GREGORIO BARRÍA
TERAPEUTA EN ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD
LIC. EN CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA, UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE
GREGORIO.BARRIA@GMAIL.COM
Un adecuado nivel de actividad física provoca en el ser humano variados beneficios en todos sus sistemas corporales. En los niños, esto es especialmente importante puesto que cuando ellos aumentan su tamaño, también lo hacen casi todas sus capacidades funcionales (motora, fuerza, capacidad aeróbica y anaeróbica), sus huesos se osifican y se aumenta el gasto energético para evitar excesos en las reservas de grasa corporal, entre otros.
Cualquier forma vigorosa y controlada de actividad física puede transformarse en un excelente medio para prevenir el sobrepeso y la obesidad, junto con otros problemas futuros, y lo mejor es que se puede aplicar de muchas formas, según los intereses y posibilidades de cada persona o familia. En este sentido, el verano ofrece un período ideal para que los niños puedan realizar diversos tipos de actividad física, tales como:
Correr: Distintos tipos de carreras y juegos de velocidad como “la pinta” o “el alto”.
Saltar: con o sin objetos (cuerda), dentro del juego y desde pequeñas alturas.
Lanzar: balones de distintos tamaños y texturas (basquetbol, voleibol, fútbol) considerando espacios pertinentes para ello.
Actividad en plazas públicas: con o sin máquinas de ejercicios, siempre supervisados por un adulto.
Ejercicios aeróbicos: en donde al finalizar la actividad, el niño sienta que puede seguir hablando sin dificultad.
En verano encontramos diversas instancias en las que los padres pueden apoyarse para promover estos tipos de actividad física para sus hijos, sobretodo en compañía de otros niños, fomentando así la sociabilización, el trabajo en equipo, la resolución de conflictos y el respeto de las reglas, entre otros aspectos:

Campamentos y colonias de verano: En general, son actividades recreativas que se desarrollan a nivel institucional (municipios, grupos Scout, empresas y clubes privados) con diversos fines, pero que en común buscan fomentar la actividad física, el deporte y la sana convivencia entre niños y jóvenes, dentro de un contexto poco habitual para ellos, generalmente en contacto con la naturaleza (parques al aire libre o lugares para acampar).
Escuelas deportivas: también se llevan a cabo a nivel de instituciones y empresas. Los deportes que se practican y potencian en general son el fútbol, el voleibol y la natación, de los cuales el más completo es sin duda este último, ya que el medio acuático ofrece diversas posibilidades de movimiento, lo que se transforma en un gran ejercicio físico casi sin impacto, muy divertido y aceptado en gran medida por los niños.
Como en este período la temperatura ambiental es elevada, la natación viene siendo lo más recomendado, ya que junto con los beneficios antes descritos, permite atenuar los efectos del calor y cada vez hay mayor acceso a recintos habilitados para ello.
Finalmente, es muy importante que los padres busquen además otro tipo de instancias en las que sus hijos puedan desenvolverse y hacer ejercicio, actividad física y/o deporte durante todo el año, pues la mantención de un buen nivel y cantidad de esto, debiese ser un proceso natural y para toda la vida, por lo que nunca debemos dejar de movernos, sobretodo por nuestra salud y calidad de vida.
Fuentes:
Willmore, J y Costill, D., Fisiología del Esfuerzo y el Deporte, 5ª Ed., Paidotribo, Barcelona, 2004.

Otra visión
El ejercicio promoverá el crecimiento adecuado y el movimiento articular. Será importante bajar los niveles de inflamación articular, para que los ejercicios sean efectivos y menos dolorosos.
importantes son el ácido ascórbico puro (vitamina C), el omega 3 y vitamina E natural. En los niños, el gramaje de vitamina C generalmente debe ir desde los 4 a 8 gramos diarios según tolerancia (la intolerancia puede manifestarse con leve diarrea). El omega 3 contiene ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). A partir de ellos -y a nivel enzimático- se forman resolvinas de la serie E y D, como también protectina D1. Estos compuestos ejercen acciones antinflamatorias e inmunoreguladoras significativas, que amortiguan la inflamación.
El omega 3 puede ser usado con confianza. En esta condición regularmente bastará con 2000 mg de aceite de sardinas a diario. En casos de crisis, puede aumentar hasta tres veces la cantidad, y además le será de alivio aplicar una fresca cataplasma de barro en las articulaciones inflamadas.
Cambie su alimentación, eliminando todos los alimentos que provocan inflamación como: harinas, azúcar, arroz blanco procesado, evite toda clase de aceites vegetales excepto el de oliva extra virgen y aceite de coco para cocinar, frituras, bebidas de fantasía con gas, jugos industrializados. Sustituya la sal de mesa por sal de mar.
mbién aumente el consumo de pescados y verduras de hoja verde. Incluya jugos de frutas a diario, como piña
y manzana. Consuma granos y semillas.
Use agua purificada o infusiones de jengibre para aliviar el dolor: en una taza de 200 ml, ralle 1/3 de cucharadita de raíz de jengibre, vierta agua caliente, deje que repose diez minutos y sirva.




Comienza un nuevo año escolar y con él la preocupación de algunos padres por el desempeño escolar que tendrán sus pequeños. No obstante, ¿sabía que puede influir notoriamente en el desarrollo cognitivo de sus hijos, haciendo que suban sus notas y mejoren su conducta? Esto es especialmente bueno si el niño/a ha mostrado signos de hiperactividad y ha tenido problemas en el colegio.
El cerebro de los pequeños requiere de nutrientes específicos para funcionar correctamente. La glucosa por ejemplo, es el principal combustible del cerebro, y está presente en todos los carbohidratos.
La rapidez mental tiene directa relación con la ingesta diaria de vitaminas y minerales, por lo tanto, las frutas y verduras (muy ricas en nutrientes) influirán enormemente en este aporte. Dentro de los minerales más necesarios para este efecto destacan fósforo, zinc, hierro y calcio.
¿Malas opciones o comodidad?
Las mejores opciones
Las grasas deberán ser naturales y ricas en aminoácidos como por ejemplo, huevos, palta, aceite de coco o de oliva, carnes, pescados (ricos en omega 3), hamburguesas caseras, yogurt natural, etc. (no frituras, ni
embutidos industriales).
Frutos rojos y manzanas. Debido a su alto contenido de antioxidantes, intervienen ante los radicales libres evitando el envejecimiento celular y protegiendo del deterioro mental.

Ésta es una sugerencia, que usted puede modificar o mejorar de acuerdo a las necesidades del niño. Como es usted quien protege la salud de su hijo, no acepte minutas escolares impuestas si ve que no son un verdadero aporte a su salud.
Antes del desayuno, será un gran aporte nutricional darle al niño un refrescante jugo de frutas casero (150ml). Puede hacerlo con berries y manzanas, pero los jugos de clorofila son una mejor opción ya que le entrega gran cantidad de enzimas, vitaminas y minerales para comenzar bien el día.
(Receta básica de jugo de clorofina: ½ manzana, un manojo pequeño de espinaca o perejil, agua y a la licuadora).




