Los mejores remedios naturales para los dolores articulares

Alrededor de un tercio de todos los adultos experimentan algún tipo de dolor en las articulaciones, principalmente en los meses fríos del año. (1) Las zonas del cuerpo más propensas a los dolores son las que cargan gran parte del peso corporal o las involucradas en movimientos repetitivos, como la parte baja de la espalda, el cuello, las rodillas, las caderas, los hombros, las muñecas y los tobillos.

 

Extracto de un artículo de Josh Axe, Doctorado en medicina natural/ Quiropráctico/ Nutricionista Clínico.

El dolor en las articulaciones puede ser tan agudo con cada movimiento, que incluso actividades rutinarias como subir escaleras o levantar algún peso resultan difíciles, y esto puede terminar afectando la calidad de vida de las personas.

Ante esta situación, existen varios tratamientos naturales con los que se puede aliviar naturalmente la inflamación y el dolor, y son una alternativa segura a los medicamentos analgésicos, que muchas personas toman a diario y varias veces al día, como si de pastillas inocuas se tratara.

¿Qué son las articulaciones y por qué duelen?

Las articulaciones son los tejidos que conectan los huesos y ayudan a soportar los movimientos en todo el cuerpo. Si bien a veces puede parecer que el dolor se origina en un músculo o hueso, lo más probable es que provenga de las articulaciones inflamadas y de los tejidos blandos circundantes, aunque a veces, los dolores en los músculos o en los huesos también pueden empeorar los dolores articulares.

Causas de dolor en las articulaciones

Hay varias causas potenciales para el dolor en las articulaciones, que pueden incluir, entre otras:

  • Edad avanzada. Con el paso de los años, el colágeno –que forma el cartílago en las articulaciones– comienza a deteriorarse, por lo que es más probable que ocurran dolores.
  • Artritis. Las personas con artritis desarrollan dolor debido a procesos neurofisiológicos complejos que conducen a la generación de inflamación y, por ende, sensación de dolor.(4)
  • Uso excesivo de la articulación por movimientos repetitivos, como en el caso de los tenistas o maratonistas, por ejemplo.
  • Uso de calzado inadecuado, lo que puede desgastar las articulaciones y empeorar el dolor.
  • Mala postura, lesiones, impacto o trauma.
  • Inactividad o un estilo de vida sedentario, como pasar muchas horas al día sentado.
  • Falta de sueño, que puede contribuir a fatiga, dolor y rigidez.
  • El dolor en las articulaciones también puede empeorar si otra afección comienza a debilitar los músculos o a causar dolor en los huesos, como bursitis, osteoporosis o una fractura.

 

6 remedios naturales para el dolor en las articulaciones

 

1. Sales de Epsom

Un remedio clásico para cualquier dolor muscular o articular, es tomar un baño relajante con sales de Epsom. Con alto contenido de magnesio y sulfatos, estas sales se absorben fácilmente a través de la piel proporcionando un rápido alivio, ya que reducen la inflamación y los espasmos musculares, y relajan las zonas tensas.(5)

Agregue dos tazas de sales a la bañera llena de agua caliente y sumérjase allí durante al menos 20 minutos. De manera opcional, puede hacer compresas con sales de Epsom que deberá aplicar directamente sobre la piel. Para hacer la compresa, simplemente disuelva 1 taza de sales en 1 ½ litro de agua, y luego sumerja una toalla por varios minutos para absorber la solución. Estruje y ponga sobre la zona dolorida.

 

2. Calor y frío

Para el alivio inmediato del dolor en las articulaciones, dele un descanso a la zona dolorida y pruebe con un enfoque calor-frío para controlar el dolor. Ponga un guatero caliente (de agua o semillas) sobre el área afectada durante veinte minutos. De inmediato, aplique una bolsita con hielo, envuelta en un paño, durante otros veinte minutos. Intente, en lo posible, aplicar calor-frío todos los días, al menos por 15 minutos. Si tiene la zona muy inflamada, procure mantenerla elevada (dependiendo de la articulación afectada), con el fin de reducir la retención de líquido. También puede hacerse friegas con aceite esencial de menta y/o eucalipto sobre la zona inflamada, puesto que, debido a los efectos refrescantes del mentol, estos aceites reducen el calor, la hinchazón y la incomodidad, ya que se absorben directamente a través de la piel.(6)

 

3. Muévase y haga alguna actividad física

Los músculos rígidos a causa de la inactividad pueden causar dolor en las articulaciones o empeorar afecciones como la artritis. Por ejemplo, la tensión en los músculos de las piernas puede ser responsable del estrés adicional que se ejerce en las rodillas y las caderas, ya que los músculos débiles contribuyen a la inestabilidad y aumentan el riesgo de lesiones. Hacer ejercicio regularmente puede ayudar a fortalecer y estirar las articulaciones y los músculos afectados, mejorar la circulación y, a menudo, reducir el dolor.

Además, cuanto más fuerte se vuelven los músculos y las articulaciones, mayores posibilidades tiene la persona de mantenerse activa, sin tener que lidiar con el dolor. Preocúpese de realizar ejercicios de “bajo impacto” como la natación, la caminata, el uso de máquina elíptica y pilates, por ejemplo. Pero no tiene que comprometerse con horas de ejercicio para estar activo, puede comenzar de manera pequeña e ir aumentando la flexibilidad, la coordinación y la fuerza, sobre todo en las zonas más débiles.

 

4. Si aplica, baje de peso

Llevar kilos de más ejerce tensión innecesaria en las articulaciones y huesos. Si sufre de dolor en las articulaciones, o un trastorno óseo, como la osteoporosis, el sobrepeso también puede acelerar la degeneración ósea. Incluso bajar solo unos cuantos kilos puede aliviar el dolor y evitar problemas futuros. Por lo general, cuando el sobrepeso o la obesidad están contribuyendo a un problema de salud, los expertos recomiendan tratar de bajar alrededor del 5-10% del peso corporal total para ver si los síntomas mejoran.

 

5. Modificaciones en la alimentación

La forma más fácil de prevenir el dolor a largo plazo es un cambio en la alimentación. La inflamación crónica en el cuerpo causa debilidad, y esto, a la larga, lleva a la degeneración del tejido. Al seguir una alimentación antiinflamatoria, es probable que el dolor articular y óseo causado por la inflamación o hinchazón comience a disminuir. Los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en alimentos como el pescado de agua fría, las semillas de chía y las nueces son excelentes para ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Las frutas y verduras frescas están llenas de antioxidantes que combaten los efectos del envejecimiento. Trate de limitar (o incluso eliminar por completo) los alimentos procesados, las grasas trans y los azúcares adicionados, ya que pueden causar inflamación severa en el cuerpo.

 

6. Colágeno y otros suplementos útiles

El colágeno es el tipo de proteína presente en nuestro cuerpo que ayuda a construir articulaciones y mantiene fuerte el tejido conectivo. Tiene funciones esenciales tanto para la salud mental como física, incluso para mantenernos libres de dolor. Debido a que actúa como una especie de “pegamento” natural en el cuerpo, esta proteína tiene muchos beneficios, tales como apoyar el crecimiento de masa muscular, disminuir los síntomas de la artritis, curar las paredes de las arterias y del tracto digestivo, aumentar la energía y ayudarnos a recuperarnos de los entrenamientos. Nuestro cuerpo genera colágeno a partir de proteína y vitamina C. Algunas de las principales fuentes dietéticas de proteínas, son la carne de vacuno, pollo, pescado y huevo. El colágeno también está disponible en forma de suplemento, o se puede obtener naturalmente del caldo de hueso hecho en casa.

 

  • Enzimas proteolíticas: son una gran alternativa a la aspirina. En ciertos estudios, los atletas o aquellos con dolor en las articulaciones pudieron reducir el tiempo de recuperación –a veces hasta en un 50%– al tomar suplementos de enzimas proteolíticas, que ayudan a reducir la inflamación de forma natural y a mejorar la absorción de nutrientes/ proteínas. La bromelina es un tipo de enzima proteolítica que se encuentra en las piñas y ha demostrado reducir la hinchazón y las causas del dolor. Además, las enzimas son útiles para digerir la proteína (aminoácidos), que se necesita para crear colágeno y reparar el tejido dañado.(4)
  • Hierbas antiinflamatorias: cúrcuma, jengibre y boswellia (incienso indio): son excelentes para reducir la inflamación en todo el cuerpo. Puede tomarlos como suplementos para obtener una dosificación más concentrada, o utilizarlos en la cocina.
  • Ácidos grasos esenciales: las grasas omega 3 tienen beneficios en todo el cuerpo, ya que ayudan a combatir la inflamación. El salmón, las sardinas, la caballa y la carne de vaca alimentada con pasto son buenas fuentes de omega 3, así como las semillas de linaza, de chía y las nueces.
  • Electrolitos (como potasio y sodio): los electrolitos son necesarios para reducir el dolor muscular, controlar la retención de líquidos y ayudar con la desintoxicación. También ayudan al organismo a combatir la inflamación, llevando agua y nutrientes a las células. El potasio ayuda a eliminar los desechos y otras toxinas de las células, por lo que niveles bajos de este mineral pueden causar dolor e inflamación en las articulaciones. Las verduras de hoja verde, el camote, el plátano, la palta y el agua de coco son alimentos que tienen un buen equilibrio de electrolitos para acelerar el proceso de curación.
  • Calcio y vitamina D: los huesos y los dientes necesitan calcio, pero el cuerpo no puede producirlo naturalmente. Por lo tanto, debemos absorberlo a través de los alimentos o por medio de un suplemento de calcio que efectivamente sea de buena calidad como el citrato de calcio. Las fuentes naturales de calcio son las verduras de hojas verdes oscuras, los productos lácteos y las almendras. Si elige tomar un suplemento, asegúrese de que, además de calcio, también contenga vitamina D, para ayudar a su cuerpo a absorber la mayor cantidad posible de este mineral. El pescado, los huevos y la luz solar son las mejores fuentes naturales de vitamina D.

 

  • Glucosamina: se encuentra naturalmente en el cartílago. La mejor forma de consumir glucosamina de forma natural es preparar un caldo de huesos casero. Pero también viene como suplemento, en polvo, comprimidos o líquido.

 

Fuente:
https://draxe.com/natural-remediesfor-bone-and-joint-pain/
*Los estudios de los números referenciales indicados a lo largo del artículo se encuentran disponibles en el escrito original, en la fuente señalada.

Encuentra este artículo junto a otros de interesantes temáticas, como: triglicéridos, pólipos intestinales, intolerancia a la lactosa, autismo, salud cardíaca, etc. en la Edición Nº 171 de El Guardián de la Salud Digital, consíguelo AQUÍ

Cómo nos hacen engordar con Glutamato Monosódico (GMS)

Ansiamos un alimento y creemos que es el producto en sí, pero en realidad es el aditivo químico que contiene el que causa nuestro antojo. Muchas veces este aditivo es el Glutamato Monosódico o GMS, que se esconde detrás de más de 25 nombres, incluso uno tan inofensivo como “saborizante natural”.

John Erb se desempeñaba como investigador adjunto de la Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá, y realizó un sorprendente descubrimiento mientras revisaba publicaciones científicas para un libro que estaba escribiendo, llamado: “El Lento Envenenamiento de América”. A continuación, algunos párrafos destacados de su investigación:

“A través de cientos de estudios en todo el mundo, los científicos están creando ratones y ratas obesas para utilizarlas en pruebas de análisis sobre la dieta o la diabetes. No existe una raza de ratas o ratones que sea naturalmente obesa, por lo que los científicos tienen que crear animales obesos. Convierten a estas criaturas en obesos mórbidos mediante la inyección de GMS apenas nacen. El GMS triplica la cantidad de insulina que secreta el páncreas, ocasionando que las ratas (¿y los seres humanos?) se vuelvan obesas. Incluso le tienen un nombre a estos roedores obesos: Ratas tratadas con GMS o ¡roedores genéticamente predispuestos a sufrir ataques cardíacos y diabetes! Yo también quedé impactado. Fui a mi cocina a revisar la despensa y el refrigerador. El GMS estaba en todo, especialmente en alimentos “saludables bajos en grasas”. Los productos que no tenían GMS marcado en la etiqueta, sí tenían algo llamado “proteína vegetal hidrolizada”, que es solo otro nombre para el glutamato monosódico, un aditivo sobre el que existe muy poco control.”

“Es sorprendente ver hasta qué punto muchos de los alimentos que consumen nuestros hijos todos los días están llenos de este aditivo. El GMS se esconde bajo muchos nombres, con el fin de engañar a aquellos que leen cuidadosamente la lista de ingredientes, para que así no puedan detectarlo. (Otros nombres utilizados para el GMS: acentuante del sabor, ajinomoto y ablandador natural de carne.) Pero esto no termina ahí. Cuando con mi familia salíamos a comer, empezamos a preguntar en los restaurantes qué productos ofrecidos en el menú tenían GMS. Muchos empleados, e incluso gerentes de los locales, me juraron que no utilizaban GMS en sus platos. Algunos de ellos realmente ignoraban que el GMS fuera peligroso para la salud. A otros simplemente no les importaba. Pero cuando pedimos la lista de ingredientes, que entregaron a regañadientes, por supuesto que había GMS y proteínas vegetales hidrolizadas en todas partes: Burger King, McDonalds, Wendy’s, Taco Bell. Y muchos restaurantes lo utilizan en abundancia. KFC (Kentucky Fried Chicken) parecía ser el peor: GMS en cada plato de pollo, y en el aderezo para ensaladas y salsas. No es de extrañar entonces por qué me gustaba tanto comer el apanado: su especia secreta era GMS”.

 

 

 

 

 

 

¿Se trata de un preservante o de una vitamina? Ninguno de los dos. De acuerdo a John Erb: “Se añade GMS a los alimentos por los efectos adictivos que este tiene sobre el cuerpo humano”.

Un estudio realizado en adultos mayores demostró que la gente consume más cantidad de aquellos alimentos a los que se les ha agregado GMS. El grupo de defensa del glutamato dice que comer más es algo que beneficia al adulto mayor, ¿pero qué le produce al resto de nosotros? La frase comercial: “Apuesto a que no puedes comer solo una”, adquiere un nuevo significado en lo que al GMS respecta. Y nos preguntamos, ¿por qué la población sufre de sobrepeso? Los propios fabricantes que usan GMS admiten que la gente es adicta a sus productos. Este aditivo hace que las personas elijan sus productos y no otros, y que los consuman más que cuando no se les agrega GMS.

Incluso el sitio web de propaganda, patrocinado por los fabricantes de alimentos del grupo lobby de apoyo al GMS (http://www.msgfacts.com/facts/msgfact12.html), explica que la razón por la que lo añaden a los alimentos, es para hacer que la gente coma más de sus productos.

Encuentra este interesante artículo en la Edición Nº 180 de El Guardián de la Salud Digital, consÍguelo AQUÍ

Aprende a prevenir los calambres o espasmos musculares

Los calambres o espasmos musculares son una dolencia muy común en las personas. Consisten en una contracción involuntaria de uno o varios músculos, casi siempre de las piernas y rara vez en otras articulaciones. Generalmente aparecen de repente durante unos segundos o minutos, y suelen hacerlo en horas de la noche, interrumpiendo el sueño y disminuyendo la calidad del descanso por las incomodidades que generan.

 

Mario Véliz, Quiropráctico – Paramédico

 

Las causas de los espasmos son variadas, pero las principales están relacionadas con:

• Movimientos (o la falta de ellos).
• Ingesta insuficiente o excesiva de ciertos nutrientes.

 

En la primera causa podemos dividir a los calambres en dos grupos:

Aquellos que aparecen por hacer demasiado ejercicio o esfuerzos (por ejemplo, atletas que no estiran después de la rutina, o en personas que realizan tareas domésticas fuertes todo el fin de semana). Pero también pueden aparecer por todo lo contrario; es decir, por quedarnos quietos varias horas al día (es el caso de los oficinistas o quienes tienen hábitos demasiado sedentarios).

En cuanto a la segunda causa, merece la pena saber que, por ejemplo, la deshidratación conlleva este problema, así como también no consumir una cantidad adecuada de magnesio, calcio o potasio.

Finalmente, entre otros motivos de espasmos musculares (nocturnos o diurnos) podemos destacar el consumo de ciertos medicamentos como diuréticos, antihipertensivos y betabloqueadores, y algunas enfermedades como la diabetes y las relacionadas con la tiroides, ya que en ambas el metabolismo se ve alterado.

¿Qué hacer frente a un calambre?

Los episodios pueden durar pocos segundos hasta algunos minutos, y para obtener alivio, debemos frotar el músculo afectado con el fin de que se relaje y estire. Cuando el calambre se produce en la pantorrilla, ponerse de pie suele ser bastante efectivo. Los estiramientos en general y la aplicación de hielo o una almohadilla térmica son buenos remedios en estos casos, pero lo más importante será siempre prevenir su aparición, y para esto se recomienda:

 

Hidratación:

Beber un mínimo de 2 litros de agua por día. Con esta cantidad el cuerpo se hidrata y las células y órganos pueden trabajar como corresponde, al igual que los músculos, tendones y sangre.

 

Realizar estiramientos:

No importa si practicamos deporte o no, siempre es bueno estirar los músculos, al menos una vez al día, ya que de esta forma se pueden evitar los calambres nocturnos y los dolores musculares en general.

Se aconseja cumplir la siguiente rutina antes de dormir, siempre teniendo en cuenta las posibilidades físicas de cada uno.

Siéntate en la cama, estira las piernas y desciende el tronco. El objetivo es que toques la punta de los pies con las manos (o lo más cerca posible). Otro ejercicio que te puede servir se hace de pie, colocando la pierna derecha sobre la cama y la izquierda bien estirada. Lleva el torso hacia el pie derecho. Repite con la otra pierna.

 

Buena alimentación:

Para evitar los dolores por las noches, elige alimentos que sean ricos en potasio (por ejemplo, el plátano) y en magnesio, el cual también puedes suplementarlo. 

Como vez, puedes conseguirlo en multiples formulas y formatos dependiendo de tus necesidades.

También no debes olvidar consumir alimentos sanos: frutas, verduras y frutos secos, y dejar de lado las harinas refinadas, los azúcares y los fritos.

La mezcla de una cucharada de miel de abejas con dos cucharadas de vinagre de manzana en medio vaso de agua, tiene sustancias alcalinas que ayudan a lograr un equilibrio en estos procesos.

 

Buen calzado:

Muchas veces los calambres aparecen por caminar de forma incorrecta. Por ejemplo, las mujeres que pasan demasiadas horas en tacones o aquellos que no tienen buen calzado para hacer ejercicio suelen ser los más afectados por los espasmos.

Trata de escoger zapatos que te permitan apoyar bien la planta de los pies y que las pantorrillas no deban hacer un esfuerzo enorme por llevarlos.

Nada de plataformas, calzado pesado o con suela pequeña. Mejor si es cerrado o, al menos, que no se “mueva” al caminar.

Usa buenos calcetines. Si están muy ajustados pueden bloquear la irrigación sanguínea y apretar sobremanera los músculos, haciéndolos más vulnerables a los calambres.

 

Dato útil:

Remedio con leche, miel y limón

La combinación de leche, miel y limón nos da como resultado un remedio relajante para prevenir la aparición de los calambres nocturnos. Sus propiedades ayudan a disminuir la tensión muscular y, a su vez, inducen a un sueño profundo.

Ingredientes

  • 1 vaso de leche (200 ml)
  • 1 cucharada de miel de abejas (25 g)
  • 1 cucharadita de jugo de limón (5 ml)

Pon a calentar la leche y mézclala con la cucharada de miel y el jugo de limón.

Retira del fuego y deja reposar. Consúmelo caliente antes de irte a dormir.

Fuentes:
-mejoresconsalud.com
-www.intramed.net
-aarp.org

Artículo publicado originalmente en la Edición Nº161 de El Guardián de la Salud

https://aminas.cl/aminas.cl/producto/magnesio-puro/

Hierbas y suplementos para bajar el exceso de grasa en sangre (hiperlipidemia)

Iván Soto Canales
Iridólogo – Fitoterapeuta Ancestral

 

Se conoce como hiperlipidemia a un grupo de alteraciones del metabolismo de las grasas que se caracteriza por dar lugar a un aumento de una o varias fracciones lipídicas en la sangre.

 

Los dos tipos más importantes de grasas circulantes en la sangre son los triglicéridos y el colesterol, que pueden estar elevados juntos o por separado. En la mayoría de los casos, la elevación de las grasas en sangre no produce síntomas agudos, por lo que es necesario realizar un análisis de sangre para efectuar el diagnóstico. Sin embargo, cuando excepcionalmente las cifras de triglicéridos son muy elevadas, pueden producir episodios de dolor abdominal debido a pancreatitis, aumento del tamaño del hígado y bazo, y aparición de erupciones de grasa en la piel llamada xantomatosis eruptiva. Si el aumento de colesterol y/o triglicéridos es crónico, entonces constituye un factor de riesgo para el desarrollo de arteriosclerosis. Las hipercolesterolemias, especialmente, pueden dar lugar al desarrollo de insuficiencia coronaria (angina de pecho, infarto de miocardio), accidentes vasculares cerebrales y trastornos de la circulación de las extremidades inferiores.

 

 

Tratamiento natural

 

Para prevenir y tratar esta patología, la medicina convencional recurre a unos fármacos llamados estatinas, que actúan bajando el colesterol y los triglicéridos.

 

La medicina natural, en cambio, es mucho más útil en estos casos, ya que se enfoca en realizar cambios en la alimentación que, además de bajar las grasas en sangre, contribuyen a mejorar la salud general del paciente. Se trata de una dieta de eliminación en la que se debe dejar de comer grasas saturadas; leche de vaca; trigo (u otros cereales con gluten); productos procesados con químicos como aditivos, colorantes, etc.; azúcares refinados, y otros. Además, se debe reducir al máximo la proteína animal procesada (como embutidos y vienesas) y sustituirla por proteína natural (en especial pescado) y de fuente vegetal (cereales, legumbres, frutos secos y semillas). Y se debe consumir, en abundancia, fibra y alimentos frescos de temporada (idealmente orgánicos).

 

Hierbas que ayudan a reducir las grasas en sangre:

  • Diente de león: maravillosa planta para nuestro sistema digestivo que ayuda también a reducir el nivel de grasas en sangre. Se prepara como infusión de hojas frescas, agregando dos cucharadas de hojas picadas en 250 cc de agua hirviendo. Deje reposar 10 minutos tapado, cuele y beba.
  • Alpiste: un remedio magnífico para controlar nuestro peso y reducir el colesterol. Consiga alpiste para consumo humano y hierva una cucharada en un vaso de agua durante 10 minutos. Beba sin colar, dos veces al día.
  • Cardo mariano: beneficioso para el hígado y para regular los niveles de grasa, ya que favorece su eliminación, ayudándonos a mantener el correcto metabolismo de nuestro organismo.

  • Cáscara de naranja: contiene unos flavonoides excelentes para combatir el colesterol (la cáscara dispone de más flavonoides que el propio jugo de naranja). Ralle la corteza de una naranja (sin la parte blanca) y obtenga una cucharada y media. Hiérvala en una taza de agua y añada una cucharadita del miel. Tome una infusión de cáscara de naranja (sin colar), dos veces al día.

 

  • Fenogreco: reduce los niveles de triglicéridos de la sangre. Agregue una cucharada de fenogreco (15 g) a una taza y vierta agua hirviendo (250 ml). Deje enfriar un poco y agregue un poco de miel.

 

  • Té verde, rojo y blanco: estas tres especies de té aportan muchos beneficios para la salud, sobre todo para bajar de peso y reducir el colesterol.

Se aconseja consumir entre 2 y 3 tazas al día. El té verde es el más potente de todos porque también ayuda a rejuvenecer los tejidos.

  • Hercampuri: es un desintoxicante sanguíneo que ayuda a eliminar los lípidos de baja densidad de la sangre y reducir el colesterol LDL o “malo”.

 

Suplementos para tratar la hiperlipidemia

  • Lecitina de soya: gran poder emulsionante que ayuda a desplazar el colesterol almacenado en las arterias. Tiene una acción de “disolución” de las grasas.

 

  • Niacina o vitamina B3: disminuye los niveles de colesterol LDL (malo) y aumenta los de HDL (bueno).
  • Omega 3: mejora el balance entre el colesterol bueno y malo. Reduce los niveles de colesterol total y triglicéridos, disminuyendo –como consecuencia– la agregación plaquetaria y la formación de ateromas. Es importante buscar uno de calidad idealmente de sardinas y ojalá con certificación libre de metales.
  • L-arginina: útil para remover las placas de colesterol malo que se encuentran adheridas sobre las paredes de las arterias, y para mejorar la circulación sanguínea. También ayuda a acelerar el metabolismo lipídico, disminuyendo los niveles de colesterol y favoreciendo la vasodilatación arterial.

 

Fuentes
-www.ecured.cu
-https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/natural/875.html
-www.supernatural.cl

Encuentra este Artículo y más sobre Hígado Graso en la edición Nº163 de El Guardián de la Salud

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¿Celulitis? 4 consejos para mejorar la apariencia de tu piel

La celulitis es el aspecto de “piel de naranja”, grumosa o con hoyuelos, que se desarrolla en piernas, cola, vientre y la parte posterior de los brazos. Básicamente, esta apariencia irregular y “moteada” surge cuando hay depósitos de grasa, de textura desigual, debajo de la piel que empujan contra el tejido conectivo. Algunos de los factores que contribuyen a esta afección son la falta de ejercicio, los cambios hormonales y sí, como ya puedes haber imaginado, también la alimentación.

 

Extracto de un artículo de Josh Axe, doctorado en medicina natural / Quiropráctico y Nutricionista Clínico.

 

Esta condición es más común en las mujeres que en los hombres; de hecho, cerca del 80% de las mujeres tiene algún grado de celulitis, particularmente a medida de que avanza la edad y la piel pierde su elasticidad. Sin embargo, cualquiera puede desarrollar celulitis, incluso los adolescentes con problemas de fluctuaciones de peso y cambios hormonales.

 

La celulitis no es grave o nociva, y por lo tanto, muchos eligen simplemente ignorarla. A otros, sin embargo, les molesta la apariencia antiestética de la piel, sobre todo en verano, donde tendemos a mostrarla más.

Principales causas de la celulitis

Hay varios factores principales que contribuyen al desarrollo de celulitis, entre ellos (3):

  • Alimentación desequilibrada
  • Retención de líquidos (que también causa hinchazón)
  • Deshidratación
  • Falta de circulación (flujo sanguíneo)
  • Estructura débil del colágeno de la piel
  • Sobrepeso o aumento de la grasa corporal
  • Cambios hormonales
  • Falta de actividad física (estilo de vida sedentario)

 

Algunos otros factores que pueden causar cambios en la piel como celulitis, flacidez, arrugas y formación demanchas oscuras incluyen: alto grado de estrés (y el consiguiente aumento en los niveles de cortisol), condiciones médicas como enfermedades autoinmunes o diabetes, genética, mala alimentación, alergias, tabaco, demasiada exposición al sol y otras causas de toxicidad.

Si tomamos en cuenta la cantidad de factores de estilo de vida que afectan la apariencia y salud de la piel, resulta comprensible que los tratamientos populares pero específicos contra la celulitis –como los masajes o la radiofrecuencia, los tratamientos con láser, las cremas y otros procedimientos invasivos como la liposucción–, no sean soluciones a largo plazo(4).

Tratamiento natural para la celulitis

Solo un enfoque integral que combine una alimentación saludable, actividad física regular, masajes y suplementación puede dar resultados favorables y duraderos, mejorando notablemente la apariencia de la piel.

1. Aliméntate en forma saludable: Se ha demostrado que la reducción de la grasa corporal ayuda a reducir la celulitis. Algunos de los principales alimentos que debes considerar incorporar en tu dieta son:

  • Semillas de linaza. La linaza es ideal para ayudar a bajar de peso y mejorar la salud de la piel, puesto que modula los niveles de estrógeno y también puede aumentar la producción de colágeno. Esparce una cucharada de semillas de linaza sobre fruta picada, agrega las semillas a batidos de frutas o cómelas directamente.

 

Alimentos hidratantes. Debido a que la deshidratación puede causar hinchazón y resequedad en la piel, trata de comer alimentos que sean naturalmente hidratantes. Estos incluyen verduras y frutas frescas, especialmente melón, berries, pepino, apio, frutas cítricas y hierbas frescas. Puedes combinarlos y pasarlos por la licuadora o el extractor de jugo para obtener un refrescante e hidratante jugo natural.

 

Alimentos ricos en fibra. Vegetales, frutos secos, semillas y berries. La fibra ayuda a limpiar el colon, controlar el hambre, apoyar el metabolismo y equilibrar las hormonas. Los alimentos ricos en fibra que contienen muchos antioxidantes, como las verduras de hoja verde o los berries, también son beneficiosos debido a su capacidad de disminuir el daño de los radicales libres (que envejece la piel).

 

Buenas fuentes de proteínas. Los alimentos altos en proteína de buena calidad como la carne de vaca alimentada con pasto, las aves y los huevos de granja, el pescado silvestre y la proteína de suero aislada pueden aumentar el metabolismo y ayudar a reducir la celulitis. Idealmente, consume al menos 100 gramos alguna fuente de proteína con cada comida.

 

Alimentos ricos en potasio. Eliminar el exceso de líquidos y desechos de las células puede ayudar a reducir la celulitis. Las verduras de hoja verde, las paltas, los plátanos, el agua de coco y los productos lácteos cultivados (como el kéfir o yogurt de pajaritos)son todos ricos en potasio.

 

Grasas saludables. El coco y el pescado graso como el salmón, las sardinas, el jurel o el atún, contienen ácidos grasos que promueven el tejido sano. Consume 1 cucharada diaria de aceite de coco extra virgen y 1 porción de pescado graso. También puedes suplementar tu dieta con 1.000 mg de omega 3 de aceite de pescado a diario, para obtener los mejores resultados.

 

Agua. Su consumo es fundamental para reducir la apariencia de la celulitis. El agua mantiene la piel hidratada y ayuda a eliminar compuestos tóxicos del cuerpo. Estos glóbulos grasos debajo de la piel albergan toxinas y hacen que la celulitis sea más visible. Límpialos bebiendo 8-10 vasos de agua fresca a diario. La piel bien hidratada se verá más pareja, con una apariencia menos grumosa, seca o envejecida.

 

2. Asegúrate de estar generando más colágeno

El tejido conjuntivo, incluidas las capas de la piel, está compuesto de colágeno.

Entonces, cuando la piel es fuerte, la apariencia de la celulitis disminuye. El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y es necesaria para la elasticidad, textura y fuerza de la piel. Una de las mejores maneras de obtener y generar más colágeno es por medio del consumo de caldo de huesos. El caldo de huesos contiene los aminoácidos prolina y glicina que componen el colágeno, junto con minerales importantes e incluso compuestos antioxidantes. Por tanto, consumir caldo de huesos puede fortalecer el tejido de la piel y ayudar a revertir las causas subyacentes de la celulitis.

Un estudio del 2015 publicado en el Journal of Medicinal Food encontró que las pacientes que tomaban 2,5 gramos de péptidos de colágeno bioactivo (PCB) experimentaron “reducciones significativas en el grado de celulitis y reducción de la ondulación de la piel en los muslos… El PCB tomado durante 6 meses, condujo a una clara mejoría de la apariencia de la piel en mujeres que sufrían de celulitis moderada”. Y como era de esperar, los resultados fueron más impresionantes en mujeres con sobrepeso(7).

3. Usa suplementos anticelulitis

En el mercado hay disponibles varios suplementos para la celulitis, que se toman vía oral como cápsulas o comprimidos, o se aplican en forma tópica, como cremas y lociones. Los resultados son variables, y dependerán mucho de la constancia con la que se tomen o usen y de los cambios en el estilo de vida que los acompañen, es decir, una mejoría en la calidad de la alimentación y un incremento en la actividad física.

  • Enzimas proteolíticas como la bromelina. Las enzimas proteolíticas se han utilizado con gran éxito para combatir la inflamación y disolver las acumulaciones de tejido celular. Según los hallazgos publicados en Biotech Research Journal, “los estudios demuestran que la bromelina exhibe diversas actividades fibrinolíticas, antiedematosas, antitrombóticas y antiinflamatorias”(9). Con la ayuda de las enzimas, el cuerpo puede descomponer y eliminar más fácilmente no solo la celulitis, sino también los fibromas uterinos, los quistes ováricos y los cálculos biliares. La enzima más efectiva para estos fines es la bromelina que está presente en la piña, capaz de disolver el fibrinógeno (el tejido que mantiene unidas estas formaciones no deseadas).
  • Gotu kola o centella asiática. Este extracto herbal ha sido objeto de muchos estudios relacionados con la celulitis y ha mostrado algunos resultados positivos. Se trata de una hierba libre de cafeína que tiene propiedades relajantes y puede tomarse antes de acostarse. Funciona al ayudar a mejorar la elasticidad de la piel, al tiempo que la hace más gruesa. De esta forma, ayuda a minimizar la apariencia de los bultos de la celulitis.
  • Y otros. Cafeína, extracto de café verde, mango africano y la fucoxantina son suplementos adicionales que ofrecen beneficios similares.

 

4. Haz ejercicio regularmente

Junto con mejorar tu dieta y probar suplementos naturales, el ejercicio puede ser tu mejor aliado cuando se trata de bajar la grasa corporal extra y deshacerte de la celulitis, ya que es la forma más directa de estimular la circulación linfática y el drenaje de estos desagradables bultos bajo la piel.

Combina el ejercicio de resistencia (con pesas) con ejercicio cardiovascular o “cardio”, también conocido como ejercicio aeróbico, tales como bicicleta, trote, caminata rápida, elíptica, baile, etc. Una sesión de ejercicio ideal estaría compuesta por 45-60 minutos de ejercicios con pesas, seguido por 30-45 minutos de cardio, al menos tres veces por semana.

Precauciones al tratar la celulitis

La celulitis por lo general no es perjudicial y es más una preocupación estética. Sin embargo, a veces puede deberse a problemas subyacentes, como el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Si notas que tu celulitis no responde a los tratamientos anteriores y de repente empeora, consulta con un dermatólogo. De esta forma, podrás descartar problemas como la falta de flujo sanguíneo, que puede ser peligroso para las personas con trastornos cardíacos o circulatorios.

Fuente:

Home of Dr. Axe


*Los estudios de los números referenciales indicados a lo largo del artículo se encuentran disponibles en el escrito original, en la fuente señalada.

Publicado originalmente en dos partes en las Ediciones Nº164 y Nº165 de El Guardián de la Salud

Demencia – La importancia de las grasas saludables para su prevención y tratamiento

Paola Ramírez Vega
Nutriterapeuta en Medicina Ortomolecular

 

Para comenzar quisiera aclarar que la palabra demencia no hace referencia a una enfermedad específica, sino que es un término generalizado que describe una amplia variedad de síntomas relacionados con el deterioro en la capacidad mental; a veces, lo suficientemente grave como para interferir en el desarrollo de la vida cotidiana de cualquier persona.

Entre los tipos de demencia más comunes está el Alzheimer, y la demencia vascular, que ocurre luego de un accidente cerebrovascular. Pero también existen otro tipo de condiciones que, si no se toman en cuenta a tiempo, pueden llegar a provocar demencia.

Para que una persona sea diagnosticada con demencia, en general y según los criterios de diagnóstico, debe tener un déficit cognitivo al menos en dos áreas, tales como lenguaje, cálculo, orientación, memoria y juicio. Pero además, estos déficits deberían ser lo suficientemente importantes como para originar una incapacidad social o laboral. Si el paciente no reúne estas condiciones, entonces se considera que tiene un deterioro cognitivo leve, el cual es parte de la transición entre el envejecimiento normal y una demencia leve.

 

Cetonas, grandes amigas de la salud mental

La presencia de cetonas en el organismo, además de ayudar en múltiples problemas de salud, también puede alimentar su cerebro y prevenir la atrofia cerebral. Es más, las cetonas pueden incluso restaurar y promover la renovación de la función de las neuronas y de los nervios cerebrales después de un daño.

Un aumento de cetonas en nuestro organismo, está completamente ligado al consumo de grasas específicas (de cadena media y larga), de buena calidad.

Los ácidos grasos de cadena media cumplen una función realmente noble, al ser responsables de crear cetonas a un ritmo mucho más fluido que otras grasas, ya que estos ácidos grasos en particular son fácilmente absorbidos y metabolizados por el hígado. Los cuerpos cetónicos son una importante fuente de energía para el cerebro, y son muy beneficiosos en personas con deficiencias en sus sistemas cognitivos. La estrella específica de estos ácidos en casos de demencia o de su prevención, es el aceite de coco extra virgen, prensado en frío.

 

Aceite de coco y Alzheimer

En el año 2012, ocurrió un boom en torno al aceite de coco y su relación con la enfermedad de Alzheimer. Esto coincidió con el fracaso de un medicamento avalado por los laboratorios Pfizer y Medivation, cuando este se encontraba ya en la fase 3 de los ensayos.

Unos años antes, comenzaba a darse a conocer la historia de la Dra. Mary Newport, cuyo marido tenía Alzheimer, y ya no respondía como debía a su tratamiento farmacológico. La Dra. Newport, que en alguna ocasión leyó varios ensayos sobre los ácidos grasos de cadena media y su relación con los estados de demencia, decidió por sí misma comenzar a añadir aceite de coco a las comidas de su esposo. Un año después, no se había curado, pero había mejorado muchísimo.

La Dra. Newport, se basó en estudios preclínicos de evaluación de Axona, un medicamento cuya finalidad era proveer al organismo de cuerpos cetónicos, el cual demostró su efecto neuroprotector en neuronas de ratón cultivadas en un medio rico en péptidos amiloides.

Por otro lado, tres estudios en humanos finalmente concluyeron que el aumento de los niveles de cetonas implica una mejoría en los procesos neurodegenerativos.

La Dra. Newport recomienda comenzar con una cucharadita pequeña de aceite de coco, 3 veces al día, con o después de los alimentos, e ir aumentado progresivamente la cantidad. Dependiendo del caso a tratar se puede llegar a unas 4 o 6 cucharadas soperas durante el día, distribuidas en las comidas.

Es importante mencionar que estas dosis son las recomendadas, específicamente, para personas adultas que ya padecen Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas que impliquen la disminución de su capacidad neuronal en la asimiliación de glucosa. Ejemplos de ellas son: demencia degenerativa, Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, demencia vascular, distrofia muscular progresiva, síndrome de Down, entre otras.

 

Prevenga y mejore su calidad de vida con estos consejos

Si existe un tipo de alimentación beneficiosa para la salud cerebral, esta es la del tipo cetogénica, la cual es alta en grasas beneficiosas, moderada en proteínas y baja en carbohidratos, evitando sobre todo el azúcar y la fructosa refinada. Si requiere orientación en el tema, busque un profesional competente, idealmente con experiencia en nutrición ortomolecular. Además:

  • Elimine el gluten (proteína del trigo), ya que este afecta negativamente la barrera hematoencefálica.
  • Optimice su flora intestinal, consumiendo regularmente alimentos fermentados como kéfir (yogur de pajaritos), chucrut natural o por medio de suplementos probióticos de alta calidad.
  • Aumente el consumo de grasas saludables, incluyendo los ácidos grasos omega 3 de pescados, idealmente del aceite de sardinas. Esto, porque los ácidos grasos EPA y DHA, que contiene el aceite de sardinas, son de cadena larga, pero también son un gran aporte para complementar el trabajo de los ácidos grasos de cadena media, y su consumo regular ayuda en la prevención y retraso del daño celular, causado por el Alzheimer, u otros tipos de demencia.

 

Algunas fuentes de grasas beneficiosas son:

Aceite de coco; pescados azules como atún, caballa, jurel, salmón (idealmente frescos) por su aporte de Omega 3; paltas, lecitina, mantequilla de campo; yemas de huevo; almendras y nueces; crema de leche, carnes, etc. 

  • Consuma a diario al menos 3 porciones de vegetales frescos, y beba mucha agua pura.
  • Realice algún tipo de ejercicio. Esto produce un desarrollo del hipocampo y una mejor memoria. Incluso, se ha sugerido que el ejercicio es capaz de desencadenar un cambio en la forma en que la proteína amiloide se metaboliza, lo que ralentiza la aparición y progresión de la demencia.
  • Consuma vitamina D. Se cree que tener niveles óptimos de esta vitamina, podría aumentar una cantidad de importantes sustancias químicas cerebrales que protegerían a las neuronas. También llamada la vitamina del sol, puede hacer que su propio cuerpo produzca vitamina D por me- dio de la exposición al sol. Tomar sol 15 a 20 minutos diarios, con la piel descubierta, es lo ideal.
  • Trate de eliminar lo más posible el ingreso de mercurio a su organismo. Evite alimentos que puedan estar contaminados con él, como algunos tipos de pescado, y tenga especial cuidado de los empastes odontológicos que usan amalgamas de mercurio, ya que son una de las principales fuentes de toxicidad por metales pesados.

 

Fuentes:
-https://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2017/02/23/senalestempranas-de-demencia.aspx
-https://soycomocomo.es/especiales/coco/aceite-de-coco-para-elalzheimer-y-demencia-senil
-https://www.hipocampo.org/mci.asp

Encuentra este artículo en la Edición Nº169 de El Guardián de la Salud

 

La verdad sobre los alimentos bajos en grasa

Extracto de un artículo por Kerry Torrens
Terapeuta nutricional

Recorra los pasillos de cualquier supermercado y se encontrará con postres sin grasa, galletas bajas en grasa y comidas listas reducidas en calorías. Y mientras nuestros carros de compras están repletos de estos alimentos “libres de culpa”, nuestra cinturas siguen creciendo. ¿Cómo es posible?

La historia de las grasas trans

El auge de los productos bajos en grasa comenzó en la década de los 80, cuando surgió el mensaje de que para mejorar nuestra salud, especialmente la salud de nuestro corazón, necesitábamos reducir la cantidad de grasas saturadas en nuestra alimentación. Esto significaba reducir los alimentos lácteos enteros, la carne roja y ciertos alimentos procesados. Es cierto que la grasa suministra el doble de calorías por gramo que los carbohidratos y las proteínas, y que la grasa saturada es el tipo de grasa principalmente responsable de obstruir las arterias y aumentar los niveles de colesterol. Sin embargo, mientras llegamos a un consenso sobre este hecho, la industria alimentaria comenzó a trabajar reemplazando las grasas animales en sus productos con aceites vegetales no saturados. No obstante, para poder usar estos aceites en lugar de las grasas sólidas, tuvieron que hacerles algunos cambios, como alterar su estructura, por ejemplo. Para hacer esto, los productores de alimentos utilizaron un proceso llamado hidrogenación, que creó una grasa sólida o semisólida que era más apropiada para sus necesidades de procesamiento de alimentos.

Desafortunadamente, ahora sabemos que estas grasas hidrogenadas aumentan los niveles de grasas trans peligrosas que son malas para nuestro corazón. Aunque las grasas trans se pueden encontrar en pequeñas cantidades en algunos alimentos naturales, estas versiones hechas por el hombre fueron incluidas en mayor cantidad y en muchos tipos de alimentos, lo que significó que comiéramos más de ellas.

Azúcar en vez de grasa

Además de alterar los aceites utilizados para producir alimentos bajos en grasa, los fabricantes también descubrieron que tenían que aumentar la cantidad de azúcar en sus productos, para que siguiéramos disfrutando de su sabor y textura. Todo esto significó que aquel producto bajo en grasa ahora era rico en carbohidratos (azúcar), podía contener grasas trans, y al final, tenía una cantidad de calorías muy similar a las del producto original. De hecho, cuando comemos alimentos con alto contenido de carbohidratos, especialmente los refinados blancos, nuestros cuerpos los digieren más rápido. Esto puede provocarnos cambios en el nivel de azúcar en la sangre y antojos, por lo que es más difícil controlar la cantidad que comemos; es decir, aumenta nuestra ingesta calórica total. Una alimentación demasiado alta en estos carbohidratos y azúcares refinados puede ser muy poco saludable, porque aumenta el riesgo de diabetes, enfermedad cardíaca y causa niveles altos de colesterol.

Grasas buenas vs. grasas malas

Todos necesitamos algo de grasa en nuestra alimentación, sobre todo porque esta hace que nuestra comida sea más apetecible y sabrosa. Ahora, nutricionalmente hablando, las grasas hacen más que solo suministrar calorías. Ciertas grasas, como la de los frutos secos, semillas y algunas variedades de pescado, proporcionan ácidos grasos esenciales (incluida la variedad omega 3). Estas grasas esenciales son importantes para mantener nuestros vasos sanguíneos sanos, producir hormonas y tener un correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso. La grasa en nuestra dieta también nos ayuda a absorber ciertas vitaminas, las solubles en grasa, que incluyen A, D, E y K. Seguir una dieta muy baja en grasa hace que la persona esté más propensa a tener carencias vitamínicas, lo que puede afectar su inmunidad, limitar la capacidad de su cuerpo para auto sanarse y tener posibles problemas óseos. Es mejor enfocar su alimentación en grasas más saludables. Esto significa incluir más pescado, frutos secos, semillas y aceites de oliva, palta o coco. A continuación, algunos consejos para recibir más grasas buenas, y dejar a un lado las malas:

  • Coma más pescados grasos, frutos secos y semillas; por ejemplo, elija salmón en lugar de pescados blancos; coma un puñado de nueces, almendras o semillas como linaza o chía, en lugar de snacks como papas fritas.
  • En vez de aderezar sus ensaladas con aceite de girasol (maravilla) o canola, use aceite de oliva extra virgen.
  • Prefiera alimentos frescos (frutas y vegetales), en lugar de los procesados (envasados).
  • Use mantequilla en vez de margarina.
  • Verifique en las etiquetas de alimentos, que no contengan grasas o aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados.
  • En vez de freír, prefiera la cocción al vapor, al horno o a la parrilla.
  • Reemplace la mayonesa por salsa de yogur. Solo agregue al yogur natural (sin endulzar) un chorrito de aceite de oliva, jugo de limón, algunas hierbas aromáticas, como eneldo, cebollín o romero, y una pizca de sal.

Fuente:
https://www.bbcgoodfood.com/howto/
guide/truth-about-low-fat-food

Artículo publicado originalmente en la Edición Nº 170 de El Guardián de la Salud

Aceites esenciales para aliviar la Menopausia

Paola Ramírez Vega
Nutriterapeuta en Medicina Ortomolecular

“La mujer, al cruzar la menopausia, se abre a la oportunidad de experimentarse a sí misma de una manera renovada y profundamente poderosa. Al dejar atrás el desconcierto y el temor generados por la presión cultural, y al abrirse a la verdad que mora en su interior, la mujer encuentra un desafío increíble para el que está mucho mejor equipada que cualquier otro bípedo. Le es posible sentarse en consejo y usar el poder de la sangre ahora retenida para crear un mundo armonioso a su alrededor”.

Brooke “Medicine Eagle” Edwards
Autora estadounidense

Si eres una mujer entre los 45 y 55 años de edad, que está acercándose o vive actualmente este ciclo de cambio en su vida, es posible que te sorprendas al saber que la menopausia en realidad dura solo un día, y ocurre técnicamente el día en que cesaron por completo tus periodos menstruales.

Todos los malestares que podrían llegar a vivirse en esta etapa, tales como cambios de humor, sofocos, problemas para conciliar el sueño, aumento de peso, u otros síntomas molestos característicos, en realidad ocurre durante la perimenopausia, que es el tiempo previo y la antesala de este nuevo ciclo de nuestras vidas.

Si bien la edad promedio para la llegada de la menopausia es a los 51 años, la gran mayoría de las mujeres experimentan este “ciclo de cambio” a una edad similar a la de sus madres, lo que en lo personal siento que le da un sentido más significativo a este cambio.

Es importante tener en cuenta que la perimenopausia (proceso de adaptación previo a la menopausia) puede durar años y, aun meses después de llegar la menopausia puede haber algún malestar como fatiga, depresión, irritabilidad, ansiedad, sofocos, dolores y en ocasiones, pérdida de libido. No obstante, y a pesar de lo incomodo que puede llegar a ser, es importante que recordemos que la menopausia es una etapa natural en la vida de cualquier mujer; no es una enfermedad, por lo que tenemos que ser juiciosas a la hora de “tratarla”, si estás padeciendo de síntomas molestos.

Como mujeres, debemos ser conscientes de que cualquier cambio relacionado con nuestro ciclo hormonal, a cualquier edad, puede afectarnos física y emocionalmente, no tan solo la menopausia. Y mientras muchas mujeres no experimentan ningún síntoma en absoluto, otras tienen que adaptarse a una serie de síntomas, a veces difíciles de sobrellevar.

Aromaterapia con aceites esenciales

Si estás considerando tratarte de manera natural con algún profesional calificado, es posible que quieras complementar el tratamiento con aceites esenciales. Tu cuerpo te lo agradecerá.

Estos aceites se pueden disfrutar de forma aromática, al rociarlos en el aire con un difusor o poniendo unas gotitas sobre un pañuelo o la almohada. También puedes poner unas gotitas a un baño de tina tibio o a un baño de pies. Pero ¡ojo!, que no se “toman”, “comen” ni se aplican directamente en la piel. Son muy potentes y, en algunos casos, podrían causar irritaciones u otras consecuencias.

Como naturalmente el cuerpo de cada mujer es único, este responderá de distintas maneras a cualquier tratamiento, incluyendo los aceites. Por esto, sería muy beneficioso si pudieras asesorarte con algún terapeuta de aromaterapia con experiencia en el equilibrio hormonal.

No obstante, los más recomendados son:

Salvia sclarea: alivia dolores, bochornos, y ayuda a calmar la sensación de estrés mejorando el balance hormonal. A nivel emocional, revitaliza, estimula y disipa tensiones.

Geranio: ha demostrado ayudar a balancear las hormonas y mejorar el estado de ánimo, ya que actúa como antidepresivo. Además, promueve ciclos menstruales regulares durante la perimenopausia.

Lavanda: ayuda a balancear las hormonas, alivia los cólicos y el estrés. También calma las cefaleas, las palpitaciones y los bochornos relacionados a esta nueva etapa.

Albahaca: mejora el estado de ánimo. Se dice que promueve la producción de estrógenos. Es útil para el alivio de los bochornos.

Salvia romana: revitaliza, alivia tensiones y estados depresivos. Está indicada para disipar trastornos hormonales de la pre y posmenopausia. Disminuye la sudoración excesiva y regula el ciclo menstrual.

“Cuando una mujer se tiene a sí misma… podrás entrar o salir de su vida, podrás halagarla o juzgarla.

Y ella te recibirá o despedirá amablemente, y te agradecerá y comprenderá tus sombras, porque ya conoce las suyas. Probablemente no la toleres y a la vez, quieras poseerla, y terminarás por alejarte si no tienes el valor de respetarla.

Cuando una mujer se tiene a sí misma, el universo danza a sus pies, y ella se eleva.

Ella se vuelve compasión, ella elige, ella es consciente, ella da y recibe amor… Es sencillo reconocerla.

La mujer que se tiene a sí misma, sonríe tanto en el sol como en la tormenta, celebra la vida y comprende la muerte, VIVE Y DANZA LOS PROCESOS, no tiene un solo tono, ¡ella es un arcoíris!

María Harchanan Kaur
Profesora de yoga

Fuentes:
-https://articulos.mercola.com
-www.healthline.com
-www.medicalnewstoday.com

Encuentra este artículo en la Edición Nº172 de El Guardián de la Salud

Cómo controlar los molestos cólicos de tu bebé

Lorena Castillo
Paramédico, Orientadora en Nutrición y Terapéutica Natural

En la etapa inicial de la vida, entre el primer y el tercer mes, las guagüitas sufren un malestar muy común. Se trata de los cólicos, que les producen espasmos o contracciones dolorosas en el intestino, causándoles gran molestia e incomodidad.

El llanto es normal en los pequeños. Es su único modo de comunicación. Pero en bebés con cólicos, el llanto es muy persistente. Así, es probable que exista un problema de cólicos si el pequeño llora más de tres horas todos los días, durante tres semanas, pasando explosivamente desde estados de tranquilidad a sufrimiento, estirando y encogiendo piernas y brazos, con la cara y los ojos muy enrojecidos.

Aunque esta condición es bastante dolorosa para el bebé y para los padres, no es grave. Y además, no está asociada a otro tipo de complicaciones.

¿Qué causa un cólico?

El cólico puede ocurrir tanto en bebés alimentados con leche materna, como en pequeños alimentados con biberón. Para tranquilidad de las mamás, se estima que es un problema gastrointestinal causado por una inmadurez del sistema digestivo. También se puede originar por intolerancia a la lactosa, alergias y/o ansiedad de la madre durante la alimentación del bebé. Pero independiente de la causa subyacente, el cólico se asocia al dolor de estómago y a los gases intestinales; por esto, a menudo los bebés sienten mejoría después de haber emitido gases o de hacer evacuación intestinal.

Remedio anticólicos

Existen remedios caseros y recomendaciones naturales que puedes aplicar a tu bebé, para disminuir sus dolores.

  • Prepara una infusión casera con hojas de menta o de apio. Dásela a beber. Esta infusión calmará sus dolores y relajará su estómago. Ahora, el sabor a menta o apio no debe ser demasiado fuerte, pues el estómago del pequeño es delicado. Con una pincelada de la planta, basta y sobra.
  • Prepara una infusión de manzanilla, hinojo o estrella de anís (10 g en 150 cc de agua). Dale al niño una pequeña cucharadita de esta mezcla al menos tres veces por día.

Nota: Para preparar la infusión se ponen las hojitas de la planta en una taza. Se agrega agua recién hervida y se deja reposar tapado entre 5 y 10 minutos. Luego se cuela y se deja entibiar.

Correcta posición del bebé en la lactancia para prevenir los cólicos

Una mala técnica de alimentación en los primeros meses de vida del niño, suele ser causa recurrente de cólicos. Si le das pecho a tu bebé, tienes que asegurarte de que no trague aire mientras se alimenta. Para esto, la cabeza del pequeño debe estar al frente del pecho, no recostada o inclinada. Además, tienes que hacerlo eructar con frecuencia: cada 10 minutos en caso de lactancia materna y cada 30 o 60 ml en caso de alimentación por biberón.

Técnicas sencillas para calmar al bebé durante un episodio de cólico
  • Reflexología

Es muy simple y la puedes hacer de forma cotidiana. Consiste en masajear la planta del pie del bebé, de forma circular, con tu dedo pulgar. Primero masajea el área del abdomen superior y luego el área inferior, según indica la imagen. Realiza cada rotación tres veces. Finaliza friccionando toda la superficie de la planta del pie, y culmina con un baño en agua tibia o aplica compresas tibias en el vientre.

  • Masaje abdominal

La estimulación del proceso digestivo con un masaje muy cuidadoso ayuda a aliviar el dolor. La “terapia de masaje” estimula la secreción de melatonina y los ritmos de actividad y reposo abdominal. Se recomienda hacer las rotaciones con aceite tibio de almendras, de ricino o de coco. Este remedio es bueno si el vientre de tu bebé está hinchado por gases, porque ayuda a su expulsión y alivia los cólicos. Los movimientos se hacen suavemente con los dedos, en tres pasos, siguiendo el recorrido del colon, tal como muestra la imagen. Repite diez veces cada secuencia.

  • Ejercicio de activación a través de movimiento y vibración

Extiende tu brazo con la palma hacia arriba. Coloca al bebé sobre tu brazo, boca abajo, con su cabeza en tu mano y sus piernas a cada lado de tu codo. Sostén al bebé con la otra mano y camine por la casa con el pequeño en esta posición. La vibración que se generará cuando camines lo calmará y relajará. Recuerda que para esto tú también debes estar calmada.

La vibración es un excelente aliado, por esto el movimiento de una cuna mecedora muchas veces también funciona.

Otra opción para tranquilizar a tu niño es la música suave y relajante. Además, los sonidos parecidos a los que tu bebé escuchaba dentro del vientre, o los ruidos de la naturaleza, como las cascadas por ejemplo, también emiten vibraciones tranquilizadoras.

Soluciones herbales para la madre

Puede ser útil para no traspasar malestares al bebé. Hierve 10 g de semillas de eneldo, 10 g de semillas de anís y 10 g de semillas de manzanilla en un litro de agua, durante diez minutos. Deja reposar tapado otros diez minutos y cuela. Bebe una taza de esta infusión, tres veces al día, en caso que tu recién nacido tenga cólicos y lo estés amamantando.

También es importante que detectes si eres alérgica a algún alimento. Para ello sugerimos que elimines durante tres semanas los principales sospechosos: huevos, frutos secos (principalmente maní y nueces), pan y harinas (gluten), leche y derivados (lactosa), pescados y mariscos. Luego, introdúcelos nuevamente a tu alimentación, de a uno por semana, siempre observando cómo se comporta tu bebé.

Preparados a base de soya

El Comité de Nutrición de la Academia Americana de Pediatría no recomienda el uso de fórmulas a base de proteínas de soya para el tratamiento de cólicos en forma rutinaria. El argumento en contra de este tipo de preparados es que no han demostrado beneficios claros en la prevención o la gestión del cólico. Además, los niños alérgicos a la leche de vaca son más propensos a desarrollar resistencia a la proteína de soya.

Prueba con probióticos

Estudios han demostrado que los bebés que padecen cólicos tienen una microflora intestinal diferente a la de otros pequeños. Los probióticos, en particular el lactobacillus, ayudan a reducir los síntomas de los cólicos en algunos bebés. Si amamantas, puedes consumirlos para traspasarlos a través de tu leche. El kéfir (yogur de pajaritos) es un buen probiótico, pero si prefieres puedes tomarlo en forma de suplemento.

Publicado originalmente en la Ed. 140, pág. 30 de El Guardián de la Salud

Encuentra este artículo y muchos más sobre Embarazo Saludable, Parto Natural y Bebé Feliz en la Revista Soluciones Nº14 Especial Embarazo

Una dosis diaria de salud desde tu escritorio

Si eres de los que en el trabajo pasa la mayor parte del tiempo sentado frente al computador, envías correos electrónicos a tus compañeros con tal de no recorrer pasillos o subir escaleras, y comes todo tipo de tentempiés para aplacar el hambre hasta la hora de almuerzo, tu salud se verá afectada más temprano que tarde.

 

Por Equipo GS



Permanecer sentado durante ocho horas al día puede producir el ‘síndrome del oficinista’, un trastorno que generalmente se manifiesta a través de los siguientes síntomas:

  1. Estrés, que afecta en un 26 % a las mujeres y en un 14 % a los hombres.
  2. Fatiga visual, producida por la disminución regular del parpadeo debido a la lectura continua en pantalla, que conduce a frecuentes dolores de cabeza y resequedad ocular.
  3. Dolores de espalda, usualmente causados por malas posturas adoptadas a lo largo del día.
  4. Aparición del síndrome de túnel carpiano, que se caracteriza por dolor en a muñeca por el tecleo prolongado y repetitivo. La molestia puede extenderse al codo e incluso derivar en tendinitis.
  5. Trastornos de trauma acumulativo: resentimiento de los músculos, tendones y nervios causado por movimientos repetitivos del cuerpo.


A nivel mundial, 35 millones de personas se ven afectadas al año por estas enfermedades profesionales, de las cuales el 35 % se tornan crónicas, el 10 % genera incapacidad permanente y el 1% causa la muerte, según reportes de la Organización Internacional para el Trabajo.


Para combatirlas podemos poner en práctica algunos ejercicios de estiramiento, que nos ayudarán a relajar los músculos y mejorar la flexibilidad. Para realizar esta rutina, basta con que tomemos tres descansos de cinco minutos al día, sin necesidad de abandonar el escritorio. Es importante mantener la posición de cada ejercicio durante 10 a 20 segundos y repetirlo dos o tres veces en cada lado:

  • Extiende los dedos al máximo y mantén esta posición durante 10 segundos. Relaja y cierra los puños con presión.
  • Sujeta el brazo izquierdo justo arriba del codo con la mano derecha. Gire lentamente el brazo flexionando sobre el tórax hacia el hombro derecho, mientras diriges la mirada hacia el hombro contrario. Repite con el otro brazo.
  • Toma la pierna izquierda con ambas manos, justo debajo de la rodilla, y flexiónala jalando hacia el tórax. Repite con la derecha.
  • Inclina la cabeza hacia la izquierda hasta sentir el estiramiento en un lado del cuello. Repite hacia la derecha y luego hacia delante.
  • Sujeta y tira lentamente del codo izquierdo con la mano derecha por detrás de la cabeza y hacia el hombro derecho, hasta que sientas un estiramiento agradable en el hombro o los brazos. Repite con el otro codo.
  • Gira la cabeza hacia tu lado derecho hasta que tu mentón quede sobre el hombro. Sostén esta posición por uno segundos y vuelve al centro.
  • Encoje tus hombros hacia las orejas y sostén por diez segundos. Descansa y repite.
  • Estando de pie, lleva tus manos a la cintura y tus hombros hacia atrás. Contrae el abdomen y sostén diez segundos.
  • Encoje los hombros hacia tus orejas y muévelos hacia atrás en círculos. Luego hazlo en dirección opuesta.
  • Cerca del pecho, entrelaza tus manos y realiza rotaciones de muñeca hacia los dos lados.
  • Estira tu brazo derecho hacia el frente, de manera que la palma de la mano quede hacia arriba. Con la mano izquierda empuja hacia abajo los dedos de la mano derecha. Descansa y cambia de lado.
 


Adicional a lo anterior, adopta algunas medidas para hacer actividad física cuando estás en la oficina:

  • Levántate para llevar documentos o mensajes a tus colegas. Aprovecha las oportunidades para moverte.
  • Mientras hablas por teléfono, ponte de pie y camina.
  • Cada 10 minutos, levanta los pies mientras está sentado. Es bueno para mejorar la circulación sanguínea y evitar la hinchazón. Además, puede ayudarte a prevenir las várices.
  • Dedica unos 10 minutos (por ejemplo, después de comer) para realizar caminatas por algún parque o área próxima a la oficina.
  • Utiliza las escaleras en vez del ascensor.
  • Quemarás cuatro calorías por cada 10 escalones que subas.
  • Bájate del transporte público antes de tu parada para obligarte a caminar, o estaciona el auto lejos de la oficina.

Y además…

Para ayudarte a mejorar tus hábitos alimenticios en la oficina, lo más aconsejable es que:

  1. Retira de tu alcance galletas, golosinas y frituras.
  2. Toma más líquidos, sobre todo agua o jugos de frutas naturales, y omite las bebidas gaseosas, ya que aportan calorías vacías.
  3. Aliméntate solamente cuando tengas hambre. Pregúntate si lo haces por estrés o ansiedad y, de ser así, procura distraerte haciendo ejercicios, como los antes mencionados, para poder relajarte. Recuerda que al invertir cinco minutos de tiempo en ti, rendirás más en tus labores diarias.
  4. Identifica qué establecimientos cercanos a la oficina ofrecen opciones de comida saludable y prefiérelos.
  5. A la hora de comer, opta por platillos cocidos al vapor, horneados o crudos en lugar de fritos o apanados, que están repletos de calorías.


Fuentes:
-www.finanzaspersonales.com.co
-www.puntovital.cl
-www.guioteca.com


Publicado originalmente en la Ed. 144, pág. 36 de El Guardián de la Salud