¿Qué tiene que ver la nutrición con el Parkinson?

Compilado por Food for the Brain Foundation

Londres-Inglaterra

 

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo causado por una degeneración de las células en la parte del cerebro que produce la hormona neurotransmisora dopamina (mensajero químico). Se caracteriza por la pérdida del control motor, como lentitud de movimientos, rigidez, temblores y problemas de equilibrio, así como síntomas no relacionados con el movimiento, como estreñimiento, mal humor, fatiga, sueño y problemas de memoria.

 

Nutrición y enfermedad de Parkinson

La dopamina se produce en el cuerpo a partir de aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas. Cada vez que comemos un alimento rico en proteínas (como carne, pescado, huevos, pollo y frutos secos), el cuerpo descompone dichas proteínas en los aminoácidos que las componen. Dos aminoácidos (L-fenilalanina y L-tirosina) se transforman en L-Dopa, el cual luego se transforma en dopamina en el cerebro.

 

Se requieren cofactores de nutrientes (vitaminas y minerales) para cada etapa de este proceso de conversión, por lo que las deficiencias de estos pueden reducir la producción de dopamina.

 

Optimizar su alimentación para reducir su carga tóxica

  • Si bien se desconoce la causa del Parkinson, las toxinas ambientales, como los pesticidas y los herbicidas, están implicados. Los investigadores han encontrado que los niveles de estas sustancias químicas son más altos en los cerebros de los pacientes con Parkinson y que la incidencia de la enfermedad de Parkinson es mayor en áreas con un mayor uso de estas sustancias químicas, por lo que tiene sentido evitar cualquier toxina ambiental. Además, considere evitar toxinas dietéticas como el alcohol y la cafeína; ya que esto puede reducir la carga en las vías de desintoxicación de su organismo.

 

  • Asegúrese de consumir al menos siete porciones diarias de frutas y verduras orgánicas frescas (sin almidón). Estos nutrientes pueden ayudar a combatir la inflamación (una característica del Parkinson) y también respaldar las vías de desintoxicación de su cuerpo debido a su gran carga de antioxidantes.

 

  • Mantenga equilibrados sus niveles de azúcar. Comer azúcar y carbohidratos refinados provocarán inestabilidad en los niveles de glucosa en sangre. Los síntomas de que esto está sucediendo incluyen fatiga, irritabilidad, mareos, insomnio, depresión, sudoración excesiva (especialmente por la noche), falta de concentración y olvidos. Además, el exceso de glucosa en la sangre contribuirá a mayores estados inflamatorios.

 

Coma carbohidratos bajos en índice glucémico, combinado con proteínas en una proporción en peso de 1:1. Coma a intervalos regulares e incluya refrigerios que idealmente tengan la proporción 1:1 sugerida. Algunos ejemplos pueden ser: fruta fresca (no almidonada) junto a un puñado de nueces, o varitas de apio con ricota.

Solo coma alimentos dulces como un gusto muy ocasional y solo después de una comida o merienda saludable.

 

Prefiera los alimentos integrales ricos en vitaminas B: granos integrales, legumbres, frutos secos, semillas, frutas y verduras.

 

La vitamina B12 solo se encuentra en alimentos de origen animal: carne, pescado, huevos y productos lácteos.

 

Un buen punto de partida es también complementar un multivitamínico que proporcione niveles óptimos de vitaminas B, lo que significa 25 mg-50 mg de B1, B2, B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina) y al menos 100 mcg de ácido fólico y 10mcg de B12 y biotina.

 

Homocisteína

La homocisteína es un aminoácido que es tóxico si está elevado, y algunos estudios han encontrado que en personas con Parkinson se encuentra elevado. Los nutrientes necesarios para reducir la homocisteína incluyen ácido fólico, vitaminas B12 y B6, zinc y trimetilglicina (TMG). Algunos de estos nutrientes también son cofactores para la producción de dopamina.

 

 

Aumente sus grasas omega-3

Los omega-3 son antiinflamatorios, por lo que pueden ser de gran beneficio para la neuroinflamación característica del Parkinson.

 

Mejora del estado de ánimo: se han realizado muchas investigaciones sobre las propiedades estimulantes del estado de ánimo de las grasas esenciales omega-3. Un pequeño ensayo piloto controlado con placebo informó una mejora significativamente mayor de la depresión en pacientes con Parkinson tratados con suplementos de ácidos grasos omega-3 en comparación al placebo.

 

Coma pescado al menos dos veces por semana, semillas de linaza la mayoría de los días y complemente con un buen suplemento de aceite de pescado omega 3 (idealmente busque un suplemento que contenga EPA, DHA y GLA).

 

Los pescados ricos en EPA, el tipo de grasa omega 3 que se ha investigado más a fondo son (por cantidad de 100g.): caballa (1400 mg), arenque (1000 mg), sardinas (1000 mg), atún fresco (no enlatado) (900 mg), anchoa (900 mg), salmón (800 mg), trucha (500 mg).

 

Vitamina D

La vitamina D es un tema candente para la investigación desde que se descubrió que tenemos receptores para esta vitamina en el cerebro y que mejora el factor neurotrófico BDNF derivado de este (piense en esto como una hormona de crecimiento para las neuronas) el cual es antiinflamatorio y es aportado principalmente por la acción de la luz solar sobre la piel.

 

En un pequeño estudio piloto, se descubrió que la terapia con luz brillante era superior al placebo (luz menos brillante) en pacientes con Parkinson. Dado que la deficiencia de vitamina D es cada vez más probable a medida que envejecemos, tiene sentido asegurarse a tener un buen nivel de esta vitamina.

 

Controle sus niveles de vitamina D: solicite a su médico de cabecera o terapeuta nutricional una prueba de vitamina D. Si su nivel está por debajo de 75 nmol/litro, complemente con 2000 UI por día durante 12 semanas y luego vuelva a hacerse la prueba.

 

Expóngase al sol de forma sensata, una media hora sin bloqueador solar, pero no arriesgue la salud de su piel con el sol.

 

***Esperanza: «Las horas más adecuadas para tomar sol en otoño son en la mañana entre las 08:00 y las 11:00am y por la tarde después de las 16:00hrs.»

 

Aumente el magnesio

El magnesio es un mineral que actúa como relajante natural. Algunos indicios de deficiencia son: temblores o espasmos musculares, debilidad muscular, insomnio o nerviosismo, presión arterial alta, latidos cardíacos irregulares, estreñimiento, hiperactividad, depresión. El papel del magnesio para apoyar un buen sueño también puede ser muy importante aquí, ya que muchas personas con Parkinson experimentan patrones de sueño deficientes.

 

Aumente su consumo de magnesio aumentando el consumo de verduras de hoja verde (por ejemplo, espinacas, kale, repollo, verduras de primavera y semillas de calabaza). También puede complementar con 200-400 mg de citrato u oxalato de magnesio al día.

 

Digestión

  • Optimice la digestión y la absorción de nutrientes relajándose antes de comer y masticando bien los alimentos. Coma lejos de distracciones como la televisión, las computadoras portátiles, los teléfonos y el trabajo.

 

  • Considere tomar un probiótico con una amplia variedad de cepas de bacterias y al menos 15.000 millones de CFU (unidades formadoras de colonias: indica la cantidad de células viables).

 

  • Coma alimentos fermentados, como chucrut y yogur de pajaritos (kéfir).

 

  • Identifique las intolerancias alimentarias probando una dieta de eliminación: Elija el o los alimentos habituales de los cuales tiene sospechas que sufre de intolerancia: puede ser gluten (trigo, centeno, cebada), lácteos de todos los tipos y especies (vaca, oveja, cabra etc.), soja, levadura y huevos. Exclúyalo durante un breve período de prueba. Si se siente mejor sin él, considere seriamente retirarlo de su dieta.

 

Fuente: https://foodforthebrain.org/condition/parkinsons-disease/#

 

10 síntomas de deficiencia de vitamina D que necesita reconocer

Extracto de un artículo de naturalnews.com

Tomar vitamina D en nuestra juventud puede ser bueno para el cuerpo a largo plazo.  Los resultados de un estudio conducido por la Universidad de Zurich (UZH)  han confirmado que se necesita una ingesta suficiente de vitamina D tomada en forma consistente para mantener una buena salud ósea.

Muchas personas creen que con mantener hábitos alimenticios salu-dables es suficiente, pero la realidad es que sólo pocos alimentos contienen en forma natural niveles significativos de vitamina D. De acuerdo al Dr. Heike A. Bischoff-Ferrari, un facultativo de la UZH, para obtener niveles adecuados de vitamina D sólo a través de la alimentación, se debería consumir dos porciones de pescado graso como el salmón o la caballa ¡todos los días!

“O retomar el hábito de consumir aceite de hígado de bacalao”.

Por esta razón es necesario aumentar los niveles de vitamina D del cuerpo por medio de suficiente exposición al sol y de una buena suplementación, con el fin de usar el potencial pleno de esta vitamina solar para mantener una apropiada función corporal.

Las muchas caras de la vitamina D

En décadas pasadas, los profesionales de la salud pensaban que la vitamina D era buena sólo para mantener huesos y dientes saludables. Avances recientes en la ciencia, sin embargo, han puesto esta vitamina en el foco de atención al revelar tanto su rol multifacético en la correcta función del cuerpo humano, como su capacidad de reducir el riesgo de enfermedades que antes no se asociaban a ella.

A pesar de las recientes revelaciones sobre el potencial de la vitamina D, parece que no todos aprecian estos descubrimientos. El actual estilo de vida que implica trabajar en recintos cerrados ha contribuido al creciente número de casos de deficiencia de vitamina D a nivel mundial.  Esto se agrava con el hecho de que no todas las personas están conscientes de que pueden tener una deficiencia de vitamina D.

¿Tengo una deficiencia de vitamina D?

La mejor forma de descubrir una deficiencia en esta vitamina es por medio de un examen de sangre que medirá sus niveles en sangre. No obstante, es muy probable que tenga una deficiencia si presenta alguna de estas condiciones:

Esquizofrenia y depresión – Estos desórdenes han sido vinculados con una deficiencia de vitamina D. Un estudio reveló que era necesario mantener niveles suficientes de vitamina D durante el embarazo y la niñez para satisfacer al receptor de vitamina D en el cerebro, tanto para el desarrollo cerebral como para la mantención de la función mental en etapas posteriores de la vida.

Gripe – En un estudio publicado en Cambridge Journals, se descubrió que la deficiencia de vitamina D predispone a los niños a enfermedades respiratorias. Un estudio de intervención demostró que esta vitamina reduce la incidencia de infecciones respiratorias en los niños.

Enfermedad periodontal – Quienes sufren de esta enfermedad crónica que causa inflamación y sangramiento de las encías, deberían considerar –además de consumir vitamina C– aumentar sus niveles de vitamina D para producir defensinas y catelicidinas, compuestos que contienen propiedades microbianas y que reducen el número de bacterias en la boca.

Asma – La vitamina D puede reducir la severidad de los ataques de asma. La investigación conducida en Japón reveló que los ataques de asma en los niños escolares disminuyó significativamente en aquellos pequeños que tomaron un suplemento de vitamina D diario de 1200 UI.

Debilidad muscular y problemas óseos – De acuerdo a Michael F. Holick, experto en vitamina D, la debilidad muscular usualmente es causada por una deficiencia de vitamina D, ya que para que los músculos esqueléticos funcionen apropiadamente, sus receptores de vitamina D deben ser sustentados con vitamina D. Además, existe una comprobada relación entre la vitamina D y la fijación de calcio, por lo que una carencia en esta vitamina puede conllevar a problemas óseos de diversa índole, entre ellos la osteoporosis.

Enfermedad cardiovascular – La falla cardíaca congestiva está asociada con una deficiencia de vitamina D. La investigación conducida en la Universidad de Harvard entre las enfermeras, encontró que las mujeres con bajos niveles de vitamina D (17 ng/m [42 nmol/L]) tuvieron un riesgo 67% mayor de desarrollar hipertensión.

Psoriasis – En un estudio publicado por PubMed Central del Reino Unido, se descubrió que análogos de vitamina D sintética fueron útiles en el tratamiento de psoriasis.

Diabetes – En un estudio conducido en Finlandia presentado en Lancet.com, se le dieron 2.000 UI de vita-mina D3 por día a 10.366 niños, durante su primer año de vida. Estos niños fueron monitoreados durante 31 años y en todos ellos, el riesgo de diabetes tipo 1 se redujo en un 80%.

Enfermedad renal crónica – De acuerdo a Holick, los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada (en especial aquellos que requieren diálisis) no pueden fabricar la forma activa de vitamina D. Estos individuos necesitan tomar 1.25-dihidroxivitamina D3 o uno de sus análogos calcémicos para apoyar el metabolismo de calcio, disminuir el riesgo de osteoporosis (también llamada enfermedad renal ósea) y regular los niveles de la hormona paratiroidea.

Cáncer – Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown en Washington DC descubrieron una conexión entre una ingesta alta de vitamina D y un menor riesgo de cáncer de mamas. Estos hallazgos, presentados en la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer, reveló que mayores dosis de la vitamina solar fueron vinculados a una reducción del 75% en el crecimiento de cáncer en general y a un 50% de reducción de tumores en aquellas personas que ya tenían la enfermedad. Fue interesante ver la capacidad de la suplementación con esta vitamina para ayudar a controlar el desarrollo y crecimiento del cáncer mamario.

La prevención es proactiva

La idea aquí no es tenerle miedo a estas diversas condiciones de salud asociadas a una deficiencia de vitamina D, sino adoptar un enfoque proactivo de prevención que puede ayudar a evitar muchas de estas enfermedades. Con tan solo dar una caminata bajo el sol podríamos ahorrar miles de pesos en médicos y medicamentos, y tener la tranquilidad mental que nos brinda el hecho de estar saludables.  Así que, ya lo sabe, deje los paraguas para los días lluviosos.

Fuentes:

http://www.naturalnews.com/035089_vitamin_D_deficiency_signs_symptoms.html#ixzz2MJlqJVUe

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La vitamina D reduce la incidencia de caries

Por Ruth Modra, Editora ejecutiva de El Guardián de la Salud

Con menos tiempo al aire libre y el uso constante de protectores solares, los niveles de vitamina D (que se produce con la exposición al sol) están disminuyendo en muchas poblaciones. Mientras tanto, la cantidad de caries en los niños ha aumentado. ¿Existe una conexión? Una revisión de varios estudios sobre las caries dentales y la vitamina D indica que sí. De hecho, estudios llevados a cabo con niños en muchos países vinculan el consumo de vitamina D a una enorme reducción del 50% en las caries dentales.

La revisión, recién publicada en la revista Nutrition Reviews, abarca 24 ensayos clínicos controlados, hechos con unos 3.000 niños, y cubre los años desde la década de 1920 hasta la de 1980. Los ensayos estudiaron los altos niveles de vitamina D en niños mediante la radiación UV suplementaria, o reforzando sus dietas con aceite de hígado de bacalao o un suplemento de vitamina D.

Mi objetivo principal era resumir la base de datos del ensayo clínico, para que pudiéramos darle una nueva mirada a esta pregunta de la vitamina D”, expresó en un comunicado de prensa el Dr. Philippe Hujoel de la Universidad de Washington, quien realizó la revisión.

Los dentistas saben esto hace mucho tiempo

Esta no es la primera vez que se ha pensado que la vitamina D detiene las caries. En 1950, la Asociación Médica Americana y el Consejo Nacional de Investigaciones de los Estados Unidos concluyeron que la vitamina D era beneficiosa para reducir las caries. Sin embargo, la Asociación Dental Americana (el grupo de dentistas profesionales con la influencia más poderosa) luchó contra esta conclusión, y así la información de que la vitamina D reduce las caries básicamente desapareció. Mientras, los dentistas empezaron a hacerle fuerte promoción a los costosos tratamientos con flúor y continuaron rellenando más y más caries.

Los resultados del Dr. Hujoel probablemente no hacen muy felices a algunos dentistas, sin embargo, aquellos médicos profesionales y científicos que están familiarizados con los últimos estudios de la vitamina D no se sorprendieron. El Dr. Michael Hollick, profesor de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Boston, señaló en un comunicado de prensa que “las conclusiones de la Universidad de Washington reafirman la importancia de la vitamina D para la salud dental…los niños que tienen deficiencias de esta vitamina tienen una aparición de dientes tardía y son propensos a la caries”.

Como mensaje final respecto de esta revisión, el Dr. Hujoel da el siguiente consejo a las mujeres embarazadas o las madres jóvenes: “la vitamina D es esencial para la salud de su hijo o hija”. “Esta vitamina da lugar a dientes y huesos mejor mineralizados”, concluyó.

Fuente:

http://www.naturalnews.com/z038183_vitamin_D_cavities_dental_health.html

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