Compilado por Luis Quinteros
Terapeuta en medicina ortomolecular
Normalmente, las úlceras se desarrollan como secuela de un crecimiento tumoral en la curvatura mayor del estómago, en el intestino delgado o colon.
En cualquiera de estos casos las causas son por situaciones o circunstancias de enojo de tipo familiar, laboral, financiero, peleas, traiciones o decepciones.
A veces los síntomas provocados por los tumores (como dolor, estreñimiento e inflamación) son “controlados” por medicamentos, lo que no ayuda en nada y, peor aún, a veces provocan otros problemas.
Cuando es superado el problema que causó el crecimiento del tumor (que a menudo no es detectado) comienza a ser degradado por bacterias, las cuales por lo general actúan exageradamente, provocando rompimientos o úlceras con inflamación y dolor, en las que hay que tener especial cuidado de la persona.
No hay fármacos que ayuden en esta situación, excepto algunos antibióticos en dosis muy pequeñas, controlados y en horarios precisos (por lo general por la noche, cuando hay mayor actividad de los microorganismos). El exceso de antibióticos puede abatir los microorganismos disponibles para degradar el tumor, deteniendo su acción, y el tumor puede reaparecer o permanecer.
Síntomas de úlcera
Hemorragia intestinal, anemia, dolor abdominal (cólicos), vómitos, diarrea y fiebre.
Remedios naturales
1. Colocar un manojo de perejil en una licuadora con un vaso de agua, batir y tomar un vaso diario.
2. Hervir tres cucharaditas de llantén en tres tazas de agua durante tres minutos. Dejar en reposo, colar y tomar una taza tres veces al día.
3. Hervir una cucharada de planta malvavisco (althaea officinalis) y de jengibre en tres tazas de agua durante 10 minutos. Luego añadir una cucharada de ulmaria (felipendula ulmaria), dejar reposar y tomar tres veces al día.
4. Beber medio vaso de jugo de papaya media hora después de comer.
5. Verter 15 gramos de hojas de albahaca seca en un litro de agua hirviendo, tapar y dejar enfriar. Tomar tres tazas diarias después de las comidas.
6. Beber diariamente de dos a cinco vasos de jugo fresco de apio (tallos y hojas)
7. Consumir a diario plátanos verdes (no las bananas comunes) hervidos u horneados, ya que contienen un factor que refuerza el revestimiento del estómago.
8. Licuar dos zanahorias junto con una hoja de repollo blanco y un vaso de agua. Colar y tomar a sorbos entre las comidas.
Sugerencias
-Consumir frutas, verduras y granos como chía y linaza (previamente remojados), pasados por el procesador de alimentos y colados, debido a que el contenido de fibra podría provocar mayor irritación.
-Ingerir seis comidas pequeñas al día, ya que esto modera los síntomas sin recargar la digestión ni provocar roces con la herida. También ayuda a controlar la cantidad de ácidos digestivos.
-Evitar los alimentos muy calientes y también los congelados, ya que podrían alterar funciones digestivas.
-Evitar el consumo de alcohol, cualquier tipo de aditivos químicos y edulcorantes artificiales, ya que podrían agudizar los síntomas de sangrado por irritación o estimulación de la circulación. Lo mismo provoca el sol y el calor, por lo tanto hay que evitar la exposición directa.
-El uso de vitamina C controla la cantidad de bacterias que se encuentran degradando el crecimiento anormal del intestino, es decir, antes de una colitis ulcerosa, Crohn o úlcera estomacal, hubo inflamación y tumor. La vitamina C también ayuda a evitar la retención de líquidos, que es muy peligrosa en la zona intestinal, ya que puede causar obstrucción.
-La fiebre interna, inflamación y dolor, pueden ser muy bien controlados con cataplasmas de barro en toda o parte de la zona abdominal más afectada.
-El consumo de omega 3 (una a dos cápsulas diarias), aceite de germen de trigo procesado en frío (una cápsula dos veces al día), y proteínas de fácil digestión, ayudan a evitar la inflamación, el dolor y el excesivo trabajo digestivo, y apoyan el proceso de reparación.
-Idealmente elegir alimentos de bajo índice glucémico, y así evitar la rápida estimulación de la insulina, pues esta hormona potencia la circulación y el sangrado.
Es muy importante dejar reposar y descansar a la persona todo lo que necesite, evitando al máximo situaciones y/o personas estresantes.
En estos casos es imprescindible acoger y acompañar al paciente, mantenerlo calmado y cómodo. Según el doctor Hamer, si un paciente se hospitaliza en estas condiciones (ulceras de intestino y colon) puede sufrir un síndrome de túbulos colectores renales (síndrome TCR) o conflicto de abandono, provocando una excesiva retención de líquidos, lo que complica la situación y puede poner en riesgo de vida al paciente.
Fuentes:
www.learninggnm.com
www.fucoa.cl/hierbas_medicinales/hierbas2.php