El aceite de oliva ha sido utilizado desde tiempos muy remotos. Los antiguos griegos lo llamaban ‘oro líquido’. La prevención de enfermedades crónicas y degenerativas como el Mal de Alzheimer y el de Parkinson se han asociado a la dieta mediterránea, en la que el aceite de oliva de buena calidad es la principal fuente de grasa.
Antioxidante
Debido a sus componentes con fuerte actividad antioxidante que inhiben el estrés oxidativo, el consumo de aceite de oliva extra virgen previene el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento.
Prevención de Derrames Cerebrales
Una investigación llevada a cabo por la Academia Americana de Neurología indica que el consumo regular de aceite de oliva puede disminuir los riesgos asociados a un derrame cerebral en un 41% en los adultos mayores.
Efectivo contra la inflamación, el cáncer de mama y la depresión
Se ha determinado que los componentes fitonutrientes del aceite de oliva son eficaces combatiendo las células de cáncer mamario, y los estudios sugieren que la abundancia de aceite de oliva en el estilo de alimentación mediterránea puede ser la razón por la que esta dieta ayuda a prevenir la depresión. Los científicos han descubierto ahora que los compuestos fenólicos en el aceite de oliva reprimen en forma directa a los genes asociados con la inflamación, algo especialmente importante en la detención de los peligrosos efectos del síndrome metabólico.
“Estos hallazgos refuerzan la relación existente entre la inflamación, la obesidad y la dieta, y proporcionan evidencia básica sobre los efectos saludables del consumo de aceite de oliva virgen en los seres humanos,” declaró el investigador Dr. Pérez-Jiménez
Protección del hígado, control del peso y de la digestión
En un nuevo estudio realizado en la Universidad Monastir de Túnez en conjunto con la Universidad Rey Saud de Arabia Saudita, los investigadores determinaron que el aceite de oliva extra virgen ofrece una potente protección antioxidante contra las toxinas que causan el estrés oxidativo y el daño hepático.
En síntesis, el aceite de oliva es beneficioso para mantener un peso saludable, reducir el colesterol malo, mejorar la salud del corazón, y prolongar la vida.
¿Cómo consumir el aceite de oliva?
El aceite de oliva extra virgen, prensado en frío y de la primera presión de las aceitunas, cuya acidez no supera el 0,8%, se convierte en un producto más nutritivo. El aceite debe ser almacenado en botellas de vidrio oscuro o en latas de acero inoxidable. Si se almacena en recipientes plásticos, el aceite absorberá los químicos de éstos. A menudo, los pequeños productores tradicionales venden su aceite sin filtrar, el que lucirá turbio o con algún sedimento, y para cuya producción utilizan aceitunas orgánicas.
Estos aceites de oliva son más caros. Pero incluso usando menos cantidad, su salud se beneficiará mucho más que usando gran cantidad de los aceites baratos. Es preferible consumir este aceite crudo, no obstante, si lo expone al calor, aun se conservan parte de sus compuestos beneficiosos.