Lorena Castillo / Naturópata holístico – Paramédico
Nuestro corazón late normalmente cerca de 72 veces cada minuto sin que nos demos cuenta. Los latidos que se perciben después del ejercicio o grandes emociones son normales, pero las palpitaciones que sobrevienen sin estas causas y, además, tienen un ritmo irregular, se deben a un estado alterado del corazón y del sistema nervioso.
Un preinfarto es cuando una o más arterias que irrigan sangre al corazón, se bloquean por una recarga de sustancias extrañas que impiden que la sangre –llena de oxígeno– llegue hasta el corazón para bombearlo.
Síntomas y señales que pueden indicar el inicio de un infarto:
- Ritmo cardíaco elevado o irregular, sin causa aparente.
- Molestia en el centro del pecho hacia el brazo; puede ser dolor, quemazón o adormecimiento.
- Dificultad para respirar, sudor excesivo o sensación de indigestión.
- Hinchazón de pies y piernas debido a la mala circulación.
- Puede existir dolor de mandíbula, fatiga intensa y problemas con el sueño, minutos o hasta horas antes del preinfarto.
Qué hacer si presenta síntomas de un posible infarto y está solo
Las siguientes recomendaciones pueden salvar su vida:
–Pida ayuda o llame al 131. Luego, siéntese y evite caminar o realizar esfuerzo de inmediato.
-Aplique algo frío en su cabeza, en la zona que sienta más caliente (si se trata de un infarto, probablemente sea la zona justo por encima de sus orejas, en la sien). Esta medida ayuda a descomprimir el comando cerebral que inerva a las arterias coronarias, y por lo tanto, es sumamente útil.
–Tosa. Si es capaz de hacerlo entonces probablemente no se trata de un infarto, sino más bien puede estar cursando una arritmia súbita. En estos casos existe la recomendación de toser. “Durante una arritmia súbita (ritmo cardiaco anormal), puede ser posible que una persona consciente y con capacidad para moverse tosa fuerte y repetitivamente para que, mediante el aumento de la presión en el tórax, desarrolle un mecanismo reflejo capaz de abortar cierto tipo de arritmias”, expone el cardiólogo Txema Aguirre, de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, España.
–Desabróchese la ropa si le aprieta. Puede recostarse en el suelo boca arriba y colocar sus pies en alto apoyándolos sobre la cama o un sillón, por ejemplo. Esto abrirá el diafragma, facilitando la respiración, y brindando mayor oxígeno a la sangre.
–Si está semi-inconsciente, acuéstese de lado. Trate de respirar lenta y pausadamente por la nariz. Evite inhalar aire por la boca, ya que esto empeorará los síntomas por hiperventilación, causando mareos o visión borrosa, y alterando más rápidamente el ritmo de su corazón.
–Tome jengibre. El jengibre tiene la capacidad de inhibir las plaquetas, que son el componente principal en la formación de los coágulos sanguíneos. De esta forma, consumir jengibre como té ante los primeros síntomas de malestar puede retardar la aparición de un infarto. Para preparar el té, hierva una taza de agua con un trozo de jengibre rallado y cáscara de limón.
Importante:
No hay que intentar hacer reanimación cardiorrespiratoria o RCP. Este procedimiento solo debe ser aplicado a personas que se encuentran en paro cardíaco, a punto de perder la conciencia. Para quien tiene síntomas de preinfarto, puede ser en extremo peligroso.
Aclaración:
El presente artículo pretende ser una referencia útil para saber cómo reaccionar si el infarto es inminente, pero no sustituye la ayuda profesional de urgencias en caso de sospechar del riesgo de un posible infarto.
Encuentra este artículo junto a un Especial sobre Salud Cardíaca y Milagros de la medicina natural en la Edición Nº179 de El Guardián de la Salud Digital