Comer mucha azúcar es realmente malo para su salud. Su consumo excesivo ha sido vinculado a enfermedades como obesidad, diabetes tipo 2 y problemas cardíacos.
“Según el estudio británico Dietas Futuras, presentado a principios del 2014 por el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI, por sus siglas en inglés), que cita cifras de la FAO, nuestro país está entre las 15 naciones con mayor ingesta de azúcar a nivel mundial. Los chilenos consumen, en promedio, 60 g de azúcar per cápita al día, duplicando los 30 gramos recomendados por la Organización Mundial de la Salud”. (1)
Esta ingesta de azúcar, sin embargo, no está relacionada solamente al azúcar granulada con la que mucha gente endulza su té o café, sino que tiene que ver también con el azúcar “oculta” que se encuentra en muchos alimentos envasados y procesados, aun cuando varios de ellos son comercializados como saludables.
A continuación, 8 formas en que la industria alimentaria esconde el azúcar en los alimentos:
1. Disfraza el azúcar bajo diferentes nombres

‘Azúcares’ es el nombre genérico que se le da a los carbohidratos de cadena corta que le dan a los alimentos el sabor dulce. Sin embargo, hay muchas formas y nombres diferentes para el azúcar.
Puede que reconozca algunos de ellos como glucosa, fructosa y sacarosa. Pero hay otros más difíciles de identificar tales como:
Dextrosa, sacarosa, maltodextrina, malta de cebada, azúcar de remolacha, azúcar morena, azúcar de caña, azúcar impalpable, fructosa, dextrana, etil maltol, concentrado de zumo de fruta, azúcar rubia, azúcar invertida, maltosa, melaza, azúcar mascabado, panela, azúcar de palma, azúcar orgánica sin refinar, jugo de caña evaporado, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, néctar de agave, jarabe de algarroba, miel de caña, jarabe de malta, miel de maple, jarabe de salvado de arroz, etcetera.
2. Usa muchos tipos diferentes de azúcar
En las etiquetas de los alimentos el orden de los ingredientes está relacionado con el peso de estos, por lo tanto, los principales ingredientes figuran primero. Esto significa que entre mayor sea el contenido de un ingrediente, más arriba aparecerá en la lista.
Es por esto que, para evitar que el azúcar figure primero en la lista y su producto parezca más saludable, algunos fabricantes en vez de usar un solo tipo de azúcar en gran cantidad, usan de tres o cuatro tipos de azúcar diferentes pero en cantidades más pequeñas en un solo producto.
De esta forma, estos azúcares figuran más abajo en la lista de ingredientes, lo que hace pensar que el alimento es bajo en azúcar cuando, en realidad, ésta es uno de sus principales ingredientes.
Por ejemplo, algunas barras de proteína, a pesar de ser consideradas saludables, son muy altas en azúcar adicionada. Una sola barra puede contener tanto como 7,5 cucharaditas de azúcar adicionada, lo que equivale a 30 gramos.
Esta es la lista de ingredientes de una conocida barra de proteína. Los diferentes tipos de azúcar están destacados en negrita:
Mezcla de proteínas (aislado de proteína de soya, concentrado de proteína de suero, caseinato de calcio), jarabe de maíz, fructosa, chocolate, cobertura (azúcar, aceite de palma fraccionado, cacao, suero de leche, leche descremada, lecitina de soya, saborizante natural), cacao, agua, aceite de coco, saborizante natural, lecitina de soya, maltodextrina, goma guar, cacao, sal, carragenina.
Con esta lista uno podría pensar que la barra contiene más proteína que azúcar, dado que el primer ingrediente en la lista en una mezcla de proteínas.
Sin embargo, tiene cuatro tipos diferentes de azúcar. Esto significa que, a pesar de contener 20 gramos de proteína, contiene también 29 gramos de azúcar. Es decir, dos gramos más de azúcar que una barra de Snickers.
Por lo tanto, cuando lea las etiquetas de los alimentos, tenga bien presente que puede haber más de un tipo de azúcar en la lista.
3. Adiciona azúcar en los alimentos que uno menos espera

Es lógico pensar que un quequito o una barra de chocolate contengan mucha azúcar. Sin embargo, algunos fabricantes adicionan grandes cantidades de azúcar a alimentos que, por lo general, no son dulces, como los cereales de desayuno, las salsas listas para pastas, el pan de molde y la mayonesa, entre muchos otros.
También, hay alimentos que uno considera saludables pero que están llenos de azúcar. Es el caso del yogur. Algunos pueden contener tanta azúcar como 6 cucharaditas (29 gramos) en un solo pote.
Muchas personas no se dan cuenta de que estos alimentos contienen azúcar adicionada, y por lo tanto, no están conscientes de la cantidad de azúcar que están comiendo.
Así que si va a comprar alimentos envasados o procesados, asegúrese de leer las etiquetas y revisar el contenido de azúcar, incluso si el producto es presentado o considerado como saludable.
4. Usa azúcares “saludables” en vez de sacarosa (azúcar común de mesa)
Los fabricantes de alimentos también hacen que algunos de sus productos parezcan más saludables al cambiar el azúcar común por una alternativa de endulzante más “natural”, hecho de savia, fruta, flores, semillas de plantas o miel, y lo destacarán así en sus etiquetas indicando que su producto no contiene o es libre de azúcar refinada.
Ahora, es cierto que estos azúcares pueden ser más saludables, dado que algunos de ellos tienen un índice glucémico levemente más bajo que el azúcar común y pueden aportar algunos nutrientes; sin embargo, la cantidad de nutrientes que aportan es usualmente muy bajo, y aunque el azúcar adicionada sea “sin refinar”, sigue siendo azúcar, y se debería consumir en forma esporádica.
Tampoco hay evidencia de que intercambiar una forma de azúcar por otra aporte algún beneficio a la salud, en particular, si todavía consume demasiada azúcar en general.
5. Combina azúcares naturales con azúcares adicionados en la lista de ingredientes
Ciertos alimentos como las frutas, los vegetales y los lácteos, contienen azúcares naturales que, a diferencia de los adicionados, no representan un problema para la salud.
Esto porque los azúcares que se producen de manera natural son difíciles de consumir en grandes cantidades y, de hacerlo, aportan también otros nutrientes beneficiosos.
Tomemos como ejemplo la leche. Una taza de leche contiene 3 cucharaditas (13 gramos) de azúcar. No obstante, a la vez aporta 8 gramos de proteína y cerca de ¼ de los requerimientos diarios de calcio y vitamina D.
La misma cantidad de una bebida gaseosa, en cambio, contiene cerca del doble de azúcar y ningún otro nutriente.
Uno de los problemas con las etiquetas de alimentos es que no especifican qué cantidad del azúcar del producto es adicionada y qué cantidad es natural. Combinan todos los azúcares juntos y lo ponen en la lista como una cantidad individual, haciendo realmente difícil poder diferenciar la cantidad de una y otra.
6. Pone mensajes de salud a los productos

Diferenciar un alimento saludable de otro que no lo es no siempre es fácil si uno se deja llevar por lo que dice el envase.
Para que su producto parezca saludable, a pesar de estar lleno de azúcar adicionada, los fabricantes a menudo muestran mensajes que hacen alusión a la salud en la cara de los envases.
Los más comunes son “Saludable”, “Bajo en grasa”, “Diet”, “Light”, “Con granos integrales”.
Es verdad que, por lo general, estos productos sí son más bajos en grasa y calorías que las versiones normales. Sin embargo, y con el fin de mejorar su sabor, suelen agregarles más azúcar.
7. Aumenta las porciones por envase
Los alimentos envasados vienen con información nutricional que detalla las cantidades de nutrientes por cada 100 gramos y también por porción.
Una estrategia común de la industria alimentaria es reducir mucho el tamaño de la porción, por lo que el paquete puede tener varias porciones.
De esta forma, la cantidad de azúcar en cada una de estas pequeñas porciones puede parecer baja, pero en la práctica la mayoría de la gente se come dos o tres veces la cantidad indicada.
Para evitar esta trampa, fíjese en el tamaño de la porción y en el peso total del producto. Si hay un montón de porciones en un alimento pequeño, esté atento a la cantidad que come para evitar terminar consumiendo más azúcar de que la había planeado.
8. Saca versiones dulces de una línea baja en azúcar
Es posible que algunas de sus marcas favoritas de alimentos tengan productos bastante bajos en azúcar. Sin embargo, a veces los fabricantes tienen una marca establecida y lanzan una nueva versión que contiene mucha más azúcar.
Es común ver esto con los cereales para el desayuno, donde la misma marca saca un nuevo cereal con otros sabores o diferentes ingredientes adicionados.
Esto puede confundir a las personas que asumen que esta nueva versión es tan saludable como su elección habitual.
Mensaje final
Los azúcares adicionados pueden ser muy difíciles de detectar.
La forma más fácil de evitar su consumo es cocinar la mayoría de los alimentos en casa y evitar aquellos que sean altamente procesados.
Dicho eso, no todos los alimentos preparados son poco saludables o contienen montones de azúcar. Por ende, lo más importante es que use la información que le acabamos de proporcionar y aprenda a detectar en las etiquetas los azúcares adicionados y sus cantidades.
Referencia:
1. www.latercera.com/noticia/tendencias/2014/01/659-559720-9-chile-esta-entre-los-paises-con-mayor-consumo-de-azucar-en-el-mundo.shtml
Fuente:
https://authoritynutrition.com/8-ways-sugar-is-hidden/
(Artículo publicado originalmente en la edición 151 de El Guardián de la salud, en su versión impresa)
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