Por Miguel Toledo, Terapeuta e instructor de thai healing arts of chiang mai, tailandia (en Chile)
Ya hace 2400 años A.C. hay registros en la tumba de Akmanthor de acciones relacionadas con técnicas de masaje. Muchas culturas como la india, coreana, japonesa, griega y romana siempre tuvieron a bien considerar estas manipulaciones como una importante manera de poner solución a lesiones o trastornos psicosomáticos.
En la actualidad, existen alrededor de 80 técnicas diferentes que son empleadas con fines terapéuticos. En todos ellas los terapeutas presionan y estimulan de diferentes formas los músculos y otros tejidos blandos del cuerpo, variando la frecuencia de la presión y los movimientos aplicados.
Los dolores de cabeza son polifactoriales, pero en una sociedad como la nuestra, estos derivan –en gran medida–de problemas como la tensión muscular, el estrés, la falta de oxigenación de la sangre y otros.
Así, existen muchas técnicas como el masaje tradicional tailandés, la medicina tradicional China, el masaje ayurvédico, entre otros, que generan trabajos específicos que apuntan a solucionar estos dolores.
¿Cómo trabajan?
Estas técnicas operan de diversas formas, y tienen un efecto sanador tanto físico como psíquico (neuro-muscular).
El efecto psíquico es muy común a toda técnica, pues un masaje induce un estado de relajación y reduce el estrés, que es el responsable del surgimiento y evolución de una gran variedad de enfermedades; de hecho, se considera que el estrés está relacionado con dos terceras partes de las enfermedades humanas.
En estas manipulaciones se consigue una estimulación tal que ayuda a bloquear las señales de dolor que son enviadas al cerebro. También se estimula la liberación de una amplia gama de componentes químicos como serotonina y endorfinas, responsables de la sensación de bienestar (mucho mejor si se combina con ejercicios y una alimentación equilibrada).
Las técnicas de masoterapia ayudan a disminuir el dolor crónico, calman el sistema nervioso, regulan la presión sanguínea y el ritmo cardíaco.
Aplicado a la cabeza así como al resto del cuerpo, el masaje aumenta la capacidad de la sangre para transportar oxígeno; y también ayuda a aumentar los glóbulos rojos y blancos.
Hay demasiadas buenas razonas para tomar un masaje en caso de padecer un dolor de cabeza; sin embargo y de acuerdo a mi experiencia, es muy importante que el paciente lo haga con regularidad y que tenga una buena predisposición a recibirlo.
Por último, es importante que seamos conscientes de que hay ocasiones en que debemos dejar de lado aquellas actividades que provocan nuestros malestares, como por ejemplo una rutina laboral o de estudio muy estresantes. Esto último, sumado al hecho de no realizar actividad física, siempre será causal de malestares.
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