¿Sabías que los medicamentos para la acidez y la indigestión están entre los que se prescriben con mayor frecuencia en EE.UU.? Si bien estas drogas pueden aliviar temporalmente esa sensación de quemazón, reduciendo el ácido gástrico estomacal, lo que tu médico probablemente no te dice es que todos los antiácidos, inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 (como la famotidina) pueden hacerte más mal que bien.
Extracto de los artículos del Dr. David Blyweiss y Alice Wessendorf para Healthier Talk (www.healthiertalk.com)
Los antiácidos neutralizan el ácido hidroclorhídrico (AH) del estómago. El AH es un jugo digestivo esencial para una correcta digestión. Es más, sin suficiente AH, las bacterias patógenas pueden florecer –particularmente en el tracto intestinal.
El AH es de suma importancia para la activación de la enzima pepsina. Si no hay suficiente pepsina en el estómago, la proteína no se descompone por completo, y eso puede conducir a perturbaciones estomacales.
No obstante, lo más preocupante es que la ingesta regular de los medicamentos supresores de ácido, conocidos como inhibidores de la bomba de protones, pueden debilitar los huesos y hacer a la persona más vulnerable a infecciones.
Si bien una toma ocasional de estos medicamentos probablemente no te hará daño, depender de estos supresores de ácido puede contribuir a otros problemas de salud. Además, estas drogas solo tratan los síntomas y no la causa subyacente de los mismos.
En caso de indigestión crónica, lo primero que se recomienda es un buen suplemento de enzimas digestivas. Tomado junto con las comidas, estos suplementos aumentan los niveles enzimáticos de manera que puedas digerir los alimentos que ingieres de manera más completa. Busca uno que mezcle enzimas de amilasa, lipasa y proteasa. También es bueno que consumas más frutas y vegetales crudos (con el estómago vacío o antes de las comidas), ya que también contienen enzimas.
Algunos consejos para mitigar el fuego:
Toma un suplemento probiótico multicepa con prebióticos adicionados (incluyendo fructooligosacáridos e inulina extraída de frutas y vegetales) para combatir los patógenos que pueden causar molestias estomacales.
Come comidas más pequeñas y frecuentes, y asegúrate de masticar completamente los alimentos (se recomienda masticar de 20 a 30 veces cada bocado).
Trata de no comer cuando estés estresado. Toma unos minutos para relajarte y respirar en forma profunda antes de comer.
Evita la ropa ajustada en la cintura.
Evita acostarte durante al menos 3 horas después de comer.
Duerme sobre tu lado izquierdo. Esto mantiene el estómago bajo el esófago.
Alternativas naturales que reemplazarían al omeprazol
Si sufres de dolores estomacales, ardor, acidez, reflujo, etc. podrías beneficiarte al seguir estos consejos naturales:
Vinagre de sidra de manzana Ideal que sea de origen ecológico u orgánico, ya que no tendrá componentes químicos ni aditivos. Puedes tomarlo directamente mezclando una cucharada de vinagre de manzana con un poco de agua.
Bicarbonato de sodio: Funciona como un antiácido natural que elimina el dolor y la acidez, pero está contraindicado para quienes deban seguir una dieta baja en sodio. Disuelve una cucharada de bicarbonato en un vaso de agua y toma inmediatamente.
Zumo de aloe vera: Puedes comprar el jugo de aloe vera envasado o la hoja. Si es envasado, bebe unas dos cucharadas mezcladas con un poco de agua antes de las comidas. Si tienes la hoja, corta un trozo del tamaño de una cajita de fósforo, pélala y ponla en la licuadora con 150 ml de agua filtrada y 1 cucharadita de miel o unas gotas de stevia (opcional).
Agua con limón en ayunas: Exprime medio limón en un vaso de agua tibia y toma al despertar.
Glutamina: Nutriente con una fuerte capacidad antiinflamatoria que ayuda a reducir el ácido estomacal. Se encuentra en lácteos, carnes rojas, frutos secos y espinaca, o como suplemento.
Raíz de regaliz: En infusión. Tómala cada mañana junto al desayuno, preparando así el estómago para el resto del día.
Jugo de papa cruda: Lava una papa con su cáscara y ponla en un extractor de jugo. Bebe el jugo extraído de inmediato.
Papaya fresca: A la primera señal de acidez, come un poco de papaya fresca CON las semillas. Hay enzimas en esta fruta tropical que ayudan a descomponer los alimentos. También puedes obtener resultados similares con papaya o papaína en cápsulas.
Piña fresca: Al igual que la papaya, en la piña abunda la bromelina, una enzima que asiste en la digestión ayudando a descomponer los alimentos.
Semillas de hinojo: Mezcla dos cucharadas de semilla en una taza de agua hirviendo. Deja reposar algunos minutos, cuela y bebe el té endulzado con stevia si lo deseas.
Ruibarbo: Corta un trozo del tallo y mastica por unos minutos. Su sabor es agrio, pero alivia la acidez.
Semilla de anís: Mastica unas semillas al experimentar los primeros síntomas de acidez.
Perejil fresco: Mastica una ramita fresca para aliviar la indigestión.
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