriendo ahora:

esta nueva visión de la medicina, los derechos de la mujer, cómo lograr sacar esa verdad necesaria para esta nueva Era, etc.
Todo eso se abarca también desde nuestra tradición que continuo estudiando con mi maestra Yatiri Ma. Pero, como ahora
somos cuatro en mi familia, no estoy dispuesto a viajar tan extenuantemente como lo hice el año pasado”.

 

¿Algún mensaje para nuestros lectores?

“Entendamos que este gran cambio es real, lo estamos sintiendo y viviendo en cada una de nuestras familias, donde aparece esa oveja negra que se rebela contra los tabúes, contra la tradición, contra eso que no se podía enfrentar. La Verdad debe ser expuesta. Lo estamos viendo en las instituciones grandes de nuestro país, porque Chile es un país privilegiado en cuanto a esta energía, porque la Kundalini –physis del planeta, podríamos decir– está ahora en el cordón montañoso de los Andes, muy bien resguardada por los pueblos ancestrales, y ya no en los Himalayas. El sacerdote Anthony de Mello dijo: ‘Nadie se ha emborrachado por comprender intelectualmente el concepto de vino’. La vida es cambio; es impermanencia. Y esta energía de cambio la estamos experienciando todos en nuestro cuerpo, en nuestras familias, en la vida completa. Ya hay que
dejar de martirizarse y cabecearse tanto por intentar entender intelectualmente lo que ocurre, porque esto no cabe en lo que conocemos por intelecto. El cambio es ineludible. Esta energía nos afecta a todos, la comprendamos o no. Osar resistirse al flujo de la vida trae sufrimiento y enfermedad. Hay que dejarse vivir por la vida en este momento. Emborracharse de ese vino que no dimensionamos estar bebiendo. Y cuando lo empecemos a hacer, vamos a estar mucho más cerca de esa felicidad anhelada”.

 

Coco Legrand “Si mezclamos el humor con el ingenio, hay resultados maravillosos y eso es lo que he querido hacer”

Con más de 45 años dedicado al humor, incursionando exitosamente en el café concert, la televisión, el cine, la radio y el teatro, Alejandro González Legrand –más conocido como “Coco Legrand”– es dueño de una fama y un prestigio indiscutibles. Sobrino del ex Presidente Gabriel González Videla y titulado de diseñador en la Universidad de Chile,con estudios especializados en matricería en Estados Unidos, conquistó al público y a la crítica especializada gracias a sus inolvidables personajes y monólogos, a través de los cuales ha mostrado la idiosincrasia de los chilenos en vitrinas como el teatro Circus OK –del que es dueño– y en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Por estos méritos fue distinguido, en el 2016, con el Premio Nacional de Humor. Hoy está concentrado en los preparativos del lanzamiento de su nuevo libro –el segundo después de “Con el Coco en el diván”, en coautoría con Pilar Sordo, y en el que figuras de talla internacional le rinden tributo–, y en las últimas funciones de “Viejos de mierda”, que ha batido records de taquilla en nuestro país.

 

Por Antonio Muñoz, Periodista PUC

 

¿Cómo define o entiende el humor?

“Para Jaime Casacuberta, que es un abogado que se dedicó a estudiar fuertemente la Programación Neurolingüística, en
su libro “Despega” dice que la palabra humor y la palabra humano comparten una misma raíz etimológica, “hu” o “ju” o “jiu”. Según él, es una antigua forma de referirse a un ser supremo; en este caso, a Dios. Por lo tanto, humano significa ´hecho por la mano de Dios´ y humor significa ´Dios victorioso de la muerte´, hablando de estas muertes que a uno le toca vivir en vida. ¿Por qué te explico esto? Porque hay personas para las que estas muertes son quiebres fuertes que provocan no solo dolor, sino que también tensión. Por eso habla de este Dios victorioso sobre la muerte, de estas muertes en vida, porque Él entrega paz. Tú vas a tener, o has tenido tal vez, la experiencia de llegar a un funeral y que la persona que te recibe te tensiona a ti y
a los demás (en tono escandaloso): ´Ay, qué rico que hayan llegado. No saben cómo….´ Te tensiona. Pero distinto es si
te reciben (en tono dolido): ´Qué gusto que hayas venido. No sabes cómo Miguel se acordaba siempre de ti. Era gran amigo
de tu papá´. ¿Te fijas que es distinto? Está el dolor, pero está esa paz interna. El humor entrega eso. Es una forma de paz. Incluso, cuando tú hablas desde el humor, lo que estás haciendo también es atenuar la información al otro, porque no le agregas drama al drama. Lo contrario al humor no es la seriedad, como muchos piensan, sino que son los elementos que
causan tensión. Por ejemplo, los creadores de falsos dramas, los ritualistas, los quejumbrosos, los hipocondríacos”.

 

Entiendo que debutó en el humor en Arica, en 1970.

“Yo empecé a trabajar en un cabaret, Manhattan. Y el que animaba se llamaba Fredy Tuca, que era muy divertido. Como yo trabajaba en esa ciudad porque allí estaba la fábrica donde se armaba la citroneta –y era soltero, joven– pedía los turnos que nadie quería tener, porque muchos eran casados y preferían trabajar en horarios normales. Así es que eso me servía para trabajar en un horario que me permitía llegar tarde, ya de noche, a este cabaret. Hacía algún monólogo, hacía mi gracia, y me iba luego a mi pensión”.

 

¿Le parece que los chilenos somos buenos para reírnos de nosotros mismos?

“Hay de todo un poco. Somos seres humanos, al igual que el paraguayo, el venezolano, el bonaerense. A veces he pensado que Juan Bautista era chileno, porque el chileno es bueno para bautizar. Por ejemplo, nosotros teníamos un trabajador dedicado a la parte contable, gran persona y gran amigo, y de pronto me enteré que le decían ´el pan fresco´. Me descolocó. Pero, ¿por qué ´el pan fresco´? ‘Lo que pasa es que cada vez que preguntan por él, siempre dicen: recién salió. Entonces eso me hizo mucha gracia. Esas cuestiones son propias del humor chileno. Otro ejemplo: Pedro Carcuro me hace una entrevista hace poco y me dice: ´Hoy es tan difícil hacer humor, porque ya no se puede hablar de los gordos, de los flacos, de los gays, del alto, del bajo, del negro´. ´Pero escúcheme una cosa –le dije– eso es hasta por ahí no más. Si nosotros mezclamos el
humor con el ingenio, obviamente, que hay resultados maravillosos´. Por ejemplo, el maestro Nicanor Parra me hizo reír más de una semana con un chiste que él creó y era racial (simula tomar una escopeta y apuntar en determinada dirección): ´Un negro en la nieve es un blanco perfecto´. ¡Eso es fantástico! Eso es ingenio. ¿Te das cuenta que hay una atenuación en la información? Tú te ríes, haces la relación, está el juego de palabra. Eso es lo que yo he querido hacer. Pero hay otras personas que también agreden. Y ese es el problema. Hay que tener la justa medida”.

 

¿Reírse nos hace bien para estar sanos?

“Sí, sin lugar a dudas. Incluso, tengo entendido que hay personas que se dedican a la risoterapia. La risa hace trabajar una cantidad importante de músculos. También hay una energía que se libera. Con el humor uno puede tener una percepción
mejor condimentada de lo que te rodea. Yo, por ejemplo, gozo viendo situaciones del diario vivir. A veces voy escuchando la radio en el auto, o solamente música, y pasa una persona que tiene algún modo de caminar o un tic o un movimiento rápido de un brazo o de una pierna, y me entretiene. Voy viendo que coincide con la parte musical en su desplazamiento. Voy observando”.

 

En 2016, fue distinguido con el Premio Nacional de Humor. ¿Qué significó para usted?

“Eso me gustó porque es un premio que otorga la Universidad Diego Portales y quien me lo entregó fue Rafael Gumucio.
También incluyo este tema en el libro, porque ha sido parte importante de lo que me ha pasado. Para mí, este reconocimiento
es gratificante porque habla de un cambio en las casas de estudio. Era increíble que, en las universidades, que son los centros que albergan el conocimiento que tiene el hombre sobre el universo, nada dijeran ni enseñaran acerca del humor, siendo los únicos seres  vivos del planeta que poseemos ese gran  regalo divino. Somos los únicos que podemos reír y hacer reír. Y, así todo, no estaba dentro de los planes de ninguna universidad. Ese fue el gran cambio”.

 

De todos sus personajes, ¿cuáles son los más queridos para usted?

“Cada uno de mis personajes fue de la mano conmigo en la edad que yo estaba viviendo. En una época fui el ´Lolo palanca´, pero yo no me quedé pegado en el personaje. Ese fue el gran aporte que yo hice al humor hispanoparlante. Fui el primer humorista de habla hispana que habló de la generación de los teen-agers, de los adolescentes, y expliqué cómo hablábamos y toda la gestualidad que era distinta. Y eso les interesó a las universidades, especialmente a la Universidad Católica, que
me llamó para preguntarme por qué los jóvenes hablaban de esa forma y por qué se producía toda esta manera tan divertida de comunicación. Indiscutiblemente que el ´Lolo palanca´ estaba a décadas de distancia del ´Cuesco Cabrera´, que aparece cuando ya soy un treintón añejo, casi al borde de los 40, y que daba cuenta de los ejecutivos que trabajaban con platas de terceros y hablaban de millones que no eran de ellos. Pero eran parte de un sistema que se estaba gestando. Y muchos
fueron presionados por algunas de esas empresas para que buscaran las mil y unas del doctor Merengue. ¿Cuáles son los resquicios legales para poder ganar más dinero? Hoy, la cosa es distinta. Los poderosos –algunos, no todos– se atacan entre ellos. Y hay otros que atacan a todo tipo de seres vivientes. Parece que no son los ecologistas”.

 

Cuéntenos de su experiencia en la película “Condorito”, estrenada en 2017 y donde hizo las voces de doña
Tremebunda y Cuasimodo.

“Fue bueno, porque yo tuve la suerte de haber trabajado con Pepo. En esa época, yo era quien llevaba algunos chistes que escuchaba a la revista Condorito; algunos los aceptaban, otros, no. El andar viajando y el haberme transformado en un personaje nómade me ayudó porque, cuando tú viajas a las puntas de Chile, al extremo sur y al extremo norte, te comunicas con otras culturas, como peruanos y bolivianos. En general, los visitadores médicos eran también grandes acarreadores de
buenos chistes de la época, porque ellos viajaban permanentemente. Hoy, no. Todo se puede encontrar a través de los teléfonos celulares. Hoy tenemos esta inteligencia colectiva donde millones de personas están pensando lo mismo y hacen un meme, hasta que uno sale genial. Ahora todo se dice en pocas palabras. Pero ahí está el grave error, porque la calidad de vida del ser humano depende directamente de la calidad de sus conversaciones. No es lo mismo agarrar una de estas cuestiones (toma un teléfono celular): ´Ándate a la cresta. Terminamos´, porque a los cinco minutos te pueden decir: ´No, si era una broma´. Porque no expresa nada. Solo hay una información. Distinto es si (actúa la frase): ´Escúchame bien. Esta
cuestión se terminó, ¿me entiendes?´ Ya no puedo decir: ´No, si te estaba bromeando´. Ya no es lo mismo. Estoy amplificando mi sentir. Pero ese es el trabajo que realizo: reparar en todas estas cosas que se están viviendo. Y a lo mejor exagero un poquito para que haya conciencia; caricaturizo un poco la cosa, pero entrego la información desde el humor. Por lo tanto, la persona se ríe y, además, se informa de lo que estoy contando”.

 

Usted es un amante y coleccionista de las Harley Davidson. ¿Por qué les puso nombre de personajes de la TV a varias de ellas?

“Te explico. Cuando las motos estaban expuestas en el teatro Circus OK, 45 en total, eran todas de distintas marcas y modelos. La gente con la cual yo trabajaba era de teatro, artistas. ¿¡Qué iban a saber ellos de motos, si no era su oficio!? Para mí, en cambio, fueron muy importantes desde mi niñez. Cuando yo las veía me volvía loco. Era como ver un platillo volador. Después que pude trabajar, empecé a buscar motocicletas antiguas. De repente, algunos me llamaban: ´Oye, tengo una moto de tal año´. Iba. Y así me fui metiendo por esos caminos y empecé a reconstruir algunas. Pero, volviendo a la gente con que trabajaba, me era mucho más fácil decirles: ´Oye, por favor, tráeme a la ´Gladys Marín´. Y quiero que también venga la ´Pamela Díaz´, porque las vamos a poner aquí, arriba del escenario´. Inmediatamente las reconocían. Pero si yo les hubiera dicho: ´¿Por qué no me traes, por favor, la Springer softail 1.340?´ No habrían entendido. En cambio, las asociaciones
funcionan bien. Una de esas motos se llamaba la ´Chechi Bolocco´, porque es la reina de las motos, está hecha a mano y tiene una linda cola. A la ´Gladys Marín´ le puse así porque era vieja, roja y metía ruido. A la que le puse ´Fernanda Hansen´ fue porque los tubos de escape se le pusieron con asbesto, mostrando de algún modo el brazo vendado de la periodista luego
de la caída. Y, además, porque es de color azul, igual que sus ojos. Había una que se llamaba la ´Argandoña´, porque hay varios que se han sacado la cresta arriba de ella. Otra es la ´Pamela Díaz´, que estuvo en el Festival del año 2010, porque es negra, fiera y rica. Mi primera moto me la regaló Yamaha, cuando yo hice el ´Lolo palanca´. Está también en el museo de Carlos Cardoen, igual que muchas otras que fueron mías, como la Motochi, la primera moto que se fabricó en Chile. Yo tuve una que modifiqué y gocé por un buen tiempo. Hoy tengo una Fat Boy Screaming Eagle, que es una moto hecha a pedido. Y se llama la ´Gordis´, porque el nombre real en español es ´Niño Gordo´. Pero, como para nosotros es ´la´ motocicleta, una
palabra femenina, yo le puse así, cariñosamente”.

 

¿Cómo se mantiene activo y saludable?

“Me embalsamé para no envejecer; me cabreé, me llené bien de algodón y listo. No. Simplemente, trato de cuidarme y de tener conciencia de que, en la edad que estoy, hay ciertas cosas que ya no puedo hacer. Lo mismo con las tentaciones,
porque he llegado a la etapa en que sí puedo resistirlas”.

 

¿Apuesta por una vida más sana?

“Todos los remedios son sacados de los productos naturales –la mayoría, al menos– y nos sirven para mejorar la salud.
Pero la salud tiene que ser cuidada. Tengo problemas como tiene todo el mundo, pero me gusta promover un espacio grato. Para eso necesito tener mis horas no declaradas para juntarme con otros seres vivos que me entregan energía; por ejemplo, un árbol. Podemos, también, tener acercamientos con animales. Yo siempre fui perruno. Y me gusta darle importancia a mi ser, escuchar mi cuerpo. Respiro. Recuerdo cosas bonitas que viví. Entonces, me traen nuevamente parte de esa felicidad, que es una felicidad reactiva, puesto que uno lo relaciona con personas. Si tú le preguntas a cualquier persona: ´¿Eres feliz?´ Todos van a decir que sí, porque relacionan la felicidad con las personas. Y todos estamos relacionados con personas, familias. Pero, ¿uno puede ser feliz permanentemente? Yo creo que sí, en la medida que uno sea capaz de escuchar su cuerpo y pueda sentir, en un momento de felicidad aunque sea reactivo, cómo el pecho se expande, lo mismo que cuando estás guitarreando en la playa con algunos amigos. Cuando sientas ese minuto de expansión, deja un espacio para la gratitud. Se han olvidado de ella. Aquí no se agradece nada, algo pasa”.

 

A su juicio, ¿por qué los chilenos somos tan estresados?

“Porque se ha perdido el concepto familiar. La familia era importantísima. En este libro yo hablo de eso. Tuve la suerte de tener padres que eran profesores. Mis viejos eran capaces de detenerse ante la belleza de un colibrí, integrarse a la sociedad campesina e intercambiar el saber por un huevo azul o un pescado de plata chilote. Un trueque espiritual. Hoy, nadie te enseña nada, porque nos han llevado a eso. La economía de libre mercado, en los países en que está regulada, ha  funcionado bien. Pero si tú dejas las puertas abiertas, sucede lo contrario; sobre todo en el chileno, que le gusta siempre la ley del atajo. Quiere ir por el camino más corto, porque quiere rápido la cosa. ¿Cuál es el error? Que no conoce el camino real. No se da los tiempos para madurar. Por lo tanto, siempre tiene que hacer tres o cuatro veces más que cualquier otro trabajador del mundo. Yo trabajo alegremente, porque a mí me gusta hacer lo que hago. Y mi satisfacción no solamente está dada por la plata que voy a ganar. En este brazo dice ´Hoy´, porque yo privilegio el día a día. No estoy preocupado de qué es lo que voy a hacer mañana ni pasado. No me interesa. Y disfruto ese momento. Y después me toca subirme a un escenario
y lo hago completamente entregado a ese oficio que es mi vicio”.

 

¿En qué está hoy?

“Estamos terminando este libro. Estamos, también, con una obra que ha tenido bastante éxito, Viejos de Mierda, con
Jaime Vadell y Tomás Vidiella. Yo diría que hemos marcado un resultado que no creo se haya logrado en 40 años, por
lo menos de lo que yo tengo recuerdo. Terminamos en Santiago el domingo 28 de enero con 166 mil entradas vendidas.
Eso es bastante. Partimos con esa obra hacia el norte y hacia el sur, presentándonos en distintos lugares como el teatro
de Frutillar, que es una maravilla. Por eso creo que, entre lo que quedó de enero y abril, llegamos tranquilamente a 30 mil
o 40 mil personas más”.

Entrevista publicada originalmente en abril del 2018, Edición 167 de El Guardián de la Salud.

Pilar Sordo: “En Chile, todavía soy criticada porque hablo sencillo y parezco poco seria, porque en este país hay que hablar difícil para ser inteligente”

A los 52 años, esta psicóloga chilena exhibe un currículum que pocos pueden darse el lujo de tener. Luego de ejercer varios años como terapeuta clínica, se dedicó a la investigación que ha significado publicar 8 libros a la fecha, todos en el top 10 de ventas y algunos de ellos traducidos a varios idiomas, complementando su presencia mediática con columnas de opinión en la prensa. Como si fuera poco, pasa la mitad del mes en nuestro país y la otra mitad en el extranjero, dictando conferencias y talleres. Incluso, se dio el tiempo de crear la Fundación CáncerVida, que también dirige, responsable de la organización de “El Encuentro. Tu conexión con el amor”, que este 7 de abril se desarrollará en el centro de eventos del Parque Araucano, y en el que participará junto con otros cuatro aclamados líderes

 

Por Antonio Muñoz, Periodista PUC

 

¿Por qué estudió Psicología, cuáles fueron sus motivaciones?

“La verdad es que yo, desde chica, en Temuco, tuve la sensación de que, a pesar de que mi apellido es Sordo, era muy
buena para escuchar y que me gustaba mucho hacer eso. Y, de alguna manera, el tema de estar en contacto con la gente
siempre me pareció interesante. Por lo tanto, cuando había que empezar a buscar la elección vocacional, apareció Periodismo, Derecho y Psicología, y sentí que al final la Psicología era donde yo más podía desarrollar lo que a mí me gustaba hacer, que era estar al servicio de la gente. Nunca pensé que después, desde la clínica, me iba a derivar a esta cosa de investigar que, al final, es a lo que me he dedicado estos últimos años –ya llevo 30 haciendo esto– y a recorrer América Latina sondeando, escuchando, olfateando y preguntando cosas acerca de los distintos temas que son los que después están graficados en los ocho libros”.

Desde su mirada de la psicología, ¿cómo diagnostica hoy la salud mental de los chilenos?

“Mala. Yo creo que hay cosas nuestras que son históricas que las venimos arrastrando hace muchísimos años, como la dificultad que tenemos para expresar lo que sentimos. Somos un país apretado emocionalmente –mayoritariamente, digamos, como una tendencia– y eso se fue agravando, después, con los niveles de estrés, con la forma que nosotros tenemos de enfrentar lo cotidiano, con la queja permanente, con ser muy poco agradecidos de lo que vivimos. Y si a eso le sumamos que somos uno de los países de América Latina que más consume tecnología, entonces todo se agrava aún más. Se agrava más por el hecho de no conversar, de no mirarse a los ojos, de no decirnos cosas lindas, de usar las redes sociales solo para tirar rabia, en forma anónima y descalificatoria. A esto se suma el consumo de remedios, más el tema del sobreconsumo, de sentir que hay que comprar mucho, lo que va generando una especie de disociación de lo que nos
está pasando por dentro. Al final, los motores son externos y yo creo que, si bien hemos ido evolucionando positivamente
en un montón de cosas, nos falta mucho en términos de ternura, de cuidado del otro, de ponerme en el lugar del otro, de
ser solidaria en lo cotidiano; porque para los desastres sí aparecemos, pero en lo cotidiano nos falta. Y creo que eso, sin
duda, nos afecta a todos. Somos el país de América Latina con más farmacias, a veces hasta tres por una cuadra”.

 

¿Considera que es una tendencia irreversible?

“Yo creo que ahí es importante no generalizar, porque hay muchos Chile. El Chile de Santiago no tiene nada que ver con el Chile del norte o del centro o del sur. Y, en la misma ciudad de Santiago, hay varios Chile también. Por lo tanto, los riesgos de vulnerabilidad psicológica son distintos y no necesariamente tienen que ver con el factor económico. Yo creo que, de hecho, hay más riesgo en los sectores más altos, en términos del sobreconsumo de medicamentos, del estrés, de la agresividad y de otras cosas. Pero sí siento que no vamos a volver al estado natural del barrio que queríamos, a pesar de todos los intentos que se puedan hacer. En la medida que volvamos a conectarnos con nuestras emociones, y los papás
tomen la responsabilidad de reeducar a sus hijos en sus habilidades emocionales y en la conversación familiar, sin duda
el camino se abre más positivamente. El tema empieza y termina en la familia, independientemente del concepto de familia que uno tenga, pero creo que en esa unidad afectiva es donde está la plataforma de comienzo de los cambios que queremos lograr”.

 

¿Cómo podemos propiciar ese ambiente de encuentro, cuando los padres precisamente trabajan todo el día?

“Somos el único país de América Latina, y eso te lo puedo dar con testimonio de fe, que tiene dos frases que se usan para
excusar todo tipo de errores. La primera es: ´Estoy cansado´; y la segunda: ´No tengo tiempo´. Y son las dos únicas frases que nuestros hijos más saben. Y eso termina incluso por reprogramar las neuronas, porque de tanto decir que estoy cansado, claro, termino sintiéndome más cansado. Pero, además, con el tema del tiempo hay una cosa que es bien Curiosa, porque los noticiarios en Chile duran una hora y media. Si yo decido no ver las noticias, tengo una hora y media para estar en pareja o con mis hijos. Eso es mucho tiempo diario. De hecho, los psicólogos tendríamos la mitad del trabajo que tenemos si esa hora y media la familia la usara para compartir. Yo creo que no sabemos priorizar. Y, además, la tecnología terminó por consumir el espacio de la mesa y de la conversación. Claro, hay realidades objetivas como que los
tiempos se acortan porque la familia llega tarde. Pero el cómo yo utilizo mi campo de elección para que juegue a mi favor es algo de lo que, en Chile, cuesta mucho tomar conciencia. Nos es mucho más fácil echarle la culpa al de afuera”.

 

En el ejercicio terapéutico, ¿se apoya en terapias integrativas?

“En este momento, no estoy haciendo terapias porque estoy viajando la mitad del mes fuera de Chile. Esa rutina la tengo hace 8 años, porque todos los meses salgo a dar conferencias a distintos lugares de América Latina, como Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia, Guatemala y Costa Rica, porque me piden las distintas investigaciones que he hecho. Por esa razón, hace 7 años tuve que dejar de hacer terapias, pero me dediqué a ellas por casi 23 años y usaba todo lo que podía servir. Y como estrictamente los psicólogos no podemos dar medicamentos, porque esa es facultad del psiquiatra, sí podía orientar hacia terapias alternativas como flores de Bach, imanes, lo que fuera. Siempre formaban parte del contexto terapéutico en el que trabajaba. Y hoy, dentro de los talleres y de las investigaciones, también sugiero o aparecen formas de ayuda desde la fitoterapia, que es ayudarse de las plantas, hasta otras cosas como aromaterapia e infusiones”.

 

¿Cuál fue su motivación para dirigir la Fundación CáncerVida?

“La verdad es que yo creé la Fundación junto con otras personas hace 8 años, después de que falleciera una pareja mía, Óscar Letelier González, de cáncer de páncreas. Partió siendo una fundación dedicada al cáncer de pulmón y de páncreas, pero hoy ayuda a personas con cualquier tipo de cáncer. Se ha ido expandiendo. Es una fundación chiquitita,
pero tiene el gran mérito de ser la única creada por pacientes. Además, nos importa ayudar a la gente que transita por el cáncer, independientemente del diagnóstico, y a las familias de los enfermos, que muchas veces requieren de más herramientas que la misma persona que tiene la enfermedad”.

 

Ha sido elegida entre las 100 mujeres líderes de Chile en 2006, 2007, 2010 y 2013, además de muchas otras distinciones. ¿Cómo las asume?

“Primero, con pudor. Segundo, con sorpresa. Y, tercero, con mucha responsabilidad. Siento que cada reconocimiento,
chileno o internacional, es un espaldarazo. Pero, al mismo tiempo, no puedes dejar de hacer lo que estás haciendo. Y eso me enfoca a estar permanentemente centrada en mi trabajo y en lo que hago, muy agradecida por el cariño de la gente. La verdad es que el cariño por mí en Latinoamérica ha sobrepasado cualquier cosa que yo pude imaginar. Y eso me hace querer movilizar este cuerpo, todos los meses, a viajes que son agotadores pero que, al mismo tiempo, son muy reconfortantes desde el cariño de la gente. Vale la pena todavía. Y voy a continuar hasta que el cuerpo me lo permita”.

 

También ha alcanzado notoriedad pública con las columnas de opinión en la prensa. ¿Por qué incursionó en este género?

“Fundamentalmente, para tener la posibilidad de llegar a más gente con las cosas que voy descubriendo en las ‘caminatas’, que es como yo prefiero llamar a las investigaciones. Porque hay un porcentaje de gente que no va a acceder ni a las investigaciones ni a los libros ni a las charlas. Entonces, es una vía distinta de mostrar lo que he ido descubriendo, lo que han sido las reflexiones, lo que me ha enseñado la gente, lo que se ha ido desarrollando con estos temas. Y, al final, cualquier cosa que permita hacer llegar la información a cualquier persona intento tomarla con la mayor seriedad, y el tema
mediático, sin duda, ayuda. Además, es algo que me gusta hacer y que se ha ido dando de forma constante a lo largo de estos 30 años de profesión en toda Latinoamérica”.

 

Es autora de los libros “¡Viva la diferencia!” (2005), “Con el Coco en el diván” (con Coco Legrand, 2007), “No quiero crecer” (2009), “Lecciones de seducción”, (2010), “Bienvenido dolor”, (2012), “No quiero envejecer”, (2014), “Oídos sordos” (2016)
y “Educar para sentir, sentir para educar” (2017). ¿Qué comentarios le merecen?

“El más difícil de todos es el más reciente, “Educar para sentir”, porque es la investigación que más me costó hacer. Tuvo 5 años de duración y meterse en el tema de la educación es muy difícil, sobre todo en América Latina. Además, es la primera investigación en la que yo tomo al ser humano desde que nace hasta que ya entra a trabajar. Nunca me había metido en el mundo de lo laboral. (…) Fue todo un trabajo (…), así es que le tengo un cariño entrañable. Creo que es un libro muy
lindo y es un estudio que quedó muy bien hecho”.

 

¿Y cuál es el más significativo?

“Sin duda, el más significativo es “Viva la diferencia”, con el que debuté, porque cambió mi vida. Fue muy revolucionario
en el momento en que salió. Yo nunca pensé escribir un libro. Cuando la editorial me invita a que yo cuente la investigación de las diferencias de género que estaba haciendo en ese momento, estamos hablando de 1998 –y que si fuera escrito hoy tendría que tener matices distintos a los que fueron escritos hace tiempo–, nunca pensé que el libro iba a tener el éxito que tuvo, con innumerables traducciones (…). Ahora, el libro al que la gente le tiene más cariño es “Bienvenido dolor”, porque
hizo sintonía con quienes viven duelos o enfermedades, que son situaciones difíciles que le ha tocado vivir a todo el mundo, independiente de la edad. Es un libro muy acompañador, muy dulce, aliviador y contenedor”.

 

¿Cómo fue coescribir con Coco Legrand?

“Con el Coco la historia partió antes, cuando él me pide que lo ayude para el Festival de Viña del Mar del 2006, donde hace la rutina con el libro “¡Viva la diferencia!”. Después, el 2010, tomó el “No quiero crecer” para hacer la rutina de ese año. Y, entremedio de eso, un día me dice: ‘¿Por qué no hacemos un libro donde tú le expliques a los chilenos por qué yo veo al país como lo veo’? Y a mí me pareció genial la fórmula. Lo pasamos increíble. Fue una risa permanente. Estar con él es un placer, porque, además, es un hombre extraordinario como persona. Uno siempre aprende con él. Es de esas personas que uno siempre se vuelve a la casa con algo. Y eso se agradece mucho. Es maravilloso. Lo quiero mucho”.

 

Continúa ¿Qué consejo daría a nuestros lectores?

“Me carga dar consejos, pero en el camino de las investigaciones y de mi vida propia he ido descubriendo que el expresar lo que se siente, el decir las cosas que a uno le dan rabia, pena, miedo o alegría, es un índice de salud. También es una condición el moverse en la vida sin temas pendientes; dormirse en las noches habiendo dicho a todo el mundo que uno quiere que lo quiere, sin tener rencores, con la capacidad de tener esta actitud de alumna en la vida y no de maestro ni de graduado. Después está el tema de que hoy hay que ser cada vez más consciente de la alimentación, de no meterle toxinas al cuerpo –tampoco al alma–, de evitar las personas tóxicas, de tratar de vivir en armonía con todas las contradicciones y ambivalencias que uno pueda tener. Creo que son factores que hacen que la vida sea saludable. Y, de hecho, desde ahí es de donde surge este encuentro que se va a hacer en abril donde, producto de ciertas reflexiones con respecto a la alimentación y a la discusión con grupos de trabajo, en la Fundación CáncerVida dijimos: ‘¿Por qué no hacemos algo a lo que pueda acceder todo el mundo y que las personas tengan, además, la posibilidad de escuchar visiones distintas sobre lo que hoy es una vida saludable?’. Y ahí convocamos a Sergi Recasens, a Pedro Grez, al doctor
Ricardo Soto, al doctor Rodolfo Neira y a quien habla. En mi caso, hablaré del tema de las emociones”.

 

¿Cómo evalúa su trayectoria profesional?

“Tengo que agradecer que la gente haya aprendido a valorar y a reconocer mi trabajo. Que el sacar la psicología a las plazas no fue fácil hacerlo en Chile. Tampoco fue fácil hablar en sencillo porque, de hecho, todavía soy criticada en Chile
por eso, porque parezco poco seria, ya que en este país hay que hablar en difícil para ser inteligente. También por incluir
el humor dentro de las charlas. He tenido que romper un montón de barreras prejuiciosas. Ir dándome cuenta cómo ahora la gente se me acerca a pedirme disculpas por los prejuicios que tenía conmigo es algo que se agradece muchísimo. Que
se dediquen a leer mi trabajo y a escucharlo es algo que nunca pensé que iba a ocurrir y que se agradece mucho, porque
la verdad es que coloco todo el corazón en lo que hago y, con todos los errores que puedo cometer, solo intento llegar al
corazón de las personas, que es mi único objetivo. Creo que para eso vine a esta tierra y, si me voy habiendo tocado el
corazón de uno, valió la pena el haber pasado por acá.

Entrevista publicada originalmente en marzo 2018 en la Edición 166 de el Guardián de la Salud

Edición 13 de revista soluciones ya está disponible en su versión digital, a un precio increíble.

https://blogguardiansalud.cl/product/revista-soluciones-digital-no13-mente-y-salud/

Sergi Recasens “La salud es un 70% estar en paz con uno mismo y un 30% la calidad de la alimentación”

Casado con chilena a la que conoció en España, radicado en nuestro país hace ocho años, terapeuta multidisciplinar, investigador y autor de dos libros –Tu salud en los nuevos tiempos (Editorial Obelisco) y El fenómeno del aceite de coco (SR)–, Sergi Recasens (Tarragona,4 de julio de 1974) se ha ido posicionado como una de las voces potentes en el tema de la salud en el ámbito nacional. Popularidad a la que hay que sumarle su presencia como conductor del programa “Vivir bien” de La Red, definido como “el primero sobre calidad de vida y autocuidado de la televisión chilena”.

 

Por Antonio Muñoz B., Periodista PUC

 

Su primer libro aparece firmado como “Sergi Jover”, pero su segundo libro y en su página de Internet aparece como “Sergi Recasens”, ¿a cuál nombre responde en definitiva?

Sergi es Sergio en catalán. Me encanta la vibración de mi nombre en catalán. De hecho, me siento muy cómodo con él. En
cuanto al apellido paterno Jover, ya lo he estado honrando por muchos años. Así es que un día me levanté y fuertemente sentí la siguiente pregunta: ‘¿Por qué honrar siempre el apellido del padre cuando la madre queda siempre en un segundo plano? ´. Entonces ahí me dije: ´Se acabó. De hoy en adelante voy a honrar el apellido materno. Han sido 43 años  Honrando al del padre, ahora toca honrar a mi madre hasta el último aliento.

 

¿Cómo fue que se involucró con el área de la nutrición?

“A la temprana edad de 16 años pesaba 116 kilos, aunque casi llegué a 118. Pero tengo muy grabado el 116 porque era
en esos momentos en que me subía a la báscula y decía: ´Dios mío, qué ha pasado aquí´. Es algo que he entendido mucho tiempo después y fue a raíz de la muerte de mi padre, cuando yo tenía 8 años. Mi madre hizo lo que pudo criando a 3 varones. A muy corta edad aprendí a cocinar, planchar, coser y todo cuanto concierne a las labores del hogar. Así nos educan a la gran mayoría en España. La muerte de mi padre hizo que, en cierto momento, cayera en la trampa de comer desordenado, comida chatarra y todo, para sublimar una pena interior muy grande. He enseñado fotografías de cuando pesaba 116 kilos y no se lo creían. Guardo muy pocas fotos, porque las demás las quemé a modo de ritual. El pasado está pisado, ya pasó. En el presente hay que ir de frente, aquí y ahora. Y en el futuro, hay que avanzar a paso seguro con la convicción de que todo fluye. La clave en el trasfondo de las personas que padecen alguna enfermedad radica en ´la herida de su alma´. Por eso, hay tanta enfermedad y falta de amor. Todos tenemos vacíos en nuestra alma, y eso es lo que está enfermando a las personas: la total desconexión consigo mismos. En mi caso, la imagen que vi a los 16 años reflejada en un espejo me removió demasiado la conciencia. Allí se introdujo algo en mi cerebro que dijo: ´Ya está. Hasta aquí has llegado. No puedes tocar más fondo´. Además, no era sólo la obesidad, era el encontrarse mal, la falta de energía, falta de vitalidad, cinco esguinces en una rodilla, cuatro en la otra. Muchos problemas y, obviamente, mucha negatividad en la calidad de mis pensamientos”.

 

¿Cómo superó esa crisis?

“Justamente, a esa edad empieza el torbellino interno. Pero siento que fue más adelante, cerca de los 18 años, que fue
más fuerte. Me apunté a un gimnasio. Ya había estado en algunos antes, pero abandonaba por mi falta de persistencia
y de perseverancia, además de que era un niño. No me gustaba el deporte. Iba a regañadientes y muy a mi pesar, ya que
tenía la paranoia que –con lo gordito que estaba– me iba a mirar todo el mundo. Y eso es mentira, porque no te mira nadie.
Es uno de los muchos engaños de la mente. Hacerte creer cosas que no son o no existen, como por ejemplo, que no puedes, que no tienes, que no sabes, que no crees y por eso te quedas de brazos cruzados esperando la solución. Y así no funciona la vida. Comencé a leer muchos libros, de diferentes doctores y corrientes. Me di cuenta de que había un potencial enorme en lo que comemos. La comidaes mucho más que un simple combustible para el organismo”.

 

Entonces, ¿su formación como terapeuta, en lo que concierne a la nutrición, coincidió con sus estudios académicos?

“Lo he dicho abiertamente muchas veces en todos los medios. No tengo ningún estudio de nutrición que esté avalado porun centro formal. Ahora bien, las horas de rodaje y la experiencia hablan por sí solos. Las verdades hoy día salen a
la velocidad de la luz, al igual que las mentiras. Hay que investigar y experimentar. Esto me lo creo; esto no me lo creo. Si me lo creo, quiero probarlo por mí mismo y en cien personas más. Todo lo que predico lo paso primero por mi cuerpo y, después, con las personas. En Chile, y lo digo con humildad y mucho amor, se le da mucha importancia a los títulos. Para mí, los títulos son irrelevantes. Puedes tener 40 trozos de cartón enmarcados en la pared y, literalmente, no servir para tu oficio. ¿Por qué? Pues porque simplemente tu motivación no es lo suficiente y porque, el quedarse con lo que a uno le enseñan, es un craso error. Experiencia, persistencia, perseverancia, ética, humildad y apertura de mente son los ingredientes claves”.

 

En su página oficial, usted afirma que la comida es “luz e información”. ¿Entonces, la alimentación es la clave para estar sano?

“Sí y no. Hoy, creo firmemente que si bien la alimentación es importante, la salud depende mucho más de estar en paz, alineado y en equilibrio contigo mismo. ¿Por qué? Me ha tocado vivenciar y coexistir con muchas personas que comen muy mal, pero son muy felices y están exentas de enfermedad. Y, por comer mal, no te digo que coman comida chatarra, sino que son desordenados, se saltan comidas y, sí, muchas veces comen sustancias bien dañinas. Ojo: a la larga puede ser que les entre la enfermedad, está clarísimo. Ahí reside una gran clave: la mente, lo sutil, lo que no vemos rige sobre la materia. Ni por asomo estoy conversando de la psicología. Porque, si bien la mente tiene un poder maravilloso, no lo es
todo. Es un simple instrumento. Y si pretendemos solventar los problemas que aquejan a la humanidad del mismo modo en el que se han creado, es decir, con la mente, jamás avanzaremos como raza ni en lo global, ni en lo individual. Y, si no me crees, mira a tu alrededor y deléitate con lo enfermo que está el ser humano. Hemos de comprender que, si así lo deseas y lo crees, tienes la capacidad de comerte un plato de comida chatarra, transformarlo y transmutarlo sin que te afecte en lo
más mínimo. Y lo mismo sucede con las circunstancias de tu vida. La lente con la que miras tu vida lo es todo. En mi opinión, la salud es un 70 y un 30 de estar en paz con uno mismo y de la calidad de la alimentación”.

 

Para usted, la salud depende del medio ambiente y de la percepción que cada cual tiene del mismo. ¿Esto es el método epigenético?

“Si quiero ser una persona rica, alegre, próspera, no me voy a juntar con personas que están infelices. Si soy una persona que está enferma de los pies a la cabeza, ¿con quién me tengo que juntar: con gente saludable o con gente enferma? Me tengo que juntar con los que están vibrando muy alto. Es decir, sanos, alegres, risueños, felices… Fíjate en los hospitales. ¿Tú crees que el hospital tiene que ser un lugar donde se concentran todos los enfermos? La respuesta es no. Pero nos lo han vendido así, con calzador, y nos lo han impuesto en la frente, nos lo han grabado como si fuésemos vacas y ahí tenemos el resultado. Cada vez más hospitales y más enfermos. Y esto mismo se puede aplicar en muy diversas áreas de nuestro sistema como sociedad. ¿Por qué? Porque hay una vibración. Si tú tienes una persona deprimida, ¿la solución
es internarla en un lugar psiquiátrico? ¡No! La reinserción sería ponerla en grupos donde estén estimulados, donde
hagan deporte, un lugar donde se les incentive a vivir, donde exista alegría, bienestar, compañerismo. Así logras la
sanación. Gran parte de la humanidad se encuentra muy cómoda en la queja. Han hecho de su vida una constante e
incesante queja. Si quieres cambiar, transfórmate en ese cambio que tanto deseas. Es complejo estar alegre y realizado si te relacionas constantemente con personas enojadas, tristes y deprimidas. Todos en ciertos momentos atravesamos circunstancias bien adversas, pero de ahí a quedarse atrapado contantemente en la queja… hay un abismo de diferencia”.

 

Usted es un enemigo declarado del azúcar y de los carbohidratos. ¿Por qué?

“Porque es la pandemia más aberrante que ha habido jamás en la historia de la humanidad. Han conseguido transformar
a gran parte de los seres humanos en zombies, obesos, sin conexión interna, sin pensamientos elevados. Cuando hablo de obesidad, hago referencia a 15 o 20 kilos en adelante de sobrepeso. Además, la obesidad muchas veces va acompañada de falta de energía, diabetes, impotencia sexual y falta de libido por todas partes. Eso es todo lo que producen los  carbohidratos refinados y el azúcar. Falsa energía. Falsa emocionalidad. Falso bienestar. El enemigo ya está instalado en cada célula de tu cuerpo. Pero, ¿sabes una cosa?, es del todo reversible. Si los grandes sistemas sanitarios dijeran: ´Saben qué, nos hemos equivocado (por no emplear otra palabra) durante cuarenta, cincuenta, sesenta o los años que sean. Y sí, lo correcto es alimentarse de un modo muy diferente al que les hemos enseñado´. Pero, obviamente, el negocio
se les reduciría sustancialmente”.

 

A partir de su trayectoria como terapeuta, ¿es posible revertir la adicción?

“El primer rehabilitado de la adicción a los carbohidratos lo tienes aquí presente. Hay mucha gente que cree que el azúcar está solo en las donas y esas cosas y te dicen: ´No, yo no como azúcar´. Pero estás todo un día comiendo papas, arroz o tallarines. Eso es una forma de azúcar. Para rehabilitar a una persona que está con un tema de adicción a los carbohidratos y a los azúcares hay que intervenirla emocionalmente. Y, en paralelo, acompañar ese proceso con una alimentación correcta, porque está claro que hay una adicción instalada a nivel físico. Ya se han creado unas conexiones neuronales que te arrastran constantemente a consumir eso, igual que la cocaína, la marihuana, el alcohol o lo que sea. Hay algo superior a ti que gatilla que tú estés comiendo eso. Por propia experiencia, cuando solo cambias la dieta de un adicto, de cada 10
personas, si es que 2 obtienen resultados. Los demás abandonan. ¿Por qué? Porque “eso” que es superior a ellos los
empuja a alimentarse como lo estaban haciendo antes. Primero, entonces, hay que desparasitarlos literalmente a nivel energético y, paralelamente, urgente, acompañarlos de una muy buena alimentación”.

 

¿Aplicando, por ejemplo, la terapia inkrESSENCE?

“InkrESSENCE, en el más amplio sentido de la palabra, es la potencialidad que tiene todo ser humano de reescribir su propia vida. Es decir, si saco de tu vida los demonios que llevas dentro, los implantes, larvas y parásitos energéticos, los patrones mentales que no son tuyos y que te han insertado ahí y los bloqueos energéticos varios, y además revisamos
que el lugar donde habitas esté exento de geopatías y una larga lista más de temas, ahí me puedo sentar delante de ti y decir: ´Estamos preparados para alcanzar y sostener tu objetivo´. Siempre digo: ´¿Qué es más fácil: cambiar un edificio sobre los planos o cuando ya está construido?´. La respuesta es clara: sobre planos. Pues ahí, en ese mundo que no vemos, que la ciencia dice que es irreal –y que lo esotérico es una farsa–, está la posibilidad de construir la sanación. Ya va siendo hora de respetar la espiritualidad que encierra la medicina y que tanto se han empeñado en borrar y tergiversar por el interés monetario de unos pocos. Hoy aplaudo la medicina alópata en cuanto a reparadores y joyeros del cuerpo humano. Me explico: cuando hay un accidente, y se toman medidas de prevención de urgencia tales como operar, extirpar, administrar corticoides o antibióticos de extrema urgencia”.

 

Háblenos del aceite de coco. ¿Por qué es tan milagroso?

“En su momento publiqué un video en YouTube que ya lleva más de un 1 millón y medio de visitas, en el que me entrevistaban en ´Mentiras Verdaderas´, de La Red, sobre el aceite de coco y en el cual invitaba al sistema sanitario y a
las autoridades pertinentes a realizar un seguimiento a 100 personas con distintas patologías, entre ellas Alzheimer y obesidad, a las que única y exclusivamente se les iba a administrar grandes dosis de aceite de coco y una óptima nutrición.
La condición era filmar y documentar absolutamente todo. Nunca obtuve respuesta. ¿Por qué? Porque el único problema
que hay con el aceite de coco es que NO vende fármacos. Y eso es lo que está sucediendo con respecto al aceite de coco.

Personas de todas partes del mundo se han expresado diciendo, por ejemplo: ´Me empecé a tomar 8 cucharadas de aceite de coco, estaba postrado en la cama, a los 11 días me levanté. Mi enfermedad revirtió´. Conste, eso no lo he publicado yo. Si bien le he dedicado una oda al aceite de coco en mi segundo libro, El fenómeno del aceite de coco, no sabía que fuera tan efectivamente beneficioso para los huesos. Es decir, la verdad siempre sale a flote. Estamos frente a algo capaz de sanar, en el más amplio sentido de la palabra, múltiples dolencias a gran velocidad. Sabemos que el aceite de coco es una grasa saturada saludable que está cargada de ácido láurico. El ácido láurico se transforma en monolaurina en el organismo un poderoso antimicrobiano y antivírico, con unas propiedades extraordinarias. Está presente en la leche materna, que es el alimento más perfecto que hay en el mundo. Sabemos que las civilizaciones que se alimentan a base de aceite de
coco –o de productos derivados– son las más longevas y sanas del planeta. Prácticamente no tienen enfermedades
cardiovasculares ni cerebrales. En cambio, con los aceites refinados a bajo costo, mira la pandemia que hay a nivel
occidental, tanto en Estados Unidos como en toda Latinoamérica: problemas cardiovasculares, obesidad, reflujo, acidez,
dolencias en la tiroides y una larga lista más de enfermedades. La verdad, está servida”.

Entrevista publicada originalmente en Febrero del 2018 en la Edición 165 de El Guardián de la Salud.